Lamine Yamal, figura del Barcelona y de la Selección de España, se quedó este lunes con el Trofeo Kopa al mejor jugador menor de 21 años y ocupó el segundo lugar en la votación por el Balón de Oro 2025, que fue para Ousmane Dembélé.
La ceremonia, celebrada en el Théâtre du Châtelet de la capital francesa, consagró a Dembélé, delantero del París Saint-Germain, como el mejor jugador del mundo según la votación anual de la revista France Football. Aunque muchos consideraban a Lamine Yamal, joven figura del Barcelona, como el principal candidato al galardón, el reconocimiento terminó en manos del atacante francés.
Y apenas se conoció el resultado, el papá del crack del club catalán, Mounir Nasraoui, expresó su descontento ante los medios y aseguró: “El próximo año es nuestro”.
Pero se ve que después lo pensó mejor y decidió levantar la apuesta con expresiones que, de mínimo, estuvieron fuera de lugar.
Durante una videollamada con el programa d la TV española El Chiringuito, Nasraoui profundizó en su malestar y calificó la decisión como un agravio personal. “Creo que es el mayor... no voy a decir robo sino daño moral a un ser humano”, afirmó.
Y luego pasó a defender los motivos por los que él cree que el delantero del Barcelona debió salir de la gala con el Balón de Oro en sus manos: "Creo que Lamine Yamal es el mejor jugador del mundo con mucha diferencia, con muchísima diferencia. No porque sea mi hijo sino porque es el mejor jugador del mundo, creo que no hay rivales".
"Lamine es Lamine Yamal, tenemos que decir que aquí ha pasado algo muy raro", llegó a decir, antes de realizar la misma promesa que ya pregonó al salir de la gala: "El año que viene el Balón de Oro será español".
El padre ya había defendido a Lamine Yamal en otras ocasiones
No es la primera vez que Nasraoui se acerca a los medios para hablar sobre su hijo. A mediados de julio, tras la polémica que se armó por la celebración del cumpleaños de Yamal, su padre salió con los tapones de punta para defenderlo.
“Las personas, en vez de ver lo cercano suyo, miran lo lejano de los demás. Se van a morir de envidia. Ese es su problema”, lanzó Mounir, en diálogo con Europa Press. “Es un chico joven. La gente debería entender que es un chaval que recientemente acaba de cumplir 18 años y también tiene derecho a disfrutar un poco de la vida. Que entendemos que es un deportista profesional, lo que ustedes quieran, pero también es un niño como cualquier otro. Tienen su edad, sus amigos, sus padres bien cuidados”, concluyó.
