El neerlandés sacó a relucir su talento para poner arriba al Red Bull y vencer a los McLaren. Tuvo algo de ayuda con Lando Norris, quien estrelló su MCL39. Oscar Piastri completará la primera fila.
¿Por qué si McLaren tiene el auto más veloz y de mejor rendimiento en la actualidad de la Fórmula 1, la pole de Arabia Saudita la hizo Red Bull? La respuesta son dos palabras: Max Verstappen. El tetracampeón entregó en la clasificación de Jeddah un nuevo capítulo de su talento y su mente granítica para ganarse el derecho a largar desde el mejor cajón en la quinta cita del Mundial.
McLaren entró en la clasificación después de apabullar en el tercer entrenamiento. La diferencia que habían sacado invitaba al resto a levantar el bolso y dejar Arabia nomás. Era una cuestión que se dirimiría entre Oscar Piastri y Lando Norris. El neerlandés había sido cuarto en esa tanta libre a ¡845 milésimas! Era cosa juzgada. Pero cuando se trata de Verstappen, nada se puede dar por seguro. Porque, además, tampoco se puede dar nada por hecho cuando está el bueno de Norris en la conversación. Y el inglés volvió a fallar. Su cabeza le volvió a jugar una mala pasada en un momento de presión y terminó contra la pared en el primer intento lanzado de Q3. ¿Y Max? Tranquilo.
Tan sereno estaba, que esperó que sacaran los restos del MCL39 del líder del Mundial de la pista y salió a dar su vuelta. Pero la temperatura de los neumáticos no era la ideal. Calma, dio otro giro de calentamiento y aceleró cuando al reloj no le quedaba nada. ¿Presión? Sí, para los terrenales, para Norris… No para Max. Ahí está la diferencia entre los buenos y muy buenos pilotos cuando se los compara con los fuera de serie. En esa lista entra Verstappen. Contarán los libros de historia dentro de mucho que en la F1 hubo un Fangio, un Senna, un Prost, un Michael Schumacher, un Hamilton y un Verstappen. Max, no Jos, claro. Cuando la presión aparece, surge el talento, que va más allá del manejo. Porque manejo tiene Norris, pero para ser campeón hay que tener un plus. Y para estar entre los más grandes de todos los tiempos, hay que tener un bono extra.
Muchos pueden achacarle que logró escalar al Olimpo por tener el mejor auto. Y lo tuvo, en 2022 y 2023, pero no contó con eso en 2021, en 2024 y, mucho menos, en este año. Un indócil RB21, con una ventana de rendimiento chica, al que le cuesta la parte media de las curvas, al que no le sobra nada de tracción, el que maltrata los neumáticos traseros… Pero arriba esta Verstappen. Y en una pista con menor degradación (como pasó en Japón) y una temperatura más baja porque se corre de noche, el Red Bull va mejor. Y con el plus Max: pole position.
No le sobró nada. Venció por apenas diez milésimas a Oscar Piastri, quien se metió segundo con su McLaren. El australiano volvió a vencer a Norris en la pista. El oceánico es imperturbable y firme mentalmente, todo lo contrario que su compañero. Y esto también le juega en contra al inglés. ¿Qué hará McLaren si el Mundial avanza y Verstappen sigue peleando el título, elegirá por Piastri? Cuestiones que deberán decidir en Woking.
Mientras tanto, Verstappen sigue batallando. En medio de los rumores de su salida de Red Bull por falta de rendimiento, de supuestas peleas entre los popes, de ofertas que le llegarían desde Aston Martin… Nada lo corre del eje y este domingo tendrá la chance de lograr otro éxito. En Jeddah consiguió su 42ª pole position. Un dato, de las 41 veces que picó desde el primer cajón, firmó 33 triunfos… Hagan sus apuestas para Arabia Saudita nomás.
"Definitivamente no esperaba estar en la pole. El auto tomó vida durante la noche, fue mucho más entretenido para manejar, es muy satisfactorio estar en pole, es la mejor posición para la carrera, será duro mantenerlos atrás, pero veremos. Estoy contento con la clasificación sólida y mejor que Baréin", dijo Verstappen.
Piastri intentará romper el prode y ganar por tercera vez en el año. Detrás, George Russell volvió a meterse en la discusión con el Mercedes. El inglés viene cerca, pero parece faltarle un poquito a las Flechas para luchar por el éxito. Charles Leclerc largará cuarto con la mejor Ferrari, mucho mejor que la de Lewis Hamilton, con un lejano séptimo y a casi un segundo de Verstappen.