KANSAS CITY, Mo. -- Luke Hochevar formó parte de los Reales de Kansas City que avanzaron a la Serie Mundial el año pasado. Estuvo en la cueva en cada uno de los juegos de postemporada, se bañó con champaña en los festejos y recibió un anillo de campeón de la Liga Americana.
Pero no hizo un solo lanzamiento.
Y es por eso que el retorno al Clásico de Otoño este año es más dulce. Recuperado de la cirugía Tommy John que le costó la pasada campaña, Hochevar pudo aportar en el éxito del club que tomó al relevista como la primera selección del draft de 2006.
"Fabuloso. No hay otra manera de explicarlo", dijo Hochevar. "La experiencia del año fue increíble. Tener la oportunidad de volver e intentarlo otra vez es mucho mejor".
Se antoja fácil decir que los Reales están aquí por tener el mismo equipo hace un año. El núcleo de jugadores que ganó protagonismo contra los Gigantes de San Francisco, como el receptor Salvador Pérez, el jardinero Lorenzo Cain y el primera base Eric Hosmer, siguieron en lo suyo.
La realidad es que los Reales están aquí en gran medida por nuevas caras.
Apenas 12 jugadores del roster de 25 en la serie de campeonato contra Toronto blue Jays formaron parte del plantel ante los Gigantes. Solo cuatro fueron lanzadores y el único abridor fue el dominicano Yordano Ventura, quien fue clave en la victoria en el decisivo sexto juego.
Los Reales emplearon al mismo personal en la serie de primera ronda contra Astros de Houston, y los mismos deberán salir para enfrentar a los Mets de Nueva York en la Serie Mundial a partir del martes.
"Este es un equipo diferente", reconoció el manager de los Reales, Ned Yost. "Pero jugamos con el mismo estilo".
Los Reales se fundamentan en pitcheo y defensa. Siguen ganando al cometer menos errores que el rival. Provocan caos en las bases y se ponchan muy pocas veces.
Pero el reparto de jugadores es algo distinto.
Los Reales decidieron desprenderse del bateador designado Billy Butler y obtuvieron al cubano Kendrys Morales para reemplazarlo. Fue una movida brillante: Morales sonó 22 jonrones en la campaña regular y lleva cuatro en los playoffs.
"Pasó a ser el bate de la parte medular del orden ofensivo desde el primer día", dijo Yost. "Puso números tremendos, números de poder, impulsadas. Ha sido muy impactante bateando desde ambos lados del plato".
En el terreno, los Reales dejaron ir al jardinero derecho Nori Aoki y ficharon al puertorriqueño Alex Ríos, quien batea para .333 en la primera postemporada en su carrera de 12 años. El segunda base Omar Infante, así que Ben Zobrist, adquirido en julio, se apoderó del puesto y batea para .326 con seis impulsadas en los playoffs, con dos jonrones contra Toronto.
En muchos sentidos, se puede argumentar que los Reales salieron reforzados en cada caso.
Pero las diferencias son más palpables en el pitcheo. Junto a Ventura, la rotación es compuesta por Edinson Vólquez, Johnny Cueto y Chris Young, mientras que James Shields, Jeremy Guthrie y Jason Vargas lanzaron en la pasada postemporada.
Vólquez fue el principal fichaje durante el invierno, luego que Shields firmó con Padres de San Diego como agente libre. Luego de haberse alejado un tiempo del béisbol, Young firmó al inicio de la pretemporada y ahora es parte de la rotación, con una excelente salida en el cuarto juego de la serie ante los Azulejos.
Cueto llegó poco antes de la fecha límite de cambios. Si bien tuvo una de las peores aperturas de la historia en el tercer juego ante Toronto, el derecho dominicano brilló ante Houston en el quinto y decisivo partido de la serie divisional.
En el bullpen, el estelar cerrador Greg Holland y el especialista zurdo Tim Collins causaron bajas por cirugías reconstructivas en el codo. Brandon Finnegan fue traspasado y Jason Frasor dejado en libertad. Pero Hochevar, Kris Medlen, Franklin Morales y Ryan Madson tomaron sus puestos.
Y es así que el mismo núcleo que puso fin a una sequía de 29 años en playoffs ahora es complementado por un nuevo grupo de peloteros que podrían darle a los Reales su primer campeonato desde 1985.