El trazado de la región de Bologna es uno de los de vieja generación que este fin de semana podría recibir por última vez al Mundial porque no hay avances en la renovación del contrato.
En Italia se respira automovilismo, no por nada es la casa de Ferrari, el equipo más importante en la historia de la Fórmula 1. Tanto se respira, que, en la puerta de salida del aeropuerto de Milán, distante a 250 kilómetros de Imola, la imagen gigante de un piloto del Mundial da la bienvenida publicitando bolsos. ¿Lewis Hamilton, Charles Leclerc? No, ninguno de la Scuderia: es Lando Norris, quien no goza de mucho cariño de parte de los tifosi. Después de dos horas de viaje por una autovía de tres carriles por lado, se llega a Imola. Y es como entrar al pasado, porque es uno de los templos del automovilismo.
El sol pega fuerte, todo lo contrario a la lluvia de Milán. Parece difícil que allí exista un autódromo que visite la F1. Es un pueblo pequeño, casi un barrio. De repente, aparece un puente que, al cruzarlo, se llega al ingreso al Enzo y Dino Ferrari. Un lugar que quedó marcado a fuego en la historia de la F1 el 1º de mayo de 1994 con la muerte de Ayrton Senna. Allí disputará la F1 su séptima fecha de 2025 que será la vuelta a la pista de Franco Colapinto, ahora con los colores de Alpine después de las nueve que disputó en 2024 con Williams.
Pegado al circuito hay un pintoresco barrio de viviendas de tres pisos. Desde las terrazas, algunos se dan el lujo de vivir la F1 sin tener que pagar un peso. Imola tiene aura, tiene olor a Fórmula 1. Sin embargo, la vuelta de Colapinto puede ser también la despedida de la pista de Emilia-Romagna porque el contrato vence a fin de año. Es más, ya no debería figurar, porque el vínculo era hasta fin de 2024, pero las inundaciones que azotaron la zona en 2023 obligaron a cancelar la carrera y Liberty Media (duelo de la categoría) le dio otra temporada más para cumplir con aquella deuda que creó la naturaleza.
Recién es miércoles y dentro del circuito todo es a ritmo remolón. Este jueves comenzará el trabajo fuerte de los equipos y la atención a la prensa de los pilotos. Entre los 20 volverá a estar Colapinto, quien justo retorna en una pista que lo vio ganar en F3 y F2, con una recordada maniobra sobre Paul Aron en Tamburello.
Se espera récord de público para esta edición del GP de Emilia-Romagna. Seguramente los fanáticos intuyen que puede ser la última visita a esta pista y no se la quieren perder. Por eso en la tarde del miércoles se veían hinchas vestidos con camisetas de Mercedes, Ferrari…