HOUSTON - La Serie Mundial termina para Houston este domingo por la noche, sin importar el resultado del Juego 5 entre sus Astros y Dodgers de Los Ángeles .
Y para una parte de la población de la ciudad, a partir del lunes habrá que regresar de nuevo a lidiar con los problemas y secuelas que aún se sienten poco más de dos meses después que el huracán Harvey azotó como nunca la región.
Durante casi un mes de postemporada, los pobladores de la urbe que más sufrió han tenido en los Astros un refugio para atenuar sus penas.
"Nos hubiera gustado que la Serie Mundial terminara aquí con la coronación de los Astros", dijo Julián Fernández, un aficionado al béisbol de origen colombiano. "Estas semanas han sido muy divertidas viendo a los Astros en playoffs, disfrutando sus triunfos, con la esperanza de que consigan el primer campeonato para la ciudad".
Fernández tiene razón. El béisbol ha representado un oasis para una ciudad que en diversas zonas aún evidencia los daños del huracán, como locales comerciales cerrados y casas, que parecen abandonadas desde afuera, severamente maltratadas por el agua.
En algunas otras partes de Houston hay calles cerradas, y se ven como obreros tratan de restaurarlas; además, hay vecindarios enteros donde los trabajos de arreglo de las viviendas se realizan a marcha forzada.
Algunos hoteles de las principales zonas están casi a su totalidad y no precisamente por la Serie Mundial, sino por empresas de construcción, de electricidad, de muy diversos ramos que tienen a cientos de empleados alojados porque llegaron de otras regiones como parte de los esfuerzos de reconstrucción.
"Hay lugares en los que estamos cambiando toda las líneas eléctricas en algunos edificios para estar seguros de que no tienen daños", Drew Stevens, un contratista de Austin, que ha pasado casi dos meses viviendo en un hotel del centro al ser parte del grupo de personas involucradas en los trabajos de recuperación de la Ciudad Espacial. "La empresa para la que trabajo tiene al menos 120 personas en Houston, viviendo en diferentes hoteles".
El área ha vivido con fervor dentro y fuera del estadio los primeros dos encuentros contra los Dodgers, en especial el que ganaron el viernes por la noche, aunque la esperanza por conquistar el título de las Grandes Ligas sigue latente, a pesar de la derrota del sábado.
"Espero que puedan ganar el campeonato", dijo Billy Rivas, un empleado de un restaurante de comida rápida cercano al estadio. "Eso daría mucha alegría a todos aquí en Houston. Todos sabemos que el fútbol americano es el deporte que manda en Houston y en Texas en particular. Pero los Astros se han ganado a casi todos. Han hecho mucho, en especial después del huracán".
Dentro del terreno de juego, los Astros ganaron 102 partidos; fuera, han trabajado fuerte para ayudar a personas que sufrieron pérdidas económicas y hasta humanas durante la tragedia del verano pasado.
Por ejemplo, en días pasados, la Fundación del parador en corto Carlos Correa junto al Houston Children's Charity y la agrupación Texas Mattress Makers, donó cientos de colchones, camas y cobertores, para que personas aún damnificadas pudieran dormir más cómodos.
Los Astros dieron el derecho de lanzar la primera bola del juego inaugural en su parque de pelota al ala defensiva de los Texas J.J. Watt, como homenaje a los más de 37 millones de dólares en efectivo que reunió para las víctimas de Harvey.
"Espero que sean campeones, lo merecen", agregó Rivas en referencia a los Astros. "Los hemos visto crecer como jugadores. Muchos llegaron bien jovencitos aquí, como Correa. Y más lo merecen por la manera en que han ayudado a que esta ciudad tenga razones para sonreír en medio de tantos problemas".
La Serie Mundial (2-2) terminará en el Dodger Stadium, ya sea en seis partidos, como ya está garantizado el martes, o si es necesario disputar un séptimo y definitivo encuentro el miércoles por la noche.