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Los Oakland Raiders experimentan un regreso al futuro en el 2018

En el 2016 y bajo el mando de Jack Del Rio, los Oakland Raiders se metieron por primera vez a postemporada desde el 2002, pero una decepcionante campaña de 6-10 del año pasado sentenció al head coach, y después de un polémico proceso de contratación en el que no se observó la "Regla Rooney", Jon Gruden regresa después de 16 años a las riendas del club.

El coach ganador del Super Bowl --edición XXXVII, al frente de los Tampa Bay Buccaneers-- pasó una beuna cantidad de años en el palco de televisión, y ese acercamiento que logró tener desde ESPN a los 32 equipos ha sido señalado por muchos como una ventaja en su regreso a las laterales. No obstante, el segundo mandato de Gruden en Oakland ha arrancado con decisiones controversiales, y es difícil suponer que todo será sencillo bajo la mano de 'Chucky'.

A horas para el kickoff de la temporada regular del 2018, aquí presentamos las cinco interrogantes que enfrentan los Raiders en el año:

¿Podrá Derek Carr dar el siguiente paso en su carrera como quarterback de NFL?

Pese a lo que se pueda interpretar por un contrato de cinco temporadas y 125 millones de dólares, con 60.2 millones garantizados, Carr es un quarterback bueno, por encima del promedio, pero no de élite.

Lleva tres temporadas al hilo siendo elegido al Pro Bowl, sí, pero nunca ha alcanzado las 4,000 yardas por aire en una campaña, su total de pases de touchdown lanzados ha caído dramáticamente en los últimos tres años, y en la temporada pasada empató su peor marca personal con 13 intercepciones.

En la escala de 1 a 100 que comprende el TotalQBR, el mejor registro de Carr en una temporada es de apenas 56.1, para colocarse en el lugar N° 16 de la liga en el 2016. El año pasado marcó un 50.5 para ocupar el sitio N° 20.

Lo más importante de todo, Carr todavía no sabe lo que es ganar un partido de playoffs.

Habiendo dicho eso, hay bastante espacio para crecer con Carr. Se trata de un pasador inteligente que se deshace rápido del ovoide. Posee un brazo con potencia decente y también muestra buena movilidad. Bajo la guía de Gruden en un sistema donde su porcentaje de pases completos se elevará significativamente, los números de Carr deben ir a la alza, exceptuando las intercepciones. Eso sí, dependerá en buena medida de los sujetos de las siguientes dos interrogantes.

¿Cuánto le queda en el tanque a Marshawn Lynch?

Honestamente, me parece que se trata de la última temporada de 'Beast Mode' en la NFL, pero cerrará de modo brillante. Todos los reportes desde el campamento de entrenamiento de Oakland apuntaron hacia un renovado Lynch. Pero antes de eso, al arranque de la temporada baja, hubo especulaciones de que Gruden podría prescindir del corredor veterano.

A Lynch le encanta jugar para Oakland, su ciudad natal, y el polémico corredor acaba de inaugurar una tienda de su línea de ropa en Las Vegas, lo que parecería indicar que será parte de la transición hacia esa ciudad. Sin embargo, me quedan dudas sobre si su rol como embajador de los Raiders cuando se muden ocurrirá mientras siga acarreando el ovoide. Lynch ya nos regaló un retiro sorpresivo, y las decisiones de Gruden respecto al personal del equipo también han sido... cuestionables.

Finalmente, todavía resta ver si Lynch puede traducir su gran receso de temporada en productividad sobre el emparrillado.

¿Podrá recuperarse Amari Cooper de una decepcionante campaña del 2017?

Más le vale. Los Raiders ya han hecho válida la opción al quinto año de contrato de novato con Cooper, por lo que está ligado al club para la temporada del 2018 y la del 2019. No obstante, su salario para la campaña del 2019 solamente quedaría garantizado en caso de lesión, por lo que una segunda temporada decepcionante consecutiva podría significar su salida del equipo.

Cooper ganó invitación al Pro Bowl en sus dos primeras temporadas de NFL, pero lo del año pasado fue sinceramente triste. Fuera de una actuación sobresaliente ante los Kansas City Chiefs en la Semana 7, la campaña de Cooper fue francamente pedestre. Gruden llega con otro nivel de exigencia, y se espera que eso vuelva a encender la chispa de Cooper.

¿Cuánta falta le hará Khalil Mack a la defensiva?

No alcanzan las palabras en este espacio para describir cuánto. Es sumamente extraordinario que un equipo se deshaga de su mejor jugador en el mejor momento de su carrera, y todavía más raro cuando recibe tan poco a cambio. Mack es la clase de jugador para el que el equipo rival preparar el plan de juego, y a partir de eso, parte hacia lo demás. Sin Mack, no hay un solo jugador restante en la plantilla de Oakland que comande, ni cerca, esa clase de atención desde los días previos al partido.

Sin Mack en el campo, todo apunta a que Bruce Irvin será la principal fuente de presión en contra de los pasadores rivales, pero tengo dudas si será suficiente la ayuda que reciba de elementos como Tank Carradine, Tahir Whitehead y el novato Arden Key en ese rubro. No me sorprendería que los Raiders finalicen últimos en la NFL en capturas el próximo año.

¿Qué podemos esperar de Gruden en su regreso a las laterales?

Por lo pronoto, cualquier cosa. Gruden arremetió fuerte en contra del gerente general Reggie McKenzie en su intento de explicar lo inexplicable, es decir, tratando de justificar el traspaso de Mack, En varias ocasiones, Gruden subrayó la poca producción que han exprimido los Raiders a sus últimas camadas de draft. Otra cosa que llamó la atención fue la declaración de Gruden en el sentido de que los Raiders necesitaban "reclutar y desarrollar jugadores", como motivación para enviar a Mack a los Chicago Bears, siendo que Mack ha sido, por mucho, el mejor producto "reclutado y desarrollado" por los Raiders en la última década.

Aunado a eso, Gruden erró terriblemente con la adquisición en cambio de Martavis Bryant, por quien pagaron una selección de tercera ronda durante el draft para cortarlo el pasado fin de semana. Otro intercambio de día de draft fue la adquisición del receptor abierto Ryan Switzer de los Dallas Cowboys por el liniero defensivo Jihad Ward, a quien los Raiders habían reclutado en la segunda vuelta del 2016. Switzer fue recientemente negociado, junto con una selección de sexta ronda, a los Pittsburgh Steelers, a cambio de una selección de quinta ronda, lo que significa que al final del día, los Raiders tradujeron la selección de segunda vuelta de Ward en la conversión de una selección de sexta ronda a una de quinta. Imagino que eso no es precisamente de lo que habla Gruden con "reclutar y desarrollar".

Finalmente, me quedan algunas dudas respecto a cuánto le afectará a Gruden estar fuera del día a día de la NFL, por más que haya servido como analista para el "Monday Night Football" de ESPN a lo largo de todo ese tiempo. Otro canje fallido, aunque este no costó nada, podría darnos alguna pista. Previo al draft del 2016, Gruden elogió constantemente al quarterback Christian Hackenberg, seleccionado por los New York Jets en la segunda ronda. Este año, y tras la obviedad del fracaso que supuso la selección de Hackenberg, Gruden lo adquirió en canje a cambio de una selección condicional de draft, solo para cortarlo unas semanas después. Ese movimiento no le costará a Oakland, pero sí me deja dudas sobre lo que vio Gruden en estos dos años del pasador como para sumarlo a su club.

Finalmente, no olvidemos que la última ocasión en que los Raiders reciclaron a uno de sus head coaches, los resultados fueron menos que positivos en la segunda vuelta del legendario Art Shell.

Pronóstico

La salida de Mack debilita significativamente a los Raiders, quienes además de cubrir una serie de deficiencias defensivas deben demostrar que tienen suficientes armas en el juego aéreo. No siento mucho optimismo en torno a Oakland, y los veo con una marca de 6-10 para la campaña del 2018.