La alegría en Mercedes-Benz no fue completa en el GP de Hungría de Fórmula 1, que se vive por Star+ (no incluye México). Mientras Lewis Hamilton celebraba su pole position (la 104 de su carrera), tras 33 carreras sin ganar una clasificación, su compañero, George Russell, masticaba bronca y esparcía su diatriba con cuanto micrófono andaba cerca. Es que el ex-Williams no pudo siquiera avanzará de Q1 y deberá largar 18º. Toto Wolff, director del equipo con base en Brackley mostró su tirria con un fuerte golpe sobre la mesa, tomado por las cámaras de la TV internacional.
"En toda mi sesión estuve en la pista en el momento equivocado, en los lugares equivocados, asumiendo demasiados riesgos como equipo”, disparó Russell. "El coche era tan rápido que no necesitábamos repostar combustible para una vuelta e ir justo al final y con mucho tráfico, pero estaba tratando de respetar el acuerdo de caballeros con los otros pilotos y me adelantaron un par de autos, sobre todo Pierre (Gasly), quien me superó en la última curva", agregó. Sin embargo, reconoció: “Para ser honesto, probablemente habría hecho lo mismo si estuviera en sus zapatos”.
La bronca del vencedor del GP de Brasil de 2022 no paró ahí. "Estaba tres décimas por debajo incluso antes de comenzar, y la vuelta ya se había ido. Así que no voy a culpar a ninguno de los pilotos, todos estamos luchando por nosotros mismos. Como equipo, deberíamos haber hecho un trabajo mucho mejor".
Para el cierre, Russell dejó la frase más fuerte y que seguramente más mella haga puertas adentro de la escuadra alemana en los próximos días: "Hay que luchar por uno mismo. Pero la pista es lo suficientemente grande, tiene 4,5 kilómetros de largo y estamos usando un espacio de un kilómetro con 10 autos, así que solo tenemos que mirarnos en el espejo y reconocer que hicimos una gran cagada hoy".