GREEN BAY, Wis. -- Sin especificar qué ligamento se dañó, Aaron Rodgers, quarterback de los Packers, dijo que sufre la torcedura de la rodilla, la cual “ha sido dolorosa los últimos tres días”.
Rogers no entrenó el miércoles y aunque dijo que no necesitó entrenar de cara al duelo ante los Minnesota Vikings, no se comprometió a afirmar que jugará el domingo.
“Obviamente, quiero jugar. Sólo vamos día a día”, señaló Rodgers el miércoles. “Veremos qué tal se ve mañana, el viernes, el sábado y ojalá pueda jugar el domingo”.
El coach de los Vikings, Mike Zimmer, anticipó con plena certeza que su equipo enfrentará a Rodgers el domingo en Lambeau Field.
“(Aaron) camina sobre el agua. Estoy seguro de que jugará”, dijo Zimmer en teleconferencia de prensa.
Rodgers dijo que pudo terminar el duelo de la Semana 1 ante los Chicago Bears en gran medida por la adrenalina y la certeza que le dio el doctor Pat McKenzie de que no podría empeorar la lesión en la rodilla izquierda, la cual sufrió en el primer medio y de la que volvió para remontar un déficit de 20-0 para vencer 24-23 a los Bears e igualar el regreso más amplio en su carrera.
“Definitivamente no tomé ningún analgésico. No creo mucho en general en ningún tipo de opioide o ningún tipo de analgésico, pero, sí, obviamente uno quiere salir al campo”, señaló Rodgers. “No fui nada móvil en el segundo medio. He jugado así, desafortunadamente, algunas veces en mi carrera. Ojalá pueda estar en el campo”.
Quizá lo más revelador del estado de mental de Rodgers fue que, cuando se le preguntó si no podía jugar, cuál era su nivel de confianza en el suplente DeShone Kizer.
“Ni siquiera he pensado en eso”, afirmó Rodgers.
La rodilla izquierda de Rodgers ha sido un problema la mayor parte de su carrera. Sufrió la rotura del ligamento anterior cruzado cuando jugaba basquetbol a los 16 años. Se sometió a una cirugía en esa rodilla tras su primera campaña como colegial en Cal y luego a una cirugía artroscópica después de la temporada 2015 de la NFL.
Sin embargo, de alguna forma, todo lo anterior podría beneficiarle, pues su mecánica para lanzar se formó alrededor de la compensación por los problemas en la articulación.
“Afortunadamente, no he tenido una lesión mayor en la rodilla derecha, pero he lidiado con lesiones en la izquierda desde que tenía 16 años”, indicó el pasador. “Sé lo que se siente jugar con algo como esto y ojalá esté en un punto en el que pueda jugar el domingo.
“Cuando lidias con algo de dolor en esa rodilla a los 16, 16, 18, 19, 20 años, tienes que ajustar un poco cómo lanzar. Afortunadamente, el doctor me rehabilitó hace unos años y (la rodilla) ha estado excelente desde entonces, pero, sí, afecta algo de mi mecánica que ahora son hábitos en el campo”, agregó.
Rodgers no fue el único titular clave de la ofensiva de los Packers que no entrenó el miércoles. El receptor Davante Adams no participó en la práctica por una lesión en el hombro que, dijo, sufrió en su recepción de 51 yardas ante los Bears, pero cree que podrá jugar ante los Vikings.
Rodgers se apoyó mucho en Adams, Randall Cobb y Geronimo Allison en el segundo medio contra Chicago. El coach Mike McCarthy mandó jugadas diseñadas para mantener a Rodgers en la bolsa de protección, aunque Rodgers aún pudo moverse un poco dentro de ella.
Zimmer habló brevemente de cómo los planes de los Vikings cambian si no ven la versión móvil de Rodgers a la que están acostumbrados.
“Todo es hipotético en este punto. Nuestro mayor problema es prepararnos para cada escenario”, dijo Zimmer. “Si (Aaron) no se mueve mucho, intentamos hacer esto y si parece que se mueve muy bien, entonces tenemos que ajustar otras partes de nuestro sistema”.
La versión que quizá vean, la de Rodgers dentro de la bolsa de protección, es la que, en realidad, prefieren, los Vikings, de acuerdo al ala defensivo Everson Griffen.
“Es bueno que (los Packers) lancen rápido. Si lanzan corto cada vez, quiere decir que tienen miedo de lanzar profundo, significa que no pueden lanzar bombas”, señaló Griffen. “En ese caso, tienen temor de nuestra presión. Si un equipo llega con miedo de nuestra presión cada semana, estamos en buena forma.
“Sabemos que (Aaron) va a jugar y vamos a tener que ejecutar nuestras asignaciones y que prepararnos para él. No sé si será móvil, no sé si pueda correr, no sabemos nada. Sólo sabemos que vamos a ejecutar nuestro plan de juego como si pudiera correr y a hacer nuestro trabajo”, sentenció Griffen.
Courtney Cronin de ESPN contribuyó a este reporte.