1. MLB PRESENTÓ SU RESPUESTA a los lanzadores infractores. A partir del 21 de junio, todos aquellos que sean atrapados utilizando sustancias para conseguir un mejor agarre de la pelota y, por consiguiente, obtener una ventaja competitiva evidente, serán suspendidos 10 partidos. Sí, ventaja, y, sí, evidente. No son exageraciones, dos datos ilustran hasta qué punto esta situación influye en el juego: el promedio ofensivo de la liga de .238 es el segundo más bajo de la historia y el porcentaje de embasamiento de .313 es el más bajo en los últimos 50 años. Bien por MLB, que el uso de sustancias sea una costumbre centenaria en el juego no le exonera de lo que en realidad es... una trampa. Lo llamativo, y acá volvemos a caer en hasta qué punto MLB realmente desea acabar con este problema, es el tiempo de sanción a los tramposos.
2. ¡DIEZ JUEGOS DE SANCIÓN! Traducido al buen español, abridor que sea atrapado in fraganti perderá dos aperturas, dado que generalmente lanzan cada cinco días. Los relevistas sufrirán un poco más, solo un poquito, pero queda claro que su peso en los equipos está un escalón por debajo de sus colegas de rotación. Si te apoyas en las sustancias sin que te atrapen puedes aspirar a mejores resultados y, en consecuencia, podría garantizarte mucho, mucho dinero en un contrato futuro o por clausulas por rendimiento en el presente. Por otro lado, si te descubren no habrá pérdidas económicas para cada pitcher. Me atrevo a apostar que es poco probable que la situación mejore, la brecha beneficio-perdida es demasiado grande. Esta medida no impedirá que sigan pululando los infractores, aunque ponle el cuño, a partir de ahora, los lanzadores refinarán sus artimañas para enmascarar las sustancias de la discordia.