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La era Sam Darnold brinda esperanza para el futuro de Jets

Los New York Jets suman ya siete temporadas sin playoffs, y aunque en la campaña debut de Todd Bowles en el 2015 el equipo consiguió una sorpresiva marca de 10-6, lo cierto es que se ha notado un retroceso en sus últimas dos campañas con registros idénticos de 5-11.

A ningún equipo de la NFL le gusta la palabra reconstrucción, pero eso es exactamente lo que ocurre con los Jets. Se fueron las figuras defensivas que catapultaron al equipo de Rex Ryan, entrenador en jefe previo, a dos Juegos de Campeonato de la AFC, y el club vive un optimismo en la posición de quarterback que no se había sentido en años.

La presión, sin duda, será para Bowles, quien en su cuarto año al frente de la franquicia deberá mostrar un avance importante si busca mantener el empleo. Con eso en mente, revisamos las cinco interrogantes más significativas que enfrentan los Jets para la campaña que está por iniciar.

¿Es Sam Darnold el quarterback que esperaban los Jets?

A juzgar por el recibimiento que obtuvo de los aficionados cuando salió trotando para su primera acción de pretemporada, sí.

Desde luego, una fracción del primer partido de la temporada de exhibición es insuficiente para generar cualquier juicio útil al respecto de lo que pueda ser la carrera de Darnold. No obstante, incluso bajo esas circunstancias, siempre será preferible jugar bien, como lo hizo Darnold, que jugar mal, incluso en los partidos que no cuentan.

Sin embargo, la situación de Darnold deberá considerarse a la par de la de los otros dos quarterbacks: Josh McCown y Teddy Bridgewater. En primer lugar, McCown comprende a la perfección que su trabajo es limitar el número de errores sobre el campo y, sobre todo, servir como mentor para Darnold. Hay pocos veteranos más confiables para cumplir con estos objetivos que McCown, y no existe riesgo de ver una situación similar a la que se produjo con Mike Glennon el año pasado, con los Chicago Bears, donde no fue capaz de identificar que se encontraba en idéntica situación.

En segundo lugar, viene el comodín en el asunto, Bridgewater. Los Jets asumieron un riesgo muy bajo al firmar al ex mariscal de campo titular de los Minnesota Vikings por una campaña y 5 millones de dólares. Bridgewater ha estado brillando en las sesiones de campamento de entrenamiento y ese buen momento se mostró en la apertura de la pretemporada, también. Igual que sucede con Darnold, una porción de partido de pretemporada no es suficiente para ofrecer una evaluación completa, pero la realidad es que Bridgewater va encaminado hacia donde muchos --incluyendo los Vikings--pensaron improbable luego de su terrible lesión de rodilla: una recuperación total.

Darnold eventualmente será titular, y solamente se trata de una cuestión de cuándo. McCown será el mentor y, con el tiempo, su suplente. Pero los Jets encontraron una joyita inesperada con Bridgewater. La pregunta ahora es si New York permitirá una competencia franca y abierta entre Bridgewater y Darnold --lo que dudo-- o se dedica a elevar los bonos del ex pasador de los Vikes en la pretemporada para ofrecerlo en canje a otro club.

¿Existen suficientes armas para que los Jets sean exitosos por aire?

Por primera vez en mucho tiempo, sí. Pero no será sencillo. Gran parte del éxito que pueda tener este grupo está basado en el potencial.

Robby Anderson tiene la pinta para convertirse en un futuro N° 1 en esta liga, o al menos un buen N° 2. Sin embargo, debe encontrar el modo de mantenerse fuera de problemas, o su carrera con los Jets será muy breve.

Terrelle Pryor deslumbró en el 2016 para los Cleveland Browns en su primera temporada completa como receptor abierto, atrapando 77 pases para 1,007 yardas y cuatro touchdowns, pero el año pasado pasó desapercibido con los Washington Redskins. El ex quarterback de los Oakland Raiders tiene todavía mucho por aprender en la posición, pero tiene también, como Anderson, el potencial para convertirse en un N° 1 eventualmente.

Jermaine Kearse, por su lado, es un gran N° 2, pero para que él brille, necesitará que algunos de los otros dos se convierta en un receptor dominante, capaz de atraer la atención de las dobles coberturas. Se trata de lo más cercano a una certeza en este trío, aunque con un techo que no llega a ser tan alto como el de los otros dos.

La profundidad detrás de esa tripleta y la posición de ala cerrada conforman dos enormes signos de interrogación para el equipo en este departamento, así que los Jets no pueden darse el lujo de ver a Anderson, Pryor o Kearse perdiendo partidos por lesiones o suspensiones.

¿Quién será el corredor principal para esta ofensiva?

Los Jets cuentan con un trío de corredores que, en algún momento, se supuso podrían convertirse en titulares de la NFL.

En primer lugar, Bilal Powell es el candidato de casa. Está con la franquicia desde el 2011, y en algún momento se pensó que podría tomar la estafeta después del retiro de LaDainian Tomlinson, iniciando 11 partidos en el 2013. Sus campañas más productivas fueron las dos más recientes, cuando superó las 700 yardas terrestres en ambos años y acumuló ocho touchdowns terrestres como suplente de Matt Forté. Diría que Powell tiene, al menos, asegurado un puesto de plantilla como especialista en situaciones de corto yardaje.

Los Jets también firmaron a Thomas Rawls, quien brilló intensamente como novato en el 2015 con los Seattle Seahawks antes de que una serie de lesiones descarrilara su carrera. Aparentemente, las lesiones todavía no dejan a Rawls, quien no pudo participar en la apertura de pretemporada de los Jets y parece estar en mayor riesgo de quedar entre los recortados previo al inicio de campaña. Rawls fue firmado por solamente una campaña y 700,000 dólares, así que los detalles financieros tampoco apuntan a mucha confianza por parte del club.

Finalmente, Isaiah Crowell podría ser el que lleve la ventaja en la carrera por la titularidad. El ex corredor titular de los Browns fue contratado por tres campañas y 12 millones de dólares, y a sus 25 años de edad, es el único que se ha aproximado al millar de yardas terrestres en una campaña, sumando 952 en el 2016. También posee una temporada de ocho touchdowns terrestres, así como una de siete touchdowns terrestres de por vida.

¿Es suficiente el talento al lado defensivo?

Hasta hace muy poco tiempo, eso ni siquiera se preguntaba respecto a la plantilla de los Jets. No obstante, la salida de figuras como Damon Harrison, Sheldon Richardson, Mo Wilkerson, Darrelle Revis, David Harris y hasta Demario Davis en años recientes ha impactado de fuerte manera el nivel de talento.

Hoy en día, el liniero defensivo Leonard Williams es el mejor jugador de una unidad que cuenta con jóvenes en ascenso como el linebacker Darron Lee, y los safeties Jamal Adams y Marcus Maye. La adición de agencia libre, Trumaine Johnson, deberá servir para afianzar una esquina.

En cuanto al resto de la defensiva, existen un montón de dudas y es momento para que varios den el paso al frente. Entre ellos están los linebackers externos Jordan Jenkins, quien apenas acumula 5.5 capturas en dos campañas como profesional luego de ser reclutado en la tercera ronda del 2016; y Lorenzo Mauldin, quien suma 6.5 capturas en tres años como profesional, tras ser fichado en la tercera vuelta del 2015. Si ellos dos no elevan significativamente su producción, habrá problemas graves en New York.

¿Cuán lejos están los Jets de regresar a la postemporada?

Se sobreentiende que la Este de la Americana es para New England, y honestamente no encuentro otro cuadro que sea capaz de competirle a los Patriots en ese sector, todavía. Hay mejoría en la posición más importante del campo para los Jets, y eso se traducirá en más triunfos, pero no sé si sea suficiente para competir por un puesto de Comodín en la Conferencia. La realidad es que los Jets necesitan urgentemente anotar más puntos, luego de colocarse en el puesto N° 24 de la temporada pasada con apenas 18.6 por encuentro. Si el cambio de quarterback sirve para elevar esa cifra en unos 4 puntos por partido --que es un salto enorme--, entonces podrán competir por un boleto de Comodín.

Pronóstico

El momento de cambio de quarterback será crítico para las aspiraciones de los Jets. Sabemos lo que puede hacer McCown, pero no sabemos a ciencia cierta lo que hará Darnold en sus primeras salidas, por mucho que sea el quarterback del futuro y por mucho que haya declarado inocentemente, luego de apenas un juego de pretemporada, que es más sencillo leer defensivas de NFL que de NCAA. La velocidad con que Darnold haga ese ajuste cuando llegue su momento será fundamental. En un escenario positivo, veo a los Jets alcanzando una marca de 7-9 para quedarse apenas en la raya de la lucha por las entradas a la postemporada. Pero si el plan con Darnold falla, otra campaña de 5-11 no está fuera de cuestión.