Faltaban segundos para el cierre de la Q1 del GP de Singapur, 16ª fecha de la Fórmula 1 que se vive por Star+ (no incluye México). Yuki Tsunoda acababa de dejar boquiabiertos a todos al marcar un tiempo inesperado que lo dejaba circunstancialmente en el primer puesto. Claro, faltaban muchos pilotos que venían en vuelta. Así, apareció Nico Hülkenberg, quien se metió segundo, pero lo bajó Checo Pérez. Liam Lawson apareció cuarto con el otro Alpha Tauri. Y llegaba el cierre de giro de Lance Stroll, quien necesitaba un buen tiempo porque no estaba pasando el corte. Su Aston Martin ya venía algo descontrolado, patinando. Y llegó a la última curva, mordió el piano y salió espantado contra el muro de contención. El destrozo fue absoluto.
El canadiense, hijo de Lawrence Stroll, propietario del equipo y de parte del paquete accionario de Aston Martin, se bajó rápidamente del auto, mostrando que no había sufrido ninguna lesión. Un motivo que seguramente habrá activado las alarmas de la FIA fue el desprendimiento de uno de los neumáticos del chasis. El piloto pasó por el centro médico del trazado, donde se comprobó que no tenía lesiones.
Un rato después, Stroll contó qué ocurrió: "Empecé mi vuelta lanzada dos segundos por detrás de uno de los Alpine, que no es lo ideal para el rendimiento aerodinámico. No estaba mejorando mucho para entrar en Q2, por lo que fui con todo en la última curva para intentar ganar algo de tiempo. Ha pasado rápido, pero sé los motivos por los que he tenido el accidente. Tener un coche a dos segundos es muy alto, pierdes mucha carga, sobre todo en un circuito así", dijo.
El milagro se dio detrás de Stroll. Porque los dos McLaren llegaron detrás, a fondo, para cerrar sus giros finales de Q1. El susto mayor fue para Lando Norris, quien venía muy cerca del Aston Martin y debió esquivar los pedazos del auto verde, incluyendo el neumático que cruzaba la pista. Oscar Piastri, el otro integrante del team de Woking, debió bajar mucho la velocidad, esquivar los restos y no pudo lograr un tiempo que le permitiera avanzar a Q2. La desazón del australiano fue notoria, porque su MCL60 estaba para mucho más.
La clasificación se detuvo inmediatamente con bandera roja y el primer segmento se dio por terminado. La reanudación se demoró bastante, tiempo que los auxiliares de pista utilizaron para limpiar el asfalto y reparar las barreras de contención.