MOSCÚ - El fichaje del defensa ucraniano del Shakhtar Donetsk, Yaroslav Rakitski, por el Zenit de San Petersburgo ha provocado críticas en su país, que mantiene unas tensas relaciones con Rusia desde la anexión de Crimea.
Algunos medios, y aficionados en las redes sociales, recomendaron que nunca más sea convocado por la selección nacional y recordaron que nunca canta el himno nacional en los partidos internacionales.
Rakitski, de 29 años, ha jugado habitualmente de central desde que debutara hace diez en el Shakhtar, pero también puede jugar por la banda.
El club ruso anunció en su página web el fichaje del jugador, que firmó un contrato por tres temporadas y media con el líder de la liga rusa, que necesitaba reforzar el puesto de lateral izquierdo, según admitió el técnico del Zenit, Serguéi Semak.
"He pasado de un gran club a otro. (El rumano Mircea) me llamó hace unos días y me aseguró que el Zenit es un club de gran nivel", comentó.
El segundo entrenador del Zenit, el ucraniano Anatoli Timoschuk, que también fue fichado por el Zenit cuando militaba en el Shakhtar, tuvo mucho que ver en el traspaso.
El Zenit, que ya intentó fichar a Rakitski hace varias temporadas, habría pagado unos 10 millones de euros por el jugador internacional, que vistió en 54 ocasiones la camiseta nacional.
Rakitski, que disputó las Eurocopas de 2012 y 2016 con Ucrania, se despidió hoy de su anterior club y, en particular, de Lucescu, técnico del Shakhtar durante más de una década.
El ucraniano debería acompañar en defensa al ruso Ivánovic, al argentino Mammana y al ruso Smólnikov cuando se reanude el campeonato ruso tras el receso invernal en marzo.
El Zenit anunció el fichaje de Rakitski justo después de traspasar al PSG al argentino Leandro Paredes, que llegó a Rusia hace año y medio procedente del Roma de la mano de Roberto Mancini.