Ambos fueron lanzadores zurdos y enfrentaron al Hombre de Hierro de su época, uno levantaba la pierna derecha como queriendo tocar el cielo, el otro elevaba su mirada queriendo también llegar el cielo...
Si. Y con hazañas logradas con una diferencia de 32 años, comparten una marca que ningún otro lanzador ha podido alcanzar en un Juego de Estrellas en todos los tiempos desde que se jugó el primero en 1933.
Carl Hubbell y Fernando Valenzuela son los únicos lanzadores en la historia del clásico de media temporada de Grandes Ligas que han ponchado a cinco bateadores consecutivos.
El número 11 de los New York Giants --Hubbell-- lo logró en el Juego de Estrellas de 1934 --10 de julio--, mientras que el número 34 de Los Ángeles Dodgers --Valenzuela-- lo consiguió en 1986 --15 de julio.
La hazaña de Hubbell quizá sea considerada de mayor calibre por la calidad de los bateadores que enfrentó, pues los cinco llegarían al Salón de la Fama de Cooperstown tras su retiro, al igual que él. La de Valenzuela, en cambio, solo tuvo un futuro Hall of Fame y otros dos bateadores que terminaron su carrera con más de 2,000 hits.
Hubbell poncó a 11 bateadores en cinco Juegos de Estrellas, en que lanzó 9.2 entradas admitiendo ocho hits con seis bases por bolas y tres carreras admitidas. Valenzuela ponchó a 9 --todos en sus últimos tres Juegos de Estrellas-- en 7.2 episodios aceptando cinco hits con tres bases y sin permitir carrera.
Hubbell jugó 16 temporadas en Grandes Ligas, todas con los Giants, y acumuló marca de 253-154 con una efectividad de 2.98, siendo seleccionado a nueve Juegos de Estrellas y en dos ocasiones fue elegido el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional --1933 y 1936-- al no existir aún el premio Cy Young. Se retiró en 1943 y cuatro años después fue electo al Salón de la Fama de Cooperstown.
Valenzuela jugó en 17 campañas para seis equipos diferentes acumulando marca de 173-153 y una efectividad de 3.54. Fue seleccionado a seis Juegos de Estrellas y en 1981 se consagró como el único pitcher en la historia en ganar el Novato del Año y el Cy Young al mismo tiempo.
1934, CARL HUBBELL
El zurdo de 31 años abrió por la Liga Nacional ante la Americana en el Polo Ground V ante la presencia de 48,368 aficionados, que lo vieron entrar frío, cuando Charlie Gehringer le dio hit al central y ancló en la intermedia ayudado por error del jardinero. Enseguida dio base por bolas a Heinie Manush, para después iniciar su hazaña.
Con corredores en primera y segunda pasó por los strikes a Babe Ruth y Lou Gehrig, y tras un doble robo, salió del problema con otro ponche a Jimmie Foxx. La segunda entrada la inició ponchando a Al Simmons y Joe Cronin para establecer el récord. Todavía se dio el lujo de sacar un sexto out en dos innings ponchando a Lefty Gómez, pero después de aceptar imparable a Bill Dickey.
¿A quiénes ponchó Hubbell para hacer historia?
A Ruth, quien sumaba 33 ponches en 266 apariciones en el plato y se presentaba con 699 jonrones en su carrera ese día, al llegar a dicha marca dos días antes del Juego de Estrellas al pegar el número 13 de la temporada. Tres días después del All Star, dio el 700 en Detroit en camino a terminar con 714 en su carrera. Tenía 61 hits y 48 producidas en la temporada. Fue su tercer y último ponche en seis turnos legales en dos Juegos de Estrellas.
A Gehrig, que tenía 16 ponches en 333 apariciones en home y el mismo que jugó 2,131 partidos consecutivos en Grandes Ligas, y que ese día llegaba con 105 hits, 91 remolcadas, 21 dobletes y 24 jonrones en camino a terminar con 49 para ser líder de la Liga Americana. Hasta entonces había pegado 323 de sus 493 vuelacercas en las Mayores. Fue el segundo de seis ponches en 18 turnos legales en seis Juegos de Estrellas.
A Foxx, que llevaba 29 ponches en 334 apariciones en el plato y fue líder de la Liga Americana en jonrones en las dos previas temporadas con 58 y 48, respectivamente. Llegó al Juego de Estrellas con 96 hits, 66 producidas y 26 vuelacercas en el año, en camino a terminar con 44 --ya tenía 248 de 534 cuadrangulares que compiló en 20 campañas. Fue el primero de siete ponches en 19 turnos legales en siete Juegos de Estrellas.
A Simmons, que sumaba 32 ponches en 310 apariciones al bate y jugó 20 temporadas y terminó su carrera con 2,927 imparables y 307 cuadrangulares, y que venía de pegar 216 y 200 hits en sus dos temporadas previas. Al Juego de Estrellas se presentó cuando llevaba 99 hits, 13 jonrones y 57 remolcadas en la campaña. Fue su primer ponche de tres en 13 turnos legales en 3 Juegos de Estrellas.
A Cronin, que en su carrera pegó 515 dobletes de los 2,285 hits que conectó en 20 años. Venía de liderar la Liga Americana con 45 dobles en 1933. Llegó al Juego de Estrellas con 88 hits, 21 dobles y 73 producidas y con solo 20 ponches en 350 apariciones en el plato. Fue su primer ponche de cuatro en 25 turnos legales en siete Juegos de Estrellas.
1986, FERNANDO VALENZUELA
A sus 25 años de edad, el zurdo mexicano entró al relevo de Dwight Gooden en el cuarto episodio e inició su presentación en el Astrodome de Houston ante 45,774 aficionados tal como la terminó un año antes en el Metrodome de Minnesota frente a 54,960 fanáticos: con un ponche.
El primer bateador ante Valenzuela fue Don Mattingly y lo hizo abanicar el tercer strike, antes de dejar con la "carabina al hombro" a Carl Ripken Jr y al bateador emergente Jesse Barfield para terminar al entrada. Lou Whitaker fue el primer bateador de la quinta entrada y se quedó viendo el tercer strike y enseguida abanicó a su compatriota Teo Higuera para el quinto ponche seguido, pues la racha acabó con rola a las paradas cortas de Kirby Puckett.
En total fueron seis ponches seguidos para Valenzuela en Juegos de Estrellas consecutivos, pues un año antes terminó ponchando a Paul Molitor en la séptima entrada.
¿A quiénes ponchó Valenzuela para hacer historia?
A Mattingly, quien llegó ese día al Juego de Estrellas con 130 hits, 31 dobles, 14 jonrones y 63 remolcadas, y con apenas 20 ponches en 417 apariciones en el plato. Fue su primer ponche de dos en nueve turnos legales seis Juegos de Estrellas. Fue líder de hits en 1984 con 207 y un año después mejorar a 211, además de ser líder de dobles en ambas campañas con 44 y 48, respectivamente. Terminó la temporada como líder en hits con 238 y dobles con 53. En su carrera de 14 años dio 2,152 hits y 442 dobles, además de 222 HRs.
A Ripken Jr, el hombre de hierro de la época que jugó 2,632 juegos consecutivos para romper la marca de Gehrig. Fue su primer ponche de 5 en 49 turnos legales en 18 Juegos de Estrellas. Llegó al All Star con 33 ponches en 376 apariciones al home, 97 imparables, 22 dobletes, 13 jonrones y 49 remolcadas. Fue líder de hits de la Liga Americana en 1983 con 211 y dobletes con 47. En 21 años pegó 3,184 hits en 3,001 juegos, 603 dobles y 431 jonrones. En 2007 fue electo al Salón de la Fama.
A Barfield, quien al llegar al Juego de Estrellas tenía 99 hits, 22 dobletes, 21 jonrones --en camino a terminar como líder de la Liga Americana con 40-- y 65 producidas, además de 71 ponches en 381 apariciones al bate. Fue su único llamado al All Star. Jugó 12 años en MLB y pegó 1,219 hits, con 241 vuelacercas.
A Whitaker, quien sumaba 86 hits y 12 jonrones al clásico de medio temporada, con 39 ponches en 354 apariciones en el plato. Fue seleccionado a cinco Juegos de Estrellas y en su carrera de 19 temporadas pegó 2,369 hits, 244 jonrones y 420 dobles. Fue su único ponche en ocho turnos legales al bate en cuatro All Stars que jugó.
A Higuera, quien tomó su único turno al bate en Grandes Ligas en su carrera de 9 temporadas en Grandes Ligas ante Valenzuela, pues con los Milwaukee Brewers siempre tuvo bateador designado en la Liga Americana.