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¿Qué huecos quedan en los equipos de la AFC Norte después del draft?

El Draft 2018 ha quedado atrás, y los grandes nombres de la agencia libre hace ya tiempo que encontraron acomodo.

Salvo algunas excepciones, la mayor parte de los nombres que queda disponibles son novatos que no fueron reclutados o veteranos que han ido perdiendo sus lugares de plantilla en los días posteriores al draft.

Sin embargo, eso no significa que los 32 clubes estén listos para enfrentar la temporada regular del 2018. Pese a que faltan cuatro meses para el arranque de la temporada regular, es momento de revisar qué huecos de plantilla subsisten para cada uno de los equipos de la NFL. Hoy seguimos con los cuatro cuadros de la AFC Norte:

BALTIMORE RAVENS

John Harbaugh arrancó su mandato en Baltimore con cinco apariciones de postemporada en fila, incluyendo el triunfo en el Super Bowl XLVII. Después de eso, los Ravens se han metido a playoffs solamente una vez en cinco años, han quedado fuera por tres años consecutivos. Poco a poco, se le acaba el crédito a favor a Harbaugh.

La mayor interrogante en la plantilla de los Ravens es la misma que la de los últimos años: receptor abierto. Baltimore firmó a los agentes libres Michael Crabtree y John Brown, pero todo indica que la mejor etapa de ambos quedó atrás. Willie Snead también arribó en la agencia libre, pero fue una decepción para los New Orleans Saints luego de mostrar algo de promesa hace un par de años. Sin embargo, la decepción mayor la constituye Breshad Perriman, quien le costó a Baltimore una selección de primera ronda en el draft del 2015, y quien acumula apenas 43 recepciones para 576 yardas y tres touchdowns en 27 partidos jugados. Los Ravens fueron el equipo N° 29 en yardas aéreas por partido durante el 2017, y podría ser difícil esperar un salto cuantitativo para ellos en la campaña que viene, incluso con la incorporación del ala cerrada Hayden Hurst en la primera ronda del draft.

Defensivamente, no sé si hubo una sorpresa más grata el año pasado que los Ravens, especialmente para quienes juegan fútbol americano de fantasía. Baltimore generó 34 robos de balón y culminó la campaña con un margen de entregas de balón de +17, ambas cifras las mejores en la NFL. No obstante, hay espacio para mejorar en otros rubros. Por ejemplo, Baltimore fue el segundo peor equipo en situaciones de gol a la defensiva, permitiendo touchdown en el 83.3 por ciento de las veces que los rivales llegaron hasta ese punto. Fuera del tackle nariz Brandon Williams, los Ravens podrían verse vulnerables en la línea defensiva.

CINCINNATI BENGALS

La porción de fanáticos de Cincinnati que deseaba ver al equipo cambiando de quarterback seguirá esperando por algún tiempo. AJ McCarron salió vía agencia libre, y los Bengals no tienen a un candidato viable para amenazar la titularidad de Andy Dalton. Una lesión a Dalton dejaría a la ofensiva en manos de Matt Barkley.

A.J. Green está en una estratósfera aparte de sus compañeros cuando se trata de los receptores abiertos. El rol de Tyler Boyd debe seguir creciendo en la ofensiva, pero John Ross está en la discusión por la peor selección de la primera ronda del 2017 después de un año. Si el ala cerrada Tyler Eifert no regresa al 100 por ciento luego de una temporada prácticamente perdida el año pasado, será muy difícil para los Bengals salir de ese último sitio de la liga en yardas ofensivas y tiempo de posesión.

La temporada arrancará con una ausencia de cuatro partidos para Vontaze Burfict, pero la llegada de Preston Brown vía agencia libre podría ser uno de los mejores movimientos de temporada baja, pese a que se hable poco de ello. Carl Lawson se despachó con 8.5 capturas como novato en el 2017, aunque pasó un tanto desapercibido. A corto plazo, Lawson podría convertirse en la pieza más importante entre los apoyadores de los Bengals.

Los tres esquineros titulares son reclutas de primera ronda y conforman un grupo sólido. Sin embargo, la defensiva necesita generar más robos de balón. Ningún jugador de los Bengals obtuvo más de una intercepción el año pasado aparte de Darqueze Dennard, quien sumó dos.

CLEVELAND BROWNS

Cuando se habla de un equipo que ha ganado un partido en dos temporadas, es obvio que los huecos abundan.

¿Por dónde comenzar?

Sí, los Browns encontraron a su nuevo "mariscal de campo franquicia", otra vez, en el draft con Baker Mayfield en el primer turno global, y sí, los Browns sumaron vía canje a Tyrod Taylor para iniciar la campaña y servir como mentor. Pero esto ya lo vivimos antes y no hay garantías en Cleveland. por si fuera poco, no queda un solo pasador en plantilla que haya iniciado un partido para el equipo en los dos últimos años, significando que todo el trabajo invertido en la posición por parte de Hue Jackson se ha ido a la basura. No hay nadie a quién acudir con experiencia sobre el campo dentro de la ofensiva de Jackson para el caso de que Taylor o Mayfield tengan alguna duda de juego.

Los receptores abiertos también preocupan. Josh Gordon cerró fuerte el año pasado luego de iniciar muy tarde la campaña, pero está a un error de no volver a pisar un emparrillado de NFL por el resto de su vida. Jarvis Landry es un estelar genuino en la ranura, pero necesitará consistencia de los receptores que alineen en el perímetro para encontrar espacios. Nadie tuvo más yardas en el 2017 que Ricardo Louis en el 2017, con sus 357, y no sorprendería que Corey Coleman fuera canjeado antes del inicio de campaña tras un arranque miserable a su carrera profesional luego de ser elegido en la primera ronda del draft del 2016.

Defensivamente, hay enormes signos de interrogación en las posiciones de tackle defensivo y esquinero, donde el novato Denzel Ward ocupará uno de los puestos titulares de inmediato.

Los Browns fueron el equipo que menos puntos anotó, el segundo equipo que más puntos recibió, el equipo que entregó más veces el balón, el equipo que robó menos veces el balón, y el segundo peor equipo en tiempo de posesión, entre muchas otras cosas. Cualquier mejoría en cualquier rubro ya supone un salto de calidad para Cleveland.

PITTSBURGH STEELERS

Ofensivamente, es difícil encontrar fallas en la plantilla de Pittsburgh. La más obvia era la de quarterback suplente, pero los Steelers se encargaron de ello en la tercera ronda del draft con Mason Rudolph, para pesar de Ben Roethlisberger, aparentemente. Rudolph es más pulido que Josh Dobbs y más talentoso que Landry Jones, quien ha lanzado ocho pases de touchdown contra siete intercepciones en cinco inicios a lo largo de los últimos tres años.

Defensivamente, la cosa cambia. La posición de safety fue una de las flaquezas desde el 2015, primera campaña que jugaron los Steelers sin Troy Polamalu. Se puso atención especial con la llegada de los agentes libres Morgan Burnett y Nate Berhe, y los reclutas de draft Terrell Edmunds y Marcus Allen, aunado a las salidas de Mike Mitchell y J.J. Wilcox. Aunque mejoró la colección de talento, está por verse si se puede traducir en resultados sobre el campo.

La posición de apoyador interno de Ryan Shazier, quien ha sido descartado de antemano por toda la campaña mientras se recupera de una terrible lesión a la espalda, queda como la gran interrogante en Pittsburgh. El veterano Jon Bostic será quien inicie la campaña al lado de Vince Williams pero, ¿cuánto se puede confiar realmente en un jugador que ha estado con cuatro equipos en los últimos cuatro años? Encima de todo, la defensiva terrestre es una de las tareas pendientes para Pittsburgh luego de permitir 4.4 yardas por acarreo el año pasado (N° 27 en la NFL), y el puesto de apoyador interno es vital para una mejoría. Si Bostic no responde rápido, Tyler Matakevich podría recibir una oportunidad más temprano que tarde.

En Pittsburgh volvemos a encontrarnos con una de las plantillas más talentosas, línea por línea.