<
>

México espera que sus brazos sean más fuertes que sus bates

El lanzador del equipo de México Jacob Sánchez lanza durante un partido de exhibición del Clásico Mundial 2017 ante los Diamondbacks de Arizona. Mark J. Rebilas / USA TODAY Sports

CIUDAD DE MÉXICO -- Si ha habido un momento clave que asocie a México con la producción de lanzadores de calidad, se puede precisar cercano a la época de la "Fernandomanía". Luego que la celebración del título de Serie Mundial de 1981 de los Dodgers de Los Ángeles sobre los Yankees de Nueva York, la actuación de Fernando Valenzuela, entonces con 20 años de edad, estaba en boca de todos. Valenzuela se llevó los premios Cy Young y Novato del Año por su espectacular temporada inicial en las Mayores.

"Creo que nuestra comunidad mexicana e hispana siempre ha sido aficionada al béisbol", dijo Valenzuela en una reciente entrevista con ESPN. Durante su carrera en Los Ángeles, y después de forma breve en San Diego y otros sitios, el lanzador conquistó corazones y mentes durante su larga y productiva carrera. En su nativo México, Valenzuela inspiró a una generación de futuros profesionales e inspiró a que los scouts se dirigieran al sur de la frontera con Estados Unidos en búsqueda de sus propios peloteros fenómeno.

"Pienso que a nuestra comunidad mexicana e hispana siempre le ha gustado el béisbol", dijo Valenzuela en entrevista reciente con ESPN.

Un total de 121 jugadores mexicanos han llegado a Grandes Ligas, desde que Baldomero "Mel" Almada hiciera su debut en 1993, de acuerdo con Baseball Almanac. Antes que "El Toro" apareciera en la escena del béisbol, menos de la mitad de sus paisanos que le precedieron se montaron en la loma. Sin embargo, entre 1981 y 1990, cuando Valenzuela tuvo sus mejores años en la pelota, todos los mexicanos que llegaron a las Mayores, con la excepción de apenas dos, eran pitchers.

Es una tendencia que ha seguido hasta el día de hoy, cuando la mayoría de las principales exportaciones de México a la pelota mayor son serpentineros. Durante la pasada campaña, la historia amenazó con repetirse cuando el joven abridor mexicano Julio Urías irrumpió en la escena con los Dodgers. Urias, al igual que Valenzuela, produjo mucha anticipación con la promesa que hay alrededor de su carrera en la Gran Carpa.

"Julio Urias está muy cerca de hacer lo logrado por Fernando", dijo el scout de los Dodgers Mike Brito a ESPN. Y Brito, el hombre que saltó a la fama por haber descubierto a Valenzuela y a Urias, ha visto mucho talento en el pitcheo en las décadas que tiene en el mundo del béisbol.

La idea que México es una nación llena de brazos talentosos no es única a los Estados Unidos. Mientras el país se prepara para su cuarta aparición consecutiva en el Clásico Mundial de Béisbol, el manager del equipo de México Edgar González admitió que su disponibilidad de pitcheo es la menor de sus preocupaciones.

"México siempre ha contado con gran pitcheo", dijo González a ESPN México el mes pasado. "Creo que este año no es la excepción. Si ves nuestro cuerpo de lanzadores, casi todos están jugando en Grandes Ligas".

Durante una reciente gira de medios en el país, la mayoría de las preguntas dirigidas a González con respecto al pitcheo fueron dificilmente incisivas, siendo interrogado solo sobre los retos que podría traerle una tentativa ausencia de Urias (está en el roster pero es poco probable que compita debido a las preocupaciones que los Dodgers tienen sobre él). En contraste, la falta de producción ofensiva de México en puestos claves será una preocupación ya que el país enfrentará un grupo complicado en la primera ronda del torneo de este año. En sus últimos cinco compromisos del Clásico Mundial de Béisbol, contando a partir de 2009, México ha fallado en anotar más de cinco carreras en cualquier cotejo, ganando apenas uno de esos juegos y sin poder clasificar a la segunda ronda durante la pasada edición en 2013.

A pesar que México ha producido fuertes bateadores en el pasado, González tiene razón al afirmar que el pitcheo es una constante para el país. Además del hecho que Valenzuela inspiró a generaciones con su éxito, hay muchas teorías con respecto al por qué los prospectos del país azteca se convierten en lanzadores con tanta disposición.

"Creo que, entre otras cosas, se les hace más fácil debido al (porte) físico de los mexicanos", afirma Pedro Gutiérrez, ex pelotero juvenil y comentarista de los Padres de San Diego en su circuito radial en español.

La historia nos enseña, sin embargo, que si bien la altura es importante, no es un factor que defina el éxito de un bateador en forma determinante (Erubiel Durazo, por ejemplo, con 1,92m (6'3") de estatura y 108 kg (240 lb) tuvo una carrera menos estelar que Vinicio Castilla, con 1,86m (6'1") y 90 kg (200 lb), y bien si tomamos en cuenta que este deporte ha preferido físicos imponentes en la era de los esteroides y después de ella. "México no produce muchos jugadores de cierto tamaño. Puedes ser un pelotero más pequeño y ser exitoso, pero no es fácil", prosigue.

Desde que Valenzuela tuvo éxito, se ha convertido en un lugar comun para los aspirantes a peloteros en preferir la lomita, lo cual a su vez estimula a los coaches y scouts en dar mayor preparación e instrucción a los pitchers. "Definitivamente hay mayor disciplina y preparación para los lanzadores jovenes, al contrario de lo que ocurre con los bateadores", indica Gutiérrez.

Al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos, donde se comienza a impartir nociones de pitcheo a niños con una edad tanto mayor, González recuerda que, cuando comenzó a practicar béisbol en Tijuana, veía pitcheos vivos desde los cuatro años, a una edad cuando la mayoría de los niños al Norte juegan 'Tee-ball'.

Sin importar la razón, bien sea por la búsqueda de un potencial ganador del Cy Young o porque la genética los haga tener mayor disposición a estar en el montículo, la prominencia del pitcheo en México ha provisto una lista de ligamayoristas a tiempo completo en las décadas posteriores a la emergencia de Valenzuela al estrellato.

El roster de México para el Clásico Mundial este año tendrá jugadores con credenciales de Todos Estrellas, como Yovani Gallardo, Joakim Soria y Sergio Romo en rol estelar; además, figuras jovenes como Roberto Osuna (finalista para el premio al Novato del Año en 2015) tendrán la oportunidad de mostrar su talento en una escena a nivel internacional. Si el equipo de México requiere ayuda de emergencia, Marco Estrada y Urias podrían ser llamados. Otras figuras, como Jaime García y Jorge De La Rosa, declinaron participar.

A pesar de las afirmaciones de González, que considera que la ofensiva de México estará al nivel de otras naciones favoritas, el sentido común indica que las esperanzas aztecas dependerán, una vez más, de la forma cómo su staff pueda acallar a los bates rivales, contando con el superávit de lanzadores que hay en su roster.

La tendencia, indudablemente, seguirá en el futuro. Aunque Valenzuela ya lleva años retirado, la población actual de jugadores mexicanos en Grandes Ligas habla por sí sola. De los 22 peloteros activos nacidos en México que actualmente hacen vida en las Mayores, 18 son pitchers, un legado visto como positivo por Valenzuela.

"Si lo que conseguí en mi carrera pudo contribuir a eso de cualquier manera, es algo que me hace sentir muy feliz", dijo Valenzuela.