Los que vivieron esos tiempos y los que supieron de esas historias a través de sus padres, en algún momento habrán dicho: “Es una historia de película”.
Oscar Natalio “Ringo” Bonavena murió de un balazo en el corazón, asesinado en un burdel de lujo de Reno, Nevada, el 22 de mayo de 1976. TenÍa 33 años. En ese mismo momento nació una leyenda que no cesa, sino que se agranda con el correr de los años.
“Fue todo un desafío, por supuesto”, afirma Jerónimo Bosia, el encargado de encarnar a Bonavena. “Había leído y escuchado de él y cuando supe que había casting, ni lo dudé, me busqué el vestuario más adecuado, tomé un habano y entré diciendo que era Ringo. Y quedé…”.
Actuaste, queriéndolo o no, como hubiera hecho el propio Oscar. “Y, supongo que sí, porque él no tenía límites. Cuando empecé en el trabajo sentí que era un desafío más grande de lo imaginado. ¿Cómo interpretarlo sin copiarlo o ser simplemente una caricatura? ¿Cómo entrar en una personalidad tan compleja? ¿Y qué hacer con su voz, que era tan típica, sin hacer un estereotipo? Bueno, fueron horas de trabajo, de ensayo y de ir metiéndome en una piel tan especial, sin dudas…”.
Con él está Nicolás Pérez Veiga, director de la serie co-autor y también un estudioso de Bonavena. “Si, se puede decir estudioso, porque revisamos viejos recortes para no dejar detalles al azar, porque tratamos de ser lo más fieles posible no solo a la época sino a los personajes, sobre todo porque Bonavena fue asesinado de un balazo, lo que convierte una historia que empieza como la de un boxeador divertido y mediático, continúa como un drama que es casi un western, y ante todo, un thriller. Todo eso en una misma historia. Y, realmente, sentimos que se dieron las circunstancias, los actores y la producción para lograrlo”.
La historia es cronológica, desde sus comienzos en Parque de los Patricios, su llegada a Nueva York, su ascenso, aquella gran victoria ante Gregorio Peralta, que le valió el campeonato argentino y por supuesto, su choque con Muhammad Ali, que conmocionó el país. Y no faltan también sus aspiraciones de cantante popular y el muchacho de barrio, que termina enredado en una historia brumosa en Reno.
“Yo no tenía demasiada información de todo aquello, y mucho menos en detalle”, explica Lucila Gandolfo, que interpreta a Sally Conforte, la esposa de Joe, el dueño del Mustang Ranch. “Una relación entre un hombre de treinta años y una mujer en sus sesenta, todo un símbolo quizás también de la devoción que Oscar tenía por su madre, una relación que de alguna manera desemboca en la tragedia, porque Sally fue manager de Bonavena. Todo eso, sumado al hecho, para mí no menor, de hablar inglés con un acento norteamericano que también tuve que estudiar y asimilar. Creo que todos podemos utilizar la misma palabra: desafío”.
Martin Slipak encarna a Vicente, uno de los hermanos de Ringo. “De él tampoco hay demasiado, aunque si estaban siempre juntos y es un personaje atractivo desde muchos puntos de vista, porque ambos empiezan con un sueño y luego se van metiendo en un laberinto, en donde Oscar, por supuesto, es el propio eje de ese laberinto”.
La serie consta de 7 capítulos de 40 minutos cada uno. Una producción exclusiva de STAR+, rodada en Buenos Aires y Mendoza, que promete ser lo más fiel a la realidad, pero interpretando hechos, motivaciones y situaciones.
En síntesis, esa palabra, la de “Desafío”, es casi un factor común para todos.
“Simplemente tienen que verla, y van a sentir que por momentos emociona y por otros divierte, pero todos se van a caer de c…, porque es genuina”, afirma Jerónimo, y se ríe con la risa contagiosa y alegre que tenía Bonavena, el que fue para todos, simplemente Ringo.