El piloto argentino fue promovido a titular de manera sorpresiva para reemplazar a Logan Sargeant para las últimas nueve fechas de 2024. En Abu Dhabi se cerró el programa, que tuvo momentos brillantes y otros complicados.
El GP de Abu Dhabi marcó el final del programa de nueve carreras que Williams armó para Franco Colapinto en la Fórmula 1 de 2024. Claro, llegan los tiempos de balance y análisis. El abandono en Yas Marina fue el colofón de una campaña que mezcló momentos muy altos con otros muy bajos.
Primero, repercusión. La extensa racha de 23 años sin un representante en la Fórmula 1 fue muy larga para los fanáticos del automovilismo en la Argentina. Muchas canas peinan aquellos que rememoran con añoranza las batallas de Carlos Reutemann allá lejos en la década del 70 e inicios de la del 80 del siglo pasado. Después pasaron otros nombres, como Norberto Fontana, Esteban Tuero y Gastón Mazzacane. Pero lejos estuvieron de poder batallar siquiera por algún puntito, en épocas de más autos y menos posiciones puntuables, es cierto. El desembarco de Colapinto provocó furor total en su país. Y no solo de fanáticos de los autos, su fuerte participación en redes sociales generó que muchos millennials y generación z, que en muchos casos jamás habían visto una carrera de F1, se sumaron a la Colapintomanía. Las interacciones con las publicaciones de Franco volaron por el aire.
En cuanto a lo deportivo, la irrupción de Colapinto fue tan sorpresiva como su ungimiento a piloto titular en reemplazo de Logan Sargeant. El argentino no había mostrado un nivel superlativo tanto en F3 como en F2, pero en Williams lo eligieron por su trabajo puertas adentro de la base de Grove. Su labor en el simulador, su profesionalismo, sus ganas… Todo eso fue lo que llamó la atención a los popes del mítico equipo inglés. Y sus primeros pasos en F1 fueron sensacionales. Después de un sólido debut en Monza, llegó su fantástico trabajo en Bakú, con el octavo lugar y puntos en apenas su segunda carrera. Así, cortó con una racha sin argentinos anotando en F1 desde que Carlos Reuteamnn lo hiciera en Sudáfrica 1982. Luego llegaría el calvario de Singapur, que pudo sobrellevar con un muy buen ritmo, en condiciones extremas por el calor y la humedad. Y arrancó el ruido de posibles destinos para que Franco fuera titular en 2025.
El monegasco encabezó el 1-2 de Ferrari en Texas, Max Verstappen fue tercero y aumentó su ventaja sobre Lando Norris (cuarto tras ser penalizado) y el argentino volvió a sumar puntos en F1.
Cuando Colapinto firmó su contrato de titular, para ocupar el lugar del eyectado Sargeant, sabía perfectamente que Williams no tendría una butaca disponible para el próximo Mundial. Esos lugares ya estaban acordados para Carlos Sainz y Alex Albon. Pero su fulgurante comienzo llamó la atención de muchos. Y comenzó a sonar Red Bull. Que iba a ser compañero de Max Verstappen, que iba a ocupar el lugar de Liam Lawson en Racing Bulls y el neozelandés ascendería al team principal de las bebidas energizantes, que Williams pedía 20 millones de dólares para rescindir el contrato. Luego se sumó Alpine al juego de pretender a Franco.
En Estados Unidos, el piloto de Williams volvió a sumar puntos con el décimo lugar y su aura creció aún más. El golpe contra un muro en el primer entrenamiento de Azerbaiyán era la pequeña mácula que tenía en sus primeras cinco carreras, porque en México cerró otro fin de semana sin problemas. Hasta que llegó Brasil y todo comenzó a complicarse.
El neerlandés largó en el puesto 17, tuvo una largada sensacional, aprovechó la parada en bóxes y terminó en lo más alto del podio. El piloto argentino perdió el control del auto en la vuelta 17 y terminó contra el muro.
La lluvia de Interlagos fue le bautismo de Colapinto en piso mojado en F1 y la pasó mal. Golpe en la atípica clasificación del domingo a la mañana (reprogramada por el diluvio del sábado) y golpazo en carrera, bajo régimen de auto de seguridad. Continuó Las Vegas, con otro error en la clasificación, falló el cálculo en una chicana, le pegó al muro interno, se catapultó al externo y dejó el FW46 en una bolsa. Tan fuerte fue el impacto que debió pasar dos veces por el centro médico para recibir le ok para poder correr. Los yerros fueron clave: aquel interés de Alpine y Red Bull se congeló.
El piloto argentino de Williams dialogó con la prensa luego de la carrera, en la cual tuvo que abandonar.
En Qatar, el argentino no fue competitivo. Su auto fue ensamblado como se pudo, con elementos de vieja generación, sin las últimas especificaciones. No fue por plata, porque Williams llegó cómodo al tope presupuestario de 135 millones de euros que tienen todos los equipos. Fue porque sus pilotos rompieron muchas veces, y demasiado, los autos. Porque a los golpazos de Colapinto se les agregaron los de Albon en México y Brasil. Ya no había piezas ni tiempo, no fue dinero. No fue que el equipo de Grove se ensañó con el argentino. Si sus corredores se hubieran mantenido lejos de las paredes, nada de eso habría pasado.
En Losail todo se terminó pronto: en la primera curva, Colapinto sufrió un golpe al quedar involuntariamente enredado en una carambola iniciada por Nico Hülkenberg y continuada por Esteban Ocon. En el cierre de Abu Dhabi, un exceso de Colapinto en el segundo entrenamiento volvió a hipotecar su fin de semana. Se pasó de largo en la novena curva, rompió el fondo plano de su FW46 y, ya sin repuestos, se lo recauchutaron. Resultado: perdió rendimiento por falta de carga aerodinámica. En la carrera, todo quedó hipotecado por el choque de Oscar Piastri en la tercera vuelta.
Final para el paso 2024 de Colapinto por la F1. Más allá de alguna sorpresa que lo pueda ubicar como titular en otro equipo en la próxima temporada, en 2025 tiene asegurado su puesto de reserva en Williams y tendrá la posibilidad de girar muchos kilómetros sobre un auto de, al menos, dos años de antigüedad en pruebas privadas, con el equipo de ensayos que armarán los de Grove. Ante cualquier ausencia de Albon o Sainz, ahí estará listo Colapinto. Pero podría haber más. Porque si Valtteri Bottas finalmente no firma como reserva de Mercedes, también puede tener alguna chance ahí si Kimi Antonelli y George Russell tiene algún problema (la marca alemana suministra motores a Williams). O McLaren, que ante la salida de Gabriel Bortoleto también tiene un blanco en su lugar de suplente. Y después llegará 2026, con cambios en el reglamento técnico (nuevos autos y motores) y huecos que se podrán abrir, porque hay varios contratos que finalizarán. Colapinto ya pertenece a la F1.
El argentino resumió su año en una frase tras el abandono en Yas Marina: “Me quedo con cómo comenzamos en estas nueve carreras. Bakú, que llegué a Q3 y sumé puntos. Las primeras cincos carreras fueron muy buenas e impresionaron al paddock. Después no fue lo que quería. Si bien los otros equipos mejoraron y nosotros no y caímos un poquito. Hay que seguir con la cabeza arriba y para aelante. Seguramente habrá oportunidades en el futuro. Es una mala racha, increíble la mala suerte que tuve en las últimas carreras. Voy a volver a la Argentina a estar un poco con la familia y dejar atrás la mala racha. Fue la mejor experiencia que tuve en mi vida, lo que soñé desde chico. Estoy feliz con la oportunidad de haber corrido en Fórmula 1”.