Los Indianapolis Colts y Baltimore Ravens intercambiaron golpes en el campo de prácticas.
El entrenador en jefe de primer año de los Colts, Frank Reich, reaccionó rápidamente después que volaron los golpes, un casco fue lanzado por los aires y las bancas se vaciaron e ingresaron al campo.
Quizás una o dos peleas podrían haberse esperado de dos franquicias que celebraron campeonatos en Baltimore, sobre todo debido a que muchos jugadores están luchando por un puesto. Pero sus reacciones obligaron a los entrenadores a mantenerse en distintos extremos del campo.
"Somos jugadores de fútbol americano. Somos jugadores profesionales de fútbol americano. No somos peleadores. Estas no son artes marciales mixtas, no estamos en una jaula, así que eso es inaceptable", declaró Reid desde las diagonales de uno de los campos de entrenamiento. "Teníamos niños pequeños en la tribuna. Somos ejemplos a seguir. Eso no es lo que estamos buscando. Queremos encontrar maneras de ejecutar jugadas y ganar partidos. Así que estuve muy decepcionado de eso y provocó una mala práctica, al menos en la ofensiva por lo que vi".
No se equivoquen con las expectativas de Reich.
El entrenador quiere que los Colts sean físicos y protejan a sus compañeros sacándolos de problemas, no creando más. Pero también entiende que el margen de error para Indy es pequeño, así que no pueden permitirse errores y deben mantener sus emociones bajo control.
En el otro extremo, el entrenador en jefe de los Ravens, John Harbaugh, pareció burlarse de la idea que la pelea fue algo importante.
"Ya saben, me molesta", señaló Harbaugh, hermano del ex mariscal de campo de los Colts y actual entrenador en jefe de Michigan, Jim Harbaugh. "¿Es una sana obsesión que tenemos todos con las peleas en las prácticas conjuntas? En verdad, no es nada. Es mucho ruido por nada. Se terminó muy rápido".
El receptor de los Colts, T.Y. Hilton, cuatro veces elegido al Pro Bowl, salió de la práctica por un esguince en el hombro izquierdo. Pasó el resto de la tarde con una bolsa de hielo en el hombro.
K.J. Brent, quien busca convertirse en el cuarto receptor de Indy, no finalizó el entrenamiento tampoco. Estuvo algunos minutos en el pasto luego de caer tras recibir un duro golpe. Reich dijo que Brent se lastimó la rodilla derecha y no estaba seguro de su gravedad.
Ambas lesiones ocurrieron antes de la devolución de despeje que generó la mayor pelea, lo que provocó quejas de los aficionados que veían la última práctica del campamento de los Colts.
Veinte minutos después, pasó de nuevo cuando el receptor novato Reece Fountain y el esquinero de los Ravens, Stanley Jean-Baptiste, estaban en una batalla mano a mano. Pareció que se lanzaron un par de golpes, aunque ninguno se conectó.
Los equipos se enfrentan el lunes por la noche en su partido de pretemporada.
Luego de la pelea, los jugadores restaron importancia a la idea que la jugada ocurrió fuera de los límites del campo y destacaron el hecho de trabajar contra otro equipo.
"Es bueno enfrentar diferentes estilos. Les da a nuestros receptores, me da a mí una visiión distinta", señaló el mariscal de campo de los Ravens, Joe Flacco. "Hemos estado en el campamento por mucho tiempo. Creo que puedo decir que esto rompió un poco con el campamento".
El pasador de los Colts, Andrew Luck, incluso sugirió que las últimas dos prácticas le recordaron su infancia.
"Gracias por dejarnos romper el campo", señaló Luck, agradeciendo al personal de mantenimiento en el suburbio de Indianapolis. "Es como jugar fútbol americano infantil en el lodo, así que gracias".
Sin embargo, el mensaje de Reich podría haber sido pronunciado por cualquier tipo de entrenador.
Y sin duda espera que los Colts hayan aprendido una valiosa lección.
"No hay lugar para eso [puñetazos], simplemente no hay lugar para eso", sentenció Reich. "Es una salvajada, es indisciplinado. Los equipos que hacen eso y los jugadores que hacen eso pierden. A largo plazo, los jugadores y equipos que hacen eso pierden, y ese no es el tipo de equipo que queremos ser".