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Chiefs y Patriots resurgen con planeación, paciencia y fidelidad a su identidad como virtudes Repetición Instantánea

El reciente resurgimiento de los New England Patriots y Kansas City Chiefs se da con la combinación de varios factores, pero el buen funcionamiento de estos equipos tiene como origen cualidades que no necesariamente están a la vista: planeación, paciencia e identidad.

Estos son aspectos que nacen meses antes del inicio de la temporada regular y que son reflejo de la personalidad de los coaches que dirigen a Patriots y Chiefs, Bill Belichick y Andy Reid, respectivamente.

Si algo han demostrado Belichick y Reid a lo largo de sus carreras son las constantes críticas a sus decisiones, por varias razones, y la actual campaña no ha sido diferente tras complicados inicios de temporada, sin embargo, más allá de responder a los señalamientos, ambos se mantuvieron firmes a su planeación o estilos de juego.

Planeación y paciencia, las virtudes de Belichick

En el caso de Belichick, muchos minimizaron su trabajo como coach de los Patriots luego de no llegar a Playoffs en el primer año de la era post- Tom Brady y pese a los contratiempos que enfrentó New England en una temporada atípica por la pandemia del COVID-19, que incluyeron no contar con ocho jugadores, la mayoría relevantes, que decidieron no arriesgarse por motivos personales a jugar.

En un juicio injusto y quizá adelantado por varios años, el veredicto de muchos fue que sin Brady, con quien ganó seis anillos de Super Bowl en 20 temporadas, Belichick era un coach ordinario. Ante esa idea, no fueron pocos quienes afirmaron que la Postemporada era una opción remota para New England en su panorama para la temporada 2021.

Lo que probablemente estos críticos de visión corta no tomaron en cuenta, además de los contratiempos de 2020, es que Belichick ya tenía en mente el plan para volver a la relevancia. La elección de Mac Jones en la primera ronda del draft como su nuevo quarterback franquicia parece que fue pensada y planeada hasta el más mínimo detalle.

Desde el inicio de la temporada y pese a su juventud, Jones ha demostrado personalidad y en la racha de cinco victorias que disfrutan los Patriots, ha sido notable cómo el pasador actúa cada vez con más confianza en cada jugada y en cada partido y para ayudarle en su proceso de adaptación y desarrollo, Belichick ha logrado darle el mejor apoyo que cualquier quarterback puede tener: una buena defensiva.

Con la desaparición en 2020 de los Patriots del grupo de contendientes, se afirmaba que se había dado el cambio de guardia en la AFC Este con unos Buffalo Bills que llegaron a la final de la conferencia y eran vistos como candidatos seguros a ganar su sector de nueva cuenta.

Hoy, los Bills buscan respuestas para la que repentinamente se convirtió en una ofensiva anémica y que ha desequilibrado al equipo y los Patriots, con los primeros resultados del plan de su coach, son líderes solitarios de su división.

Varios dirán que los Patriots han aprovechado las circunstancias, la irregularidad que prevalece en la AFC y quizá tengan razón, pero cualquier equipo en cualquier deporte se ve beneficiado de lo que sucede a su alrededor, no sin antes cumplir con su obligación: vencer al rival que tenga enfrente.

De suceder lo contrario, las críticas serían a la inversa: New England no es capaz de aprovechar el mal paso de otros contendientes.

Quizá la temporada 2021 no sea la de la consolidación en la nueva etapa de los Patriots, pero el buen momento por el que pasan deja en claro que Belichick trazó un plan que, de acuerdo a su estilo, está bien trazado y toma en cuenta los más mínimos detalles.

Si uno de estos primeros resultados es pelear por el liderato de su división cuando pocos lo anticipaban, el panorama a mediano y corto plazo luce favorable para los Patriots.

Reid, fiel a su filosofía ofensiva

Los Chiefs son lo que son: un equipo con una ofensiva fina que saca provecho de la velocidad de sus receptores con la habilidad de Patrick Mahomes para lanzar dentro y fuera de la bolsa de protección.

Esa es la identidad que Reid le ha dado a este equipo y con la que ha trabajado como entrenador en jefe desde que asumió ese cargo por primera vez en su carrera en 1999 y luego de 23 años, no va a cambiar de filosofía por un mal arranque de temporada.

Desde las últimas semanas de la campaña regular de 2020, las defensivas rivales encontraron la forma de contrarrestar el poderío ofensivo de Mahomes y compañía con el uso de dos safeties ubicados a 15 o 20 yardas de la línea de scrimmage para evitar las jugadas grandes de los Chiefs.

A pesar de no contar con los espacios que regularmente encontraron en las últimas tres campañas, Reid y Mahomes se mantuvieron fieles al estilo que llevó a los Chiefs a tres finales de conferencia consecutivas, a dos apariciones en fila en el Super Bowl y a ganar uno de ellos.

Quizá lo único de que lo que se podría culpar a Reid es de ser obstinado.

Cuando fue evidente que los Chiefs toparían con pared, Reid tuvo que modificar, pero sin cambiar la esencia de su ataque y decidió instruir a Mahomes a tomar lo que las defensivas rivales le den y aprovecharlo al máximo con la velocidad de Tyreek Hill desde el backfield, en pases pantalla o rutas cruzadas con Mecole Hardman o Demarcus Robinson que abran espacios para encontrar a Travis Kelce en zonas cortas, todo con la idea de que los espacios en lo profundo vuelvan a abrirse.

Así, Reid logró minimizar los errores de Mahomes, quien ha sufrido sólo dos intercepciones en la racha de cuatro victorias de los Chiefs tras sumar nueve en los primeros siete juegos de la campaña, además de dos balones perdidos en ese periodo, pero lo más importante, le devolvió la confianza al pasador.

Quizá las jugadas explosivas sean menos frecuentes para Mahomes y compañía, pero la confianza que Reid tiene en ellos y en su filosofía ofensiva han devuelto la alegría al ataque de los Chiefs y esa no es una buena noticia para el resto de la NFL.