Cuando el gato no está, los ratones bailan, reza un conocido refrán. Sin dudas, la cita le cae de perlas al GP de Singapur, 16ª fecha de Fórmula 1 que se vive por Star+ (no incluye México). Porque increíblemente (o quizás no tanto), Max Verstappen desapareció de los lugares que suele frecuentar y Red Bull se convirtió en un equipo permeable, ganable y lento. Si fuera el cuento de la Cenicienta, para el team austríaco, Singapur fueron las 12 de la noche que convirtieron su súper estructura en calabaza. Y claro, si el gato no estuvo, los ratones bailaron. ¿Quiénes fueron los ratones? Ferrari, Mercedes, McLaren, algo de Aston Martin y ¡hasta Haas!
Primero habrá que desmenuzar que pasó con Verstappen, el dueño de la Fórmula 1 actual. El neerlandés no tuvo en ningún momento del fin de semana singapurense un RB19 que le generara confianza. Falta de grip, mal balance y lentitud fue el combo con el que debió batallar en Marina Bay. El cuarto lugar del tercer entrenamiento, a 313 milésimas de Carlos Sainz fue lo mejor que logró. Ese ensayo le dio algo de esperanza de encauzar el rumbo, pero cuando llegó la clasificación, el barco otra vez estuvo a la deriva.
Tan perdido quedó Max y Red Bull, ¡que no pasó a Q3! Sí, increíble, pero por segunda vez en la temporada, Verstappen terminó su clasificación en Q2. “Es muy duro el fin de semana hasta aquí. Tuvimos mejoras en la tercera práctica, pero en clasificación donde hay que ser perfecto, no tuvimos referencia ni balance. No había grip, no fuimos rápidos”, confesó. Su espíritu y hambre competitivo quedó en evidencia en lo ofuscado que se bajó de su RB19 tras ser eliminado. A pesar de acumular diez triunfos en fila y 12 en el año, el bicampeón quiere más.
La noche oscura de Verstappen no se terminó ahí. Porque después de la clasificación debió declarar ante los comisarios de la FIA por dos investigaciones que le abrieron durante la clasificación, aunque todo se resolvió con una reprimenda. Desde el 11º lugar de partida tratará de avanzar y minimizar el daño de puntos, aunque aseguró: “No creo que sea un gran día”.
¿Le faltaba algo a Red Bull? Sí, que Checo Pérez tampoco accediera a Q3. En el caso del mexicano se trata de la séptima vez en 15 carreras (se suspendió Emilia-Romagna, por eso es la 16ª fecha) que no llega al último corte de la clasificación. El tapatío se quejó de falta de grip, tal vez ahí se encuentra la razón del trompo que hizo en su último intento de Q2, que ni pudo hacer. El puesto 13 lo complica aún más que a su compañero para la carrera. “Resbalábamos bastante. Intentamos todo con los neumáticos, más presión, menos presión, pero no hubo caso”, contó.
Con los Red Bull out de la pelea, aparecieron los equipos que durante todo el ejercicio 2023 prendieron velas a la espera de un error de los austríacos para sacar algún provecho de una temporada inundada de bebidas energizantes. Y apareció Ferrari, con la pole de Sainz, segunda en fila tras la lograda en Monza. Nos hemos sentido un poco como en Monza. Hemos encontrado la configuración desde el primer entrenamiento y hemos sido fuertes en todas las sesiones. Me he centrado en no cometer ningún error y si haces una vuelta limpia en Singapur, normalmente, tiene recompensa y hoy me ha dado la pole”, contó un feliz madrileño.
Ahora bien, ¿es Sainz el máximo favorito para aprovechar el tropezón de Red Bull? No es extraño que Ferrari exprima el rendimiento de su poderoso motor en clasificación. El tercer lugar de Charles Leclerc, otro que se ilusiona en Singapur, es una muestra. Pero su Talón de Aquiles es el ritmo de carrera. El SF-23 aniquila los neumáticos y sus tiempos de vuelta se caen en picada cuando avanzan las vueltas, especialmente cuando el peso es elevado al llevar el tanque de combustible a tope en el inicio. “El ritmo de carrera es una incógnita porque aquí los viernes no se puede entender mucho y el Mercedes suele ser un poco más rápido. Tendremos que hacer una buena tanda con los duros para tener una buena oportunidad por primera vez en mucho tiempo. El objetivo es ganar mañana”, dijo el piloto con pasado en McLaren y Renault, quien reconoció que “conocemos nuestra debilidad, que es el ritmo de carrera y ahí es dónde pagamos el precio”.
Con el panorama, el ratón que mejor parado aparece en la previa para bailar ante la ausencia del gato es George Russell. El inglés quedó segundo en la clasificación, pero, lo más importante, es que mostró un ritmo de carrera muy superior al de Ferrari en la simulación del viernes. “Obviamente quiero tomar la delantera contra Carlos Sainz en la largada, eso me haría la vida más fácil. Ferrari es nuestro principal oponente. Es difícil decir qué está pasando en términos de desgaste de los neumáticos. Pero normalmente somos mejores que Ferrari”, dijo el británico. Un dato: las Flechas de Plata se guardaron dos juegos de neumáticos medios para la carrera, una situación que puede terminar en una ventaja enorme contra la Rossa.
¿Más candidatos? Lando Norris volvió a mostrar el potencial de McLaren en esta parte del año y también puede jugar sus fichas a ganador desde el cuarto lugar de partida. Hasta ahí, los que más chances tienen de romper la seguidilla de éxitos de Red Bull (15) y Verstappen (10). Porque Lewis Hamilton confesó no sentirse cómodo con su Mercedes, a diferencia de su compañero, a pesar de largar quinto. Kevin Magnussen está en otro tema con su Haas, largando sexto. En tanto, el que parece haber quedado descolgado de la pelea es Fernando Alonso. El asturiano fue el que les plantó cara a los autos de Milton Keynes en el arranque del ejercicio, pero en las últimas citas se entreveró en la pelea con Mercedes y Ferrari y perdió terreno. El séptimo lugar de partida en Marina Bay no parece ser el escenario ideal.
Singapur parece el lugar elegido para que la racha de Red Bull y Verstappen se termine. Pero es así, las rachas están para cortarlas.