La última derrota del quarterback estelar de Tampa Bay en un Super Bowl llegó ante Philadelphia, pese a su mejor desempeño estadístico en sus 10 apariciones en el icónico partido
La jugada parecía ser la llamada perfecta en el momento perfecto. El escenario no podría ser mejor: el Super Bowl LII.
Con poco más de 12 minutos por jugar en la primera mitad, los New England Patriots mandaron una jugada de truco contra los Philadelphia Eagles en la que Tom Brady entregó el ovoide al corredor James White, quien pareció dirigirse a atacar el lado izquierdo de la línea de golpeo antes de pasarlo a Danny Amendola, cruzando de izquierda a derecha en lo que aparentaba una jugada reversible. Mientras tanto, Brady salió en ruta de pase hacia la lateral derecha, hacia donde Amendola colocó un balón flotado que pegó en las manos del histórico quarterback, solo, antes de caer al suelo.
Esa fue la última ocasión en que Brady perdió un Super Bowl, y desde entonces, se ha sumado dos anillos más.
Por supuesto, el escenario es completamente diferente, así como la gran mayoría de los protagonistas. Para empezar, Brady no juega más con los Patriots, y viene de liderar a los Tampa Bay Buccaneers a su segunda victoria de Super Bowl. Philly, mientras tanto, viene de una temporada de miseria en la que se colocó cuarto en la peor división de la NFL. Ninguno de los dos quarterbacks de aquella mágica campaña --Carson Wentz y Nick Foles-- está más con el equipo, como tampoco está el entrenador en jefe Doug Pederson. Ahora, los Eagles son dirigidos por Nick Sirianni.
Sin embargo, si hay una cosa que Brady ha dejado claro en todos sus años en la NFL, es que no suelta las cosas con facilidad. Por ello, apareció en un comercial de Under Armour con el N° 199, el turno en que fue elegido en el draft, hace todos esos años, y por ello, usa cada una de sus derrotas del pasado como combustible para el presente.
Brady jamás va a olvidar la derrota en el Super Bowl LII, su mejor actuación estadística en sus 10 apariciones en el partido icónico de la NFL. No va a olvidar que, apenas unos minutos después de su pase dejado caer, los Eagles mandaron una jugada de truco similar en el mismo segundo periodo, "The Philly Special", con lo que anotaron un memorable touchdown justo antes de la pausa del medio tiempo. Por supuesto, Brady sabe que los Eagles ya intentaron replicar "The Philly Special" en la temporada actual, en la Semana 2 ante los San Francisco 49ers, sin éxito.
Los Buccaneers llegan a su compromiso en Philadelphia en una situación considerablemente mejor, y como actuales favoritos en las casas de apuesta para llevarse el Super Bowl LVI de febrero próximo. Los Eagles, por su lado, piensan en heredarle el sótano de la NFC Este a los New York Giants o Washington Football Team, y encontrar respuesta definitiva a la pregunta más difícil de contestar en la NFL: ¿tienen quarterback?
No hay gran vínculo entre Tampa Bay y aquel equipo campeón de Philadelphia del Super Bowl LII, fuera de Brady y el ala cerrada de los Bucs, Rob Gronkowski, quien no jugará el partido por lesión. Los Bucs saldrán a ganar el partido para mantenerse dentro de la élite de la NFC, y Philly buscará defenderse a toda costa para no rezagarse demasiado.
Pero para el quarterback de Tampa Bay la cosa es diferente. Incluso, un partido de jueves por la noche de la Semana 6 de campaña regular --sobre el papel, muy accesible-- tiene significado mayúsculo cuando, como Brady, la memoria conserva tan bien las derrotas.