Gianni Infantino criticó la Superliga al señalar que es un proyecto simplemente inimaginable y que puede traer eventuales sanciones
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró que el proyecto de creación de la Superliga "no solo es inaceptable sino simplemente inimaginable", aunque consideró conveniente "reflexionar sobre las consecuencias de eventuales sanciones" a los impulsores del mismo.
"Ciertas acciones deberían tener consecuencias y cada uno debe asumir sus responsabilidades, pero... hay que tener cuidado cuando se habla de sanciones. (...) Hay que reflexionar sobre las consecuencias de eventuales sanciones", dijo en una entrevista este miércoles con el diario deportivo francés L'Equipe.
Además de mostrarse partidario del "diálogo respecto al conflicto", Infantino también invitó a la autocrítica tras haber llegado a esta situación con la iniciativa de doce clubes europeos, encabezada por el Real Madrid.
"Un líder también debe preguntarse cómo hemos llegado hasta ahí. Y partiendo de eso, cómo construir el futuro todos juntos. Para hacerlo, hay que escuchar a todo el mundo", señaló.
El pasado 23 de abril el Comité Ejecutivo de la UEFA no adoptó sanción alguna para los clubes fundadores de la Superliga y los que siguen adelante en sus competiciones, como Real Madrid y Chelsea que hoy se enfrentan por un puesto en la final de la Liga de Campeones, aunque abordó "las opciones" y "pasos" que puede dar tras el anuncio de su creación cinco días antes.
Al margen de la Superliga, Infantino abogó por la posibilidad de introducir límites económicos en los sueldos, las indemnizaciones por traspaso de los jugadores o las comisiones entregadas a los agentes.
"Discutamos seriamente la introducción de límites salariales, de límites sobre las indemnizaciones por traspaso o de límites sobre las comisiones entregadas a los agentes. La transparencia debe ser total sobre estos temas", sostuvo.
También se mostró abierto a discutir sobre un límite al número de jugadores por equipo, así como sobre la obligación de tener cierto numero de jugadores formados localmente o incluso de implantar un número máximo de partidos que los mejores futbolistas puedan disputar por temporada.
"Pongámonos de acuerdo sobre un periodo mínimo de descanso. Estas medidas favorecerían la estabilidad económica del sistema pero también el equilibrio competitivo. Discutamos finalmente del calendario internacional y del formato de las competiciones. Menos cantidad y más calidad debería ser nuestro lema", añadió.
El presidente de la FIFA recordó que esta ha lanzado un plan de ayuda global que pone a disposición 1.500 millones de dólares (unos 1.250 millones de euros) "para apoyar el fútbol en todas sus regiones", pero consideró que la próxima etapa debería ser "que todas las partes se reúnan de buena fe" en torno a una reforma.
"Estamos revisando el sistema de traspasos, porque es hora de ayudar de forma concreta a los clubes y los jugadores", agregó.
El dirigente italo-suizo también consideró que ha llegado el momento de revisar el reglamento del juego limpio financiero y de dar con "mejores fórmulas para el futuro". "Hay que encontrar el justo equilibrio entre medidas que protegen frente a los excesos, conservando un marco atractivo para inversiones sanas y sólidas", recalcó.