El piloto de Alpine disputará este fin de semana la 14ª fecha del Mundial en Hungaroring, la última carrera antes del receso de vacaciones. Ante la consulta, no confirmó su presencia cuando el torneo se reanude.
Llegó nomás el GP de Hungría, la carrera marcada en la agenda de la F1 como la última antes de que los equipos entren en el receso de vacaciones de verano en el hemisferio norte. Allí estará Franco Colapinto, en su octavo fin de semana como piloto de Alpine, urgido por un resultado que aplaque el ruido, le otorgue esa confianza que parece resquebrajada y le permita encauzar el año.
Colapinto es el único piloto de la parrilla actual que no sumó puntos en la temporada. Hay un hecho puntual: Alpine es el equipo más endeble de 2025 y los números solo reflejan esa realidad. La escudería de Enstone navega en el último lugar de la tabla de Constructores, separado por 15 puntos del anteúltimo, Haas. Tan solo cuatro citas atrás la diferencia era de cinco, en ese entonces con respecto a Sauber. La sangría del team francés no para. Al menos ahora, Renault, la casa matriz de Alpine, ya nombró un nuevo CEO, el francés François Provost, quien había sido señalado por Luca de Meo, el pope saliente, como su mejor sucesor. Si Provost continúa la política del italiano, la tan sonada venta del equipo se aplacaría. Eso por sí solo, no constituirá un salto de rendimiento, claro. De hecho, Alpine parece condenado a último en 2025 siempre que no aparezca un perro verde como fue San Pablo el año pasado, cuando el diluvio que cayó se tradujo en un impensado 2-3 de Alpine y el vuelo directo al sexto lugar del Mundial.
La fragilidad del equipo tiene algunos puntos fuertes en el año: el cambio de discos de frenos en el A525 de Colapinto en plena grilla de Canadá, la caja de cambios que no le permitió largar al argentino en Gran Bretaña y la fuga de agua que dejó sin sprint a Pierre Gasly en Bélgica, perdiendo su chance de partir desde el gran octavo lugar que había conseguido.
Ahora bien, en ese contexto, Gasly anotó 20 puntos en el año (todos los de Alpine) y sumó en tres de las últimas cinco fechas. El francés logra exprimir el auto y saca agua de las piedras. El ex Alpha Tauri se metió siete veces en Q3 en las 13 fechas disputadas (también estuvo en Q3 para el sprint de Spa). En cambio, Colapinto estuvo lejos de avanzar a la última instancia en sus siete clasificaciones (tampoco en la de la carrera corta). Y, el problema aún mayor, es su falta de ritmo en carrera. En Bélgica, el mismo piloto bonaerense (suele ser muy sincero en sus declaraciones) habló de lo mal que fue con el A525.
Urgido por un buen resultado, Colapinto llega a Hungaroring para la fecha 14. El lugar lejos está de ser el ideal para Alpine. Es una pista intrincada en la que se utiliza una puesta a punto similar a la de Mónaco. Este año, en el principado, Gasly y Colapinto no pasaron de Q1. Colapinto tuvo un rendimiento decreciente desde que se subió en Imola y él mismo lo reconoció ante la prensa en Hungría. “Siento que Imola fue mi mejor semana. Era la primera vez que con el auto y fue el momento en el que más cerca de Pierre estuve. Ahora me está costando y trato de entender dónde tengo que trabajar para estar mejor”. Colapinto repitió en Budapest algo que es clave para entender su momento: “Lo dije desde el comienzo, me falta confianza en el auto, a veces no puedo doblar y entrar a la curva, y eso me saca la confianza. Ahora me cuesta más, es la realidad”.
En Hungría no habrá sprint y el argentino tendrá tres sesiones de entrenamiento para poder girar con su Alpine. Colapinto se resguarda en su necesidad de trabajar mucho con el equipo. “Hay que encontrar la forma de ser competitivo en los momentos que me está costando un poco. Vinimos con un par de soluciones con el equipo después de Spa y espero que funcionen”, avisó.
Esa falta de competitividad que el mismo Colapinto dice es lo que motivó el ruido sobre su futuro. Valtteri Bottas fue un nombre que sonó muy fuerte, más que nada porque hasta Toto Wolff reconoció charlas con Flavio Briatore. El finés ocupa el puesto de reserva de Mercedes y el director de las Flechas ya dijo que lo dejará ir si tiene una chance de titular. Checo Pérez también entró fuerte en el runrún y hasta Paul Aron, el reserva de Alpine, fue mencionado. Por eso, ni el mismo Franco se animó a confirmar que estará en el A543 después del receso cuando un periodista inglés se lo preguntó: “No lo sé. Voy fin de semana a fin de semana. Ahora estoy muy feliz de estar acá en Hungría y trataré de maximizar el fin de semana”.
Colapinto sabe perfectamente que el mundo de la F1 se basa en resultados o dinero, o ambas. Son apenas 20 butacas y tiene claro las urgencias que está pasando. Una actuación convincente, que no necesariamente significa sumar puntos, que quede claro, le aportaría confianza y tranquilidad.
