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¿Podrá Haney evitar el gancho de izquierda de Norman?

Timothy Bradley Jr. analiza la pelea por el título entre Brian Norman Jr. y Devin Haney, y comparte sus opiniones sobre cómo podría desarrollarse el combate.


En un deporte donde chocan los mundos de dos boxeadores y las estadísticas solo dan pistas de lo que puede suceder, la verdad es que nunca lo sabemos con certeza hasta que suena la campana final. Y esto volverá a ocurrir cuando Brian Norman Jr. y Devin Haney se enfrenten por el título de peso welter de la OMB de Norman en Riad, Arabia Saudita, este sábado (DAZN PPV, 17:00 ET).

En el combate estelar, el campeón de peso semipesado del CMB, David Benavidez, se enfrenta al siempre peligroso contendiente Anthony Yarde, conocido por su devastador poder de nocaut. Pero la pelea más esperada de la noche es Norman vs. Haney, en la que Haney buscará un título mundial en su tercera categoría de peso. Una victoria abriría el debate sobre si Haney merece un lugar en el ranking libra por libra. Pero hay una gran pregunta en el corazón de esta pelea: ¿Podrá Haney resistir la pegada de Norman, especialmente su feroz gancho de izquierda?

El poder de Norman está sobradamente documentado. Su último oponente, Jin Sasaki, declaró haber perdido la memoria durante seis semanas, según Issei Nakaya, presidente del gimnasio de boxeo Nakaya, después de que Norman lo noqueara brutalmente en el quinto asalto en junio.

También está bien documentada la vulnerabilidad de Haney al gancho de izquierda de Ryan García cuando se enfrentaron en abril de 2024, golpe que lo derribó tres veces. Esto añade un elemento de intriga al combate del sábado.

¿Podrá Haney superar a Norman en técnica y estrategia a lo largo de 12 asaltos? ¿Podrá idear y ejecutar la estrategia perfecta para neutralizar la pegada de Norman?

El impulso favorece a Norman, quien llega a la pelea tras tres victorias, todas por nocaut espectacular, y hará su tercera aparición en el ring este año. Haney solo ha peleado una vez desde que se tomó un año de descanso muy necesario tras su desastrosa pero valiente actuación contra García. Se levantó de la lona tres veces para completar la distancia en una pelea que posteriormente fue declarada nula debido a que García dio positivo por una sustancia prohibida. Haney regresó el 2 de mayo, pero ofreció una actuación mediocre en su victoria por decisión unánime contra José Ramírez en Times Square, Nueva York.

Considero que el combate de este fin de semana es un duelo muy parejo. La combinación de velocidad, potencia y agresividad de Norman choca con la rapidez de manos y el juego de pies de Haney, su excelente sincronización y su astucia táctica.

Ambos boxeadores suben al ring buscando no solo la victoria, sino también respuestas. Haney necesita demostrar que aún tiene todo lo necesario para competir al más alto nivel. Norman tendrá la presión de demostrar el devastador poder de nocaut que exhibió en sus últimas tres peleas en un enfrentamiento contra Haney, futuro miembro del Salón de la Fama, quien a sus 27 años se encuentra en la plenitud de su carrera.

Analicemos detenidamente el combate y anticipemos cómo podría desarrollarse.


Comprendiendo el estilo de Norman

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Creo que aún no hemos visto la mejor versión de Norman. Con tan solo 24 años, todavía le faltan un par de años para alcanzar su máximo potencial.

Norman pelea con un estilo agresivo y ofensivo, pero nunca a costa de una defensa sólida. Combina velocidad de manos con potencia de nocaut en ambas, y destaca por su habilidad para conectar golpes entre los ataques del oponente. Si eres aficionado al fútbol americano, imagina a un corredor de la NFL irrumpiendo entre los guardias.

Incluso antes de que comience el intercambio de golpes, su postura de boxeo lo dice todo. Se mantiene rígido, tenso, tranquilo y erguido, irradiando fuerza, peligro y potencia bruta. Su base, sostenida por unas pantorrillas enormes como troncos de árbol, le da estabilidad, permitiéndole aferrarse a la lona como un camión estacionado.

Partiendo de esa base, varía su jab con sutileza. A veces es un ligero tanteo para calcular la distancia. Otras veces, usa un jab de medición para bloquear el paso de los golpes. Parafraseando el fútbol americano, es como un linebacker que se abre paso a la fuerza para detener una jugada. Y cuando Norman lanza su potente jab, lo hace con la suficiente autoridad como para paralizar a sus oponentes.

En la corta distancia, Norman utiliza el control físico a su antojo, inmovilizando los brazos de su oponente para bloquear los golpes, abriendo la guardia para crear huecos y rompiendo la postura manipulando la cabeza. Una vez que controlas la cabeza, el resto del cuerpo la sigue. Norman aplica estas tácticas con eficacia, dominando cada intercambio en la corta distancia.

Utiliza choques de hombro y bloqueos (con la mano adelantada extendida) para desequilibrar a sus oponentes, robarles ventajas posicionales y convertirse en una amenaza constante en la corta distancia. Una vez dentro, impone su voluntad, castigando el cuerpo de sus rivales mientras los domina con fuerza, controlándolos con una presión que convierte cada segundo de combate en una tarea titánica.

Norman es la personificación del boxeador-pegador nato, la pesadilla de cualquier boxeador. No solo posee experiencia, habilidad y potencia, sino también una voluntad de hierro y una determinación inquebrantable. Tiene mentalidad de desfavorecido y se crece demostrando que los escépticos se equivocan. Convierte el escepticismo en combustible para dominar. Cuando su habilidad no basta, su voluntad actúa como un salvavidas, manteniendo intacto su récord hasta la fecha.


Comprendiendo el estilo de Haney

El estilo de Haney se basa en la resolución de problemas. Si surge un problema en el ring, él tiene la solución. Es un boxeador nato con una pegada respetable que supera a sus oponentes en maniobras y posicionamiento gracias a su técnica y movimientos calculados. Haney utiliza los ángulos para obtener una posición superior y un jab preciso y fulminante para desbaratar el ritmo y la sincronización de sus rivales.

Emplea un sutil juego de pies para limitar las opciones ofensivas de sus oponentes. Los mantiene desequilibrados con fintas constantes, dejándolos fuera de ritmo, confundidos y dudando de su estrategia. Luego los ataca uno a uno, obligándolos a buscar soluciones que él nunca les permite encontrar.

Haney hace lo que sea necesario para ganar. Posee habilidades boxísticas de élite, ejecuta su plan de pelea con disciplina y ha demostrado la capacidad de ajustar su estrategia si se le da una segunda oportunidad. Su juego de pies es rapidísimo, lo que le permite evadir, reposicionarse y crear ángulos para atacar a sus oponentes por sorpresa.

Contra boxeadores agresivos, Haney neutraliza su impulso con agarres y clinch bien sincronizados, sofocando sus ataques antes de que puedan generar una ofensiva. Haney no les da tregua a sus oponentes. Se mueve como si estuviera en un juego de quemados, esquivando, eludiendo y frustrando a quienquiera que tenga enfrente.

La cualidad más subestimada y quizás la que más lo define es su disposición a arriesgarse. Dejando de lado su actuación más reciente, siempre ha buscado los desafíos más difíciles, sin rehuir jamás a la competencia de élite. (Ha peleado contra Vasiliy Lomachenko, George Kambosos dos veces, Yuriorkis Gamboa y Regis Prograis, con victorias en todos los casos). Opera bajo un sistema de lucha o huida, donde la presión y la incertidumbre no lo desestabilizan, sino que lo transforman y lo energizan.

Bajo esas condiciones, sus habilidades boxísticas se disparan y su preparación alcanza su máximo nivel. Una sola mirada a su físico el día del pesaje te dice todo lo que necesitas saber sobre la disciplina e intensidad que hay detrás de la mentalidad y el entrenamiento de Haney.


Cómo puede desarrollarse la pelea

Estilísticamente, tanto el campeón, Norman, como el retador, Haney, tienen caminos claros hacia la victoria. Puedo imaginar múltiples posibilidades y resultados: una victoria disciplinada de Haney en los 12 asaltos, un nocaut brutal o una victoria por decisión para Norman. Incluso he soñado con un escenario en el que Haney conecta un derechazo tras un gancho de izquierda fallido de Norman, noqueando al campeón. La pelea ofrece un amplio abanico de posibles resultados, y eso es lo que la hace tan apasionante.

Preveo que esta pelea será intensa desde el primer campanazo. Es probable que Norman intente imponerse desde el principio, presionando para obligar a Haney a usar sus pies y mantener la distancia. Es importante entender que cuando un boxeador se mueve lateralmente, haciendo pasos en C alrededor del ring, su base se ve brevemente comprometida y debe restablecer su postura antes de poder golpear con cualquiera de las dos manos.

El jab es el único aspecto en el que Norman podría encontrar resistencia inmediata. A lo largo de su carrera, la defensa contra el jab no ha sido su punto fuerte, ya que con frecuencia recibe golpes en el puente de la nariz debido a su falta de movimiento de cabeza. Haney ha cimentado su carrera en poseer uno de los jabs más precisos y efectivos del deporte. Aun así, un inicio rápido y contundente de Norman podría desestabilizar el ritmo de Haney y reducir la efectividad de su jab antes de que se convierta en un verdadero problema. Obligar a Haney a retroceder es fundamental para controlar el combate.

Para Norman, presionar es esencial, pero la forma en que lo hace es crucial. Haney posee una de las mayores inteligencias sobre el ring en el boxeo. Derrotó a Lomachenko, una leyenda viviente cuya técnica está grabada en la historia del deporte. Haney se destaca por leer patrones, detectar ataques evidentes, malos hábitos técnicos y secuencias repetitivas que sus oponentes no logran disimular. Basta con ver Haney vs. Kambosos 1 y 2. Su capacidad para reconocer patrones y ejecutar su estrategia fue excepcional en ambas peleas.

Cuando Norman acorta la distancia para conectar sus golpes de poder, suele usar una combinación 2-1 (un cruzado de derecha seguido de un jab) mientras salta hacia su oponente. En esos momentos, se expone por una fracción de segundo. Si ese patrón de entrada se repite, Haney tiene la visión y la sincronización para aprovecharlo, atrapando a Norman antes de que pueda llegar a su posición preferida a media o corta distancia. También puede potenciar la pegada de Haney, provocando un impacto directo en la barbilla de Norman.

Haney no está exento de defectos, que quedan patentes en los vídeos. Dependiendo de la versión que se presente la noche del combate, la de sus inicios o la más reciente, Norman puede aprovechar ciertos patrones y hábitos. Desde el jab de Haney, con la mano derecha retraída, hasta su amplio gancho de izquierda, presente en ambas versiones de Haney, o su tendencia a inclinarse constantemente hacia un lado (normalmente el derecho) para evitar ser golpeado, estos hábitos dejan huecos. Incluso un boxeador tan técnico como Haney se vuelve vulnerable.

La capacidad de Norman para golpear mientras sus oponentes lanzan golpes será un factor clave en este combate. Su gancho de izquierda tras un jab o un paso atrás es particularmente peligroso, capaz de aprovechar la apertura que Haney suele dejar al lanzar el jab y bajar ligeramente el guante derecho por debajo de la barbilla. De igual manera, el uppercut o el gancho de izquierda de Norman pueden alcanzar a Haney cuando este se inclina hacia la derecha bajo presión, buscando cobertura. Estas sutiles tendencias podrían neutralizar algunas de las habilidades tácticas y técnicas de Haney, pero solo si Norman conecta sus golpes en el momento preciso.

El reto para Norman reside en que no se ha enfrentado a un estilo como el que Haney desplegará el sábado.


¿Quién gana?

La mayoría de los pegadores potentes confían en una buena posición de pies para maximizar su fuerza. Su mentalidad es simple: noquear al oponente. Pero cuando te enfrentas a un táctico ágil, con pies rápidos y gran inteligencia en el ring, la potencia por sí sola no basta. Solo funciona si conectas los golpes. Lo sé por experiencia. Cuando peleaba, tenía la condición física necesaria y podía aprender cualquier técnica y táctica para someter a casi cualquier estilo. Norman ya ha demostrado ser explosivo y tener una gran capacidad atlética. Si logra combinar esa potencia con movimientos eficientes para acorralar a su oponente y aprovechar el timing, tiene una gran oportunidad de superarlo en maniobras, en combate e incluso de noquearlo.