ALAMEDA -- El cambio, como dijo alguna vez un sabio, es la única constante en la vida.
Luego está esto: El que no se doble con el viento será roto por el viento.
¿Qué tienen que ver estas reflexiones con un equipo de la NFL? Me alegra que preguntes. Porque cuando se trata de los recién acuñados Las Vegas Raiders, el cambio está a su alrededor mientras continúan la ardua mudanza al sur de Nevada después de regresar a Oakland procedentes de Los Angeles en 1995.
Y, sin embargo, la continuidad es su aliado. Y, se podría decir, la mayor fortaleza de los Raiders cuando se trata de su plantilla que vuelve de cara al verano y, sí, una temporada llena de incógnitas.
"Sí, es enorme. Quiero decir, la continuidad es una palabra que nos gustaría vivir por aquí, y es algo que hemos luchado por hacer, obviamente", declaró el entrenador de los Raiders, Jon Gruden, de manera irónica, el día después que terminó la permanencia de su equipo en Oakland, el 30 de diciembre de 2019.
De hecho, sólo ocho elementos en la plantilla actual de 90 jugadores de Las Vegas jugaron para los Raiders antes de que Gruden regresara a la organización en enero del 2018 --el mariscal de campo Derek Carr, el corredor Jalen Richard, el centro Rodney Hudson, el guardia derecho Gabe Jackson, el tackle ofensivo David Sharpe (que en realidad fue reclutado por los Raiders antes del regreso de Gruden, fue cortado por Gruden antes de recontratarlo), los apoyadores Nicholas Morrow y Marquel Lee y el profundo Erik Harris.
"Las jóvenes alas cerradas, los jóvenes corredores, la línea ofensiva, estamos empezando a conseguir algunas piezas en la secundaria y en el extremo de nuestra defensiva", continuó Gruden. "Esperemos que esos chicos puedan jugar juntos durante cuatro o cinco años, ahí es cuando he visto equipos realmente despegar y ser competitivos. Realmente competitivos cuando tienen algo de continuidad".
Cuando Gruden dejó la cabina de "Monday Night Football" después de nueve años para regresar a las laterales, muchos veían la plantilla de los Raiders como que simplemente necesitaba una buena lavada. Una restregada al plata y negro, por así decirlo, después de alcanzar su punto máximo y caerse bajo la tutela de Jack Del Rio.
Gruden, sin embargo, no llegó con una manguera, sino un pico. Y un martillo. Por no decir una bola de demolición.
En más de dos años, Gruden, armado con la seguridad que viene con un contrato por 10 años y 100 millones de dólares, ha reconstruido a los Raiders. ¿Y esa continuidad de la que habló? Eso viene cortesía de los jóvenes jugadores a los que hizo referencia anteriormente.
Darren Waller luce como un perenne ala cerrada de Pro Bowl, y Foster Moreau atrapó cinco pases de touchdown como novato la temporada pasada. Josh Jacobs estableció un récord de franquicia para novatos al correr para 1,150 yardas y ya hemos hablado de la línea ofensiva, mientras que Trayvon Mullen parece un esquinero sólidol y Maxx Crosby tuvo 10 capturas.
Luego vino la agencia libre esta primavera, en la que Gruden y el gerente general de segundo año Mike Mayock firmaron a jugadores como los apoyadores Cory Littleton y Nick Kwiatkoski y el esquinero Prince Amukamara, mientras que en el draft reclutaron a los receptores abiertos Henry Ruggs III y Bryan Edwards junto con los esquineros Damon Arnette y Amik Robertson.
Para verlo de otra manera, 49 jugadores en su plantilla de 90 pasaron al menos un día en la nómina de 53 jugadores de los Raiders la temporada pasada, y regresaron 21 jugadores que comenzaron un partido la temporada pasada (11 ofensivos, siete defensivos y tres de equipos especiales). Además, los tres coordinadores están de vuelta, con 12 de 14 asistentes regresando al personal de Gruden.
"Hablamos de los jugadores base... tienes que amar jugar", señaló Mayock después del draft. "Pienso en ambos lados de la línea y en ambos días, conseguimos chicos que tienen algo interesante, chicos que aman el futbol americano, tienen velocidad, y sobre todo les encanta el juego y son duros".
Los jugadores base son los que establecen la continuidad. Y Carr debería beneficiarse al máximo de dicha estabilidad.
Porque por primera vez en sus siete años de carrera, Carr jugará en el mismo sistema por tercera temporada consecutiva. Y viene de establecer marcas personales en yardas aéreas (4,054) y porcentaje de pases completos (70.8).
"Hace un año", dijo Carr en el día de limpieza de vestidores, "teníamos mucho que abordar. Todavía tenemos algunas cosas que necesitamos abordar, pero definitivamente estamos en una mejor situación este año de lo que estábamos hace 12 meses".
Consideren esto: como señaló The Associated Press, los Raiders han tenido la pareja de un mismo mariscal de campo titular y entrenador en jefe en al menos tres inicios de temporada consecutivos sólo seis veces. Esas parejas son Daryle Lamonica/John Madden (1969-71), Ken Stabler/Madden (1974-78), Jim Plunkett/Tom Flores (1981-85), Jay Schroeder/Art Shell (1990-92), Rich Gannon/Gruden (1999-2001) y Carr/Del Rio (2015-17), con Carr/Gruden (2018-20) en sus puestos.
Todas estas combinaciones, excepto Carr, jugaron en al menos un Partido por el Título de la AFC.
Gruden, por su parte, habló de "todo el cambio" alrededor de Carr la temporada pasada.
"Teníamos diferentes receptores casi todas las semanas, diferentes alas cerradas, corredores distintos, diferentes linieros", sentenció Gruden. "Y creo que su paciencia y su habilidad para dirigir a los chicos en las prácticas y sobre el pasto los días de juego fue un área de verdadera mejoría. Hizo algunas cosas buenas, sin duda”.
Cosas que los Raiders esperan de Carr en particular, y del equipo en general, que mejoren en el 2020, gracias en gran parte a la continuidad.