El quarterback de Dallas prometió no dejar a un lado la agresividad en sus pases, pero también reconoció que debe balancear mejor la cuestión del riesgo con respecto a la recompensa a la hora de lanzar
ARLINGTON -- Dak Prescott tuvo que repetir el número hasta en dos ocasiones, como si el quarterback de los Dallas Cowboys no lo creyera, o estuviera asqueado por el total.
“¿Nueve?”, replicó. “¿Nuueeevvveeeee?”.
Sí, nueve. Nueve intercepciones en ocho inicios.
Prescott rescató a los Cowboys el domingo con una serie de 98 yardas en los minutos finales para derrotar a los Houston Texans por 27-23. Completó seis de siete envíos para 79 yardas en el avance, antes de que llegara el touchdown de la victoria de Ezekiel Elliott con 41 segundos por jugar.
El único pase incompleto fue un pase dejado caer por Michael Gallup, después de recibir un golpe importante en las diagonales.
Pero, ¿qué hay con los otros 57 minutos del partido?
Prescott sufrió dos pases interceptados más, dándole un total de nueve para la campaña.
Lleva más en ocho inicios de este año que en los 16 inicios del 2016 (cuatro) y 2018 (ocho). Sufrió 10 intercepciones en 16 partidos iniciados en la temporada pasada.
“Sí, en verdad no soy gran fan de eso”, admitió Prescott. “Pienso que ustedes ya lo saben. Es frustrante. Es muy, muy, frustrante”.
Cada intercepción posee su propia historia particular, y ciertamente no todas son culpa de Prescott. algunas han sido faltas de comunicación con sus receptores, especialmente en el centro del campo. Otras, han llegado en momentos inoportunos. Algunas, han sido culpa de colapsos en la protección de pase. Y algunas, de la toma de decisiones de Prescott.
Se responsabilizó por la primera ante Houston, buscando al receptor abierto Noah Brown, con un defensivo de los Texans anticipando el lanzamiento, lo que llevó a un pase desviado que aterrizó en las manos de Tremon Smith. Fue la octava intercepción de Prescott en la primera mitad de un partido en la campaña, empatándolo con Matt Ryan de los Indianapolis Colts por la mayor cantidad para las primeras mitades.
Y, recuerden, Prescott se perdió cinco encuentros por un dedo pulgar fracturado.
“Intenté acomodar esa en una ventana demasiado ajustada”, reveló Prescott. “Ni siquiera sé si Noah lo vio, incluso, así que, ¿saben lo que digo? Intentó ponerle una mano al balón, sale disparado en el aire”.
En la segunda, el defensivo de los Texans, Ogbonnia Okoronkwo, golpeó la mano de Prescott mientras buscaba conectar con el ala cerrada Dalton Schultz. Fue su primera intercepción en la segunda mitad de la campaña, pero la defensiva de los Cowboys brindó a Prescott la posibilidad de ganar el partido con una detención de línea de gol después de la entrega de balón. Quizás, fue coincidencia, pero los Cowboys reemplazaron a Josh Ball como tackle derecho con Jason Peters después de esa jugada.
El head coach Mike McCarthy señaló que los Texans jugaron una cobertura de pase de zona diferente a lo que normalmente habían mostrado. Eso condujo a más cuerpos en las avenidas por donde Prescott debía lanzar. El resultado fueron 11 pases desviados y dos intercepciones. Y, McCarthy espera más de ese tipo de cobertura.
“Si yo fuera el coordinador defensivo de Jacksonville, jugaría más defensiva 'vision' con base en las últimas dos semanas”, admitió McCarthy de su duelo de la Semana 15 contra los Jacksonville Jaguars. “Así funciona mi mente, y por eso lo vamos a trabajar. Nos cercioraremos de limpiar lo que hacemos. No necesitamos cambiar jugadas. Simplemente, ser más limpios a la hora de hacer las cosas”.
Cuando dirigió a los Green Bay Packers, McCarthy lidió con los modos temerarios de Brett Favre, pero también fue tutor para Aaron Rodgers, quien solamente sufrió dos campañas con más de ocho intercepciones bajo su mandato, ambas llegando en sus primeros tres años como el titular.
“Cuando estás en la NFL, si no lanzas a los receptores abiertos, los lanzas para abrirlos”, declaró McCarthy la semana pasada. “Y no vas a llegar allí sin ser agresivo. Particularmente conforme te enfrentas a mejores defensivas ... Allí está el por qué tus puntos de corte en las rutas y los ángulos deben ser más precisos. Y [Prescott] debe lanzar con agresividad. Pienso que la anticipación, concientización, todas esas cosas están vinculadas. Debes contar con eso porque estas situaciones en las que estaremos solamente se van dificultando. No se harán más sencillas. Es parte de ese crecimiento”.
El crecimiento necesita ser más evidente con cuatro partidos restantes de temporada regular, tres ante equipos que actualmente están en los playoffs.
Prescott ha sufrido intercepciones en cinco de sus últimos seis encuentros, su mayor cantidad desde que sufrió seis entre las Semanas 2 a 5 de la campaña del 2019.
“Debemos encontrar el modo --debo encontrar el modo-- de cuidar mejor el ovoide”, confesó Prescott. “Sí, seguro, es frustrante. No es algo con lo que yo haya estado de cómodo nunca, y nunca estaré cómodo con eso. Como he dicho, he trabajado demasiado. Este equipo ha trabajado demasiado, creado una química demasiado buena para mí, como para no tratar de ser agresivo e intentar realizar los lanzamientos que puedo realizar. pero, vaya, debo ser más inteligente y sopesar el riesgo contra la recompensa en una fracción de segundo. Es simplemente mi preparación.
“Es algo que prometo vamos a limpiar”.