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Javy Báez necesita recuperar agresividad selectiva

CHICAGO - En esta Serie Mundial el jugador de cuadro puertorriqueño Javier Báez parece haberse alejado de la disciplina en el plato que había desarrollado esta temporada y será crucial que recupere esa "agresividad selectiva" que lo llevó a convertirse en un jugador clave en playoffs para los Chicago Cubs.

"Su swing es un poco violento a veces, pero tiene una rapidez en el bate que es increíble que no se ve todos los días en un pelotero, especialmente en un pelotero joven", explicó a ESPN Digital Louis Eljaua, el asistente del gerente general y director ejecutivo de scouting internacional al hablar de Báez.

"Eso se vio en su primer año de Grandes Ligas; se ponchaba mucho. Ahora está mucho más selectivo. Nosotros le decimos [en inglés] 'selective agressive', agresivo pero selectivo a la misma vez".

Báez fue coronado como uno de los Jugadores Más Valiosos de la Serie de Campeonato tras registrar un promedio de bateo de .318 (de 22-7) con cinco carreras impulsadas contra Dodgers de Los Ángeles, manteniendo su excepcional ritmo de la Serie Divisional, donde bateó para .375 (de 16-6).

Entre la serie divisional y la de campeonato, Báez se combinó para sólo ocho ponches en 38 turnos, o un 21 por ciento de las veces, muy por debajo del alto promedio que tuvo en su primera promoción a Grandes Ligas en 2014. Esta Serie Mundial Báez ha retrocedido, conectado sólo 2 hits en 17 turnos a través de cuatro partidos (.118) y ponchándose seis veces (35 por ciento).
El puertorriqueño tuvo unos excepcionales primeros 10 partidos, creciéndose en el máximo escenario del béisbol después de arrancar la temporada como un jugador sin posición ni regularidad en el equipo.

Esta campaña, Báez se convirtió en sólo el segundo pelotero en los últimos 89 años de historia de los Cachorros en arrancar por lo menos 20 partidos en tres posiciones distintas dentro del diamante. En la campaña regular, Báez bateó .273 con 14 cuadrangulares y 59 carreras impulsadas en 142 partidos.

La llegada de Ben Zobrist fue un fuerte golpe para las aspiraciones de Báez de titular en segunda base, pero el boricua logró hacer todos los ajustes necesarios para permanecer en la gran carpa después que Chicago tuvo que lidiar con la lesión de Kyle Schwarber.

Báez tuvo grandes problemas adaptándose al pitcheo de Grandes Ligas al ser subido por primera vez en agosto de 2014. El boricua cuenta con una excepcional velocidad en su bate, pero su alto promedio de ponches, habiendo acumulado 122 en sólo 83 partidos en la gran carpa fue una alerta roja.

No obstante, el puertorriqueño llegó a Chicago al ser uno de los peloteros que más ha emocionado a Tim Wilken, el ex ejecutivo a cargo del sistema de cazatalentos de los Cachorros por casi una década, quien fue también asistente especial del equipo y es ahora miembro del Salón de la Fama de Scouts.

"No podía dejar de mirarlo. Me lo podía imaginar en el patio de su casa, haciendo las jugadas que iba a hacer 10 o 15 años más tarde", dijo Wilken en una entrevista con Fox Sports al hablar de Báez. "Me emocionaba verlo como nadie lo ha hecho. Es el epítome de un pelotero".

"Tim Wilken siempre tenía el ojo en Javy Báez, le encantaba Javy, y decía que ese iba a ser el hombre si llegaba a nosotros y así fue", explicó Eljaua sobre el draft de 2011, donde Báez fue la novena selección de primera ronda, justo después que su compatriota Francisco Lindor.

"[Báez] fue una selección de primer round así que las expectaciones siempre han sido altas con él. Lo felicito porque se fajó mucho para hacer esos ajustes, con un pelotero joven a veces no es fácil controlar la agresividad que tienen, porque nunca le quieres quitar la agresividad a un pelotero", agregó el ejecutivo cubanoamericano.

"Él encontró la forma de ser él en el terreno, agresivo, que se faja en el terreno y que no le tiene miedo a ninguna situación. Todavía falta mucho para su desarrollo y crecimiento; estamos viendo a un pelotero estrella por muchos años. Pero el talento está ahí y siempre ha estado ahí".