Nikola Jokic es la evolución del básquetbol. Si tenemos que ubicarlo en una posición, debemos decir que es pivot. ¿Pero podemos encasillar a Jokic con ese título? La respuesta es no. ¿Entonces? Jokic es un pivot que hace lo que ninguno hizo antes. Por eso fue elegido dos veces consecutivas como MVP de la temporada regular en una era en la que los centro habían perdido preponderancia. Y, sobre todo, por eso llevó a Denver Nuggets a sus primeras Finales de la historia en la NBA. Jokic hace de todo y todo lo hace bien.
El serbio domina en la zona pintada por sus 2.11 metros de altura y por su capacidad para saber ubicarse. Tiene talento natural para definir cerca del aro, toma rebotes defensivos y ofensivos, pone bloqueos y atrae marcas que les permite a sus compañeros tirar más cómodos al aro. Leyó todas las páginas del clásico manual del pivot y las aplica a la perfección.