ASHBURN, Va. -- Los corredores de los Washington Redskins, Rob Kelley y Keith Marshall, estaban echando un vistazo a unos videojuegos en una tienda, donde más tarde escucharon una conversación. Un joven, quizá de 12 o 13 años, le preguntó al cajero el costo de cierto juego.
Marshall le preguntó entonces a Kelley: "¿Quieres ayudarlo y comprárselo?"
"La primera cosa que me hizo click en la cabeza fue que siempre quise a alguien que hiciera eso por mí cuando era un niño", dijo Kelley. "Mi gente no podía entrar a una tienda y comprarme las cosas que realmente quería, con ciertas situaciones pasando en tu familia, hay cosas que no puedes tener".
Pero ahora que Kelley puede costearlo, él y Marshall decidieron comprarle al niño un Xbox. Primero, el niño no entendía lo que los dos jugadores le estaban ofreciendo hacer por él. Finalmente, ellos dijeron, "si quieres el juego, di, sí". Entonces, el chico dijo que quería estar seguro de que su abuela no tuviera algún inconveniente con eso.
"He estado en esa situación en la que quieres algo y no lo puedes tener", dijo Kelley. "Así que se siente bien estar en posición de gastar doscientos o trescientos dólares para ayudar a un niño, ¿por qué no?, entiendo por lo que él está pasando".
"Tuve momentos en los que fuimos pobres; nunca fuimos ricos, pero momentos en los que tuve un scooter y otros niños no lo tenían. Pero hubo otros momentos en los que todo lo que teníamos para beber era agua. He estado en ambos lados. Es muy fácil identificar ciertas situaciones con los niños".
Kelley y Marshall posaron en una fotografía con el niño y su abuela para el momento en que ambos descubrieron que sus Santas de septiembre eran jugadores de los Redskins.
"Cuando nos presentamos, ellos dijeron, 'Oh, Rob Kelley. ¡Te conozco!'. Pero eso fue lo mejor, al principio, que ellos no nos conocían", dijo Kelley, quien no quiso postear la foto con la familia en redes sociales. La historia se dio a conocer sólo porque otro cliente de la tienda publicó en Facebook lo sucedido.
"No lo hicimos por eso", dijo Kelley. "Está bien que todo el mundo lo supo, pero no estoy tratando de promoverlo. Keith y yo no queríamos tomarnos una fotografía porque no queríamos que se viera así. Hablamos por un buen tiempo y con la gente de GameStop por un minuto. Pero queremos que quede claro que no se trató de una cuestión publicitaria".