TAMPA -- La primera sesión de entrenamientos de los Tampa Bay Buccaneers duró apenas 10 minutos gracias a una tormenta eléctrica --algo típico de esta región-- pero, primera vez en años, el énfasis no estaba en quién llenará cuál hueco. Este año no hay drama. Este año solo hay expectativas.
Lovie Smith toma las riendas de una alicaída franquicia que no ha jugado un partido de playoffs en siete años y que viene de una temporada plagada de chismes, forcejeos internos y una marca de 4-12. Greg Schiano fue despedido a los pocos días de culminar la pasada temporada regular, que entre otra cosas vio la partida del mariscal de campo Josh Freeman, quien alguna vez fue la cara de la franquicia.
Smith, quien fue el coordinador defensivo bajo la dirección de Tony Dungy en el equipo de Tampa Bay que ganó el Super Bowl en el 2002, hereda un equipo totalmente diferente al que acabó la temporada pasada. Costosos veteranos como Darrelle Revis y Mike Williams han sido descartados, y a su vez Smith trajo a Josh McCown, quien por primera vez en 10 años asume un rol titular desde los entrenamientos, para agarrar las riendas de una ofensiva que estuvo en manos del novato Mike Glennon el año pasado.
En el lado defensivo, los Bucs regresan a lo que se ha convertido en uno de los cuerpos de apoyadores más consistentes de la NFL con Lavonte David, Mason Foster y Jonathan Casillas y una temible línea frontal liderada por Gerald McCoy, el único Buccaneer en ir al Pro Bowl la temporada pasada, y Adrian Clayborn.
La solidez de la defensiva es la razón por la cual Smith, por primera vez en su carrera como entrenador en jefe, no utilizó sus turnos en el sorteo para escoger un jugador de ese lado del balón.
Mike Evans, quien jugó su universitaria en Texas A&M junto al mariscal de campo Johnny Manziel, se proyecta para alinear con Vincent Jackson como receptores abiertos, mientras Austin Seferian-Jenkins figura insertarse como ala cerrada titular, con la mayoría de los acarreos asignados al corredor Doug Martin apoyado por Mike James y Bobby Rainey.
Durante su tiempo con la prensa, Smith se mostró sumamente cómodo con las herramientas que tiene al frente, especialmente con McCown, a quien conoce desde sus días con los Chicago Bears.
"Para él, tiene que ser mucho más cómodo sabiendo que cuenta con el apoyo de los entrenadores y que no está compitiendo para una posición. En ese sentido, yo me siento cómodo también porque esta decisión ya está tomada. Ahora es cuestión de trabajar con el sistema y afinar algunas piezas", declaró un sonriente Smith, quien decidió comenzar sus prácticas en One Buc Place --las instalaciones de entrenamiento de los Buccaneers justo al lado del Raymond James Stadium-- a las 4.00 p.m. debido al hecho de que los Bucs juegan sus primeros dos partidos en casa en ese horario contra los Carolina Panthers y los St. Louis Rams.
McCown, quien tuvo una exitosa temporada como suplente con los Bears detrás de Jay Cutler el año pasado, firmó con los Buccaneers en parte porque Smith lo convenció ,ya que tendrá la oportunidad de ser un titular de tiempo completo por primera vez desde que jugó con los Arizona Cardinals en el 2004.
"Siempre es bueno saber y tener claro en dónde uno está parado", sentenció McCown. "En ese sentido, uno ya tiene dirección, pero hay que mantenerse alerta y trabajar las cosas como deben ser".