Agazapados. Así estaban todos los equipos de Fórmula 1 a la espera de un traspié de Red Bull, el equipo que dominó completamente el ejercicio 2023 del Mundial, que se vive por Star+ (no incluye México). Los triunfos del equipo austríaco no cesaban y la 74ª temporada de la categoría se encaminaba a un desfile completo de los autos azules. Pero en Singapur, 16ª fecha, llegó el Waterloo de la escuadra de las bebidas energizantes y un Gran Premio ingresó en una tómbola. Y la bolilla la sacó Ferrari, con un sublime fin de semana de Carlos Sainz, quien venció de manera brillante para sumar su segundo éxito en F1 tras el conseguido en Silverstone 2022.
El dominio del español en la pequeña ciudad-estado asiática fue total. Fue el más veloz en los ensayos del viernes, se quedó con la pole el sábado y dominó de punta a punta en la carrera del domingo. El enorme festejo dentro del box de Ferrari fue mucho más allá del éxito en sí. Es que la temporada de la casa de Maranello fue muy mala. El SF-23 fue concebido en un camino de desarrollo equivocado y buena muestra de ello es que Frédéric Vasseur, el francés que llegó en enero de este año para ocupar el cargo de director general del equipo en reemplazo de Mattia Binotto, ya avisó que el modelo de 2024 será totalmente nuevo. Por lo general, de no existir un cambio de normativa, se realizan pasadas en limpio y actualizaciones del auto del año anterior. Pero en Italia ya están decididos a guardar al SF-23 en algún rincón del museo, bien alejado para evitar recuerdos.
Sin embargo, en Ferrari no tiraron la toalla. Lucharon por intentar revertir un año perdido, porque para el único equipo con presencia perfecta en todas las temporadas de la Fórmula 1, el que más títulos logró, el que más victorias festejó y el que más hinchas tiene en el mundo, solo sirve ganar. El chasis 2023 tuvo atisbos en el año, especialmente en clasificación. El poderoso motor que lo impulso escondió los sábados la mayor debilidad del auto: el ritmo de carrera. El problema más grande pasó por el desgaste tremendo que ejerció sobre los neumáticos. En el parón de vacaciones, la Rossa se jugó las últimas fichas para tratar de sacar adelante, al menos, un éxito. Apostaron fuerte en Monza, donde Sainz logró la pole, pero no pudieron contra el ritmo de los Red Bull. Y llegaron a Singapur con el envión de la última fecha europea del año, donde mostraron el mejor ritmo de carrera del año.
Claro, la ayuda más grande que tuvo Ferrari en el urbano singapurense fue que Red Bull desapareció. Los autos austríacos no fueron competitivos y ahí apareció la Rossa. Pero no la tuvo fácil, por cierto. Porque Mercedes y McLaren también esperaba agazapados algún resbalón de la escudería dirigida por Christian Horner. Y ahí estuvo la cita de Singapur. El final de carrera fue electrizante, con cuatro autos encerrados en una diferencia tan mínima, que de segundo a cuarto todos tenían el DRS activo. Adelante, Sainz, aguantando. Atrás, Lando Norris, quien viene amagando con lograr algún éxito. Y después, el tándem de las Flechas, con George Russell y Lewis Hamilton.
El equipo alemán tenía más resto. En una jugada estratégica, aprovecharon el auto de seguridad virtual que provocó el abandono de Esteban Ocon y los dos ingleses pasaron por boxes a calzar nuevos neumáticos medios. Y comenzaron a girar con un ritmo incontenible en las últimas 20 vueltas. Pero se toparon con Norris (antes ambos habían superado sin problemas a Charles Leclerc) y el de McLaren los contuvo, como pudo. Hamilton finalmente completó el podio después de un error de Russell, quien terminó contra las barreras de contención. Un yerro que puede costar caro a fin de año en la apretada batalla por el segundo lugar en Constructores.
"Es una sensación increíble, un fin de semana increíble, gracias a todo el equipo. Han hecho un gran trabajo para darle la vuelta a un duro comienzo. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer, lo hemos hecho perfecto y nos vamos con una victoria que, seguro que todo Ferrari y toda Italia van a estar muy orgullosos", dijo Sainz tras su triunfo, el 243º en la historia de la Scuderia. "Le di DRS al final a Lando para ayudarle y conseguimos la victoria. Sentí que tenía la tranquilidad y la brecha para hacer lo que podía hacer, pero no voy a mentir, estás bajo presión y si cometes cualquier error, te puede ir mal. Tuve el control en todo momento”, agregó el madrileño.
Ferrari fue el que mejor aprovechó la deflexión de Red Bull. ¿Habrás más? Parece difícil. Los mismos popes del team austríaco esperaban el mal funcionamiento en Singapur, pero ven con muy buenos ojos el resto de la temporada. Tal vez por eso Norris y Hamilton se quedaron con ganas de más, aunque el de Mercedes se fue con el punto extra del record de vuelta y con los 16 que anotó, superó a Fernando Alonso (fue 15º) en el tercer lugar del Mundial. El hetpacampeón es el mejor del resto, sacando a los dos Red Bull, claro.
Verstappen logró minimizar el daño con un quinto lugar por el que debió batallar muchísimo en una pista en la que jamás ganó. “El ritmo fue bueno considerando cómo se dio la clasificación, pero ocurre que siempre vamos mejor en carrera”, dijo el neerlandés, quien, a pesar del mal fin de semana, logró estirar su ventaja al frente del Mundial porque su compañero, Checo Pérez, apenas fue octavo. Algo hay seguro, el Mundial 2023 llegará con vida, al menos, hasta el GP de Qatar. Porque si el bicampeón suma todos los puntos en juego de Japón (26) y el mexicano no anotara, la diferencia se iría a 177 puntos y, tras la visita a Suzuka, quedarán 180 (hay tres carreras con sprint).