Historia: el casco de Carlos Reutemann que emulará Franco Colapinto

Reutemann debutó en la F1 en el GP de la Argentina de 1972 y lo hizo en grande: con la pole position sobre el Brabham-Cosworth. En su primera temporada, llevaba un casco blanco. Para 1973 comenzó a usar el diseño que lo acompañaría por el resto de su carrera en el Mundial: blanco, con la parte superior azul, amarillo en los costados. Los colores elegidos no fueron al azar. Respondía al código de colores que cada país tenía que utilizar para identificar a sus autos en las temporadas de los Grand Prix, la prehistoria de la Fórmula 1 y que, aún hoy, siguen en algunos casos. Por ejemplo, los coches británicos eran verdes (como Aston Martin hoy en día), los italianos debían ser rojos (Ferrari, claro), los franceses, azules (el color de base que tiene Alpine) y los alemanes, blancos (como tenía BMW en su participación entre 2006 y 2009). Un asterisco: Mercedes-Benz es plateado porque en la década del 30 del siglo pasado, los ingenieros buscaron alivianar el peso y llevaron sus autos sin pintar; así nacieron las Flechas de Plata.

Volviendo al casco de Lole, el azul y amarillo son los colores de la Argentina en ese código de colores por países. Y con ese diseño, Reutemann logró sus 12 éxitos en F1, entre los que se cuentan tres en Brasil, el mismo país en el que Colapinto lo homenajeará. El santafesino ganó una vez en Interlagos (1977) y dos veces en el extinto Jacarepaguá de Río de Janerio.

Una de esas victorias en Brasil, donde Colapinto llevará el casco con el mismo diseño, quedó para la siempre en la historia. Fue en 1981, cuando bajo la lluvia Reutemann lideraba con Williams, justamente, por delante de su compañero Alan Jones. Quedó para siempre en la memoria el cartel con la indicación Jones-Reut que le mostraron Jeff Hazell y Charles Stuart, por orden de Frank Williams (el dueño del team) durante cuatro vueltas, para cambiar el resultado de la competencia. Lole desobedeció y terminó en triunfo, algo que disgustó a Frank: “En su contrato decía que tenía que ayudar a que Alan Jones fuera campeón otra vez”, contó Williams en una entrevista en la revista CORSA de la Argentina en 2009. El australiano era el monarca en ejercicio tras su consagración de 1980.

Lole lucharía por la corona de 1981 en una temporada llena de suspicacias y que quedó en la sombre de un sabotaje interno y que quedó en manos de Nelson Piquet, por apenas un punto, tras el GP de Las Vegas que se corrió en el estacionamiento del hotel Caesars Palace. En estos tiempos de Colapintomanía, vale el dato: el 27 de septiembre de 1981 se corrió el GP de Canadá, en el que Reutemann podía consagrarse campeón. El horario de la carrera coincidía con un Superclásico Boca-River en la Bombonera por el viejo campeonato Nacional. La AFA decidió cambiar el cronograma del encuentro y jugarlo a la mañana para que la gente pudiera ver la carrera de F1. Y eso que en ese partido jugaron algunos nombres pesados como Diego Maradona, Mario Kempes, Daniel Passarella…

“El casco para este fin de semana es por el Lole Reutemann. Es una forma de representarlo”, dijo Colapinto en la previa de México. Después de 42 años, Williams tendrá un piloto con el mismo diseño de casco, argentino y en Brasil. Hoy, la escudería de Grove nada tiene que ver con la de Sir Frank, después de que su hija Claire, hundida por las deudas, decidiera vendérselo a la compañía estadounidense Dorilton Capital.

Verónica Ghio, la exesposa de Reutemann, habló con Radio Rivadavia y dijo: "El homenaje de Colapinto siento que es muy humilde y a su vez inmenso y visible. Me sorprendió lo de pensar y unir dos generaciones tan diferentes; nunca imaginé un homenaje así. Él decía que la gente toma ese deporte como glamour y como un montón de cosas, pero es muy distinto para aquel que está metido adentro del deporte".