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La Novena: De puritanismos hipócritas, locuras atractivas y jonrones estratosféricos

1. GERRIT COLE desató los demonios con su duda. Bastó un "No...no sé...no sé muy bien cómo responder a eso" para avivar una llama que emergió días antes, cuando el árbitro Joe West decomisó la gorra del lanzador mexicano Giovanny Gallegos, de los St. Louis Cardinals, por supuestamente utilizar una sustancia prohibida para mejorar el agarre de la pelota. A Cole, entre los tres mejores lanzadores de Grandes Ligas, le preguntaron si había utilizado ese tipo de argucia en su carrera y su dubitativa respuesta no hizo más que confirmar lo que es vox populi en el béisbol. Sí, un número importante de lanzadores utiliza alguna sustancia, desde saliva, pasando por resina de pino hasta la pasta pegajosa Spider Track, para lograr un mejor agarre que permita mayor rotación de la pelota. Es imposible saber cuántos, no existe ninguna encuesta para determinarlo. Tampoco creo que los pitchers y sus coaches accederán a meterse en la candela de aceptar lo aparentemente evidente y que no es un fenómeno exclusivo de la modernidad.

2. A ESTA ALTURA del juego, Grandes Ligas ya aseguró que perseguirá a los infractores. Bien por Rob Manfred, comisionado de MLB, y compañía. Pero me llama la atención la tibieza con la que este asunto está siendo tratado en el contexto beisbolero. No por ser una costumbre arraigada deja de ser una trampa. El puritanismo hipócrita del béisbol impresiona. Para algunos temas, los actores de este deporte parecen pertenecer al siglo XIX, cuando todo comenzó. Para otros, se hacen de la vista gorda. Simplemente sueltan: todo el mundo lo hace, y si no es ventaja, no debería molestar. Los mismos que criticaron a los Houston Astros hoy hacen mutis, o son condescendientes, a este tema. No es mi intención determinar cuál "delito" es peor. Simplemente miro con estupor como la balanza para medir la honradez sobre el diamante está tan desvirtuada. Utilizar sustancias para mejorar el agarre está proscrito y debería combatirse con sanciones. Si violas las reglas y te agarran, pues te toca el castigo, no importa que todos lo hagan. Quieres erradicar el problema, golpea al bolsillo. Solo así entenderán. El escándalo de robo de señas de Houston estuvo mal -aunque la mayoría, y eso lo dejaron en claro varios peloteros de otras organizaciones con sus declaraciones, saben que es una práctica utilizada por todos- y lo que acaba de destaparse con las sustancias viscosas es más de lo mismo.