La histórica tenista alemana Angelique Kerber, ex 1ª del ranking WTA, se retirará del tenis apenas concluida su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024. Una figura que marcó una época y que a sus 36 años de edad dirá adiós.
Campeona de tres torneos de Grand Slam, producto de sus éxitos en el Abierto de Australia y US Open 2016 y en Wimbledon 2018, la nacida en Bremen recorrió una carrera plagada de éxito, esas que solo están al alcance de unos pocos privilegiados.
Ocupó por primera vez el trono de la clasificación el 12 de septiembre de 2016 y se mantuvo durante 34 semanas. Obtuvo 14 títulos en la máxima categoría, desglosados de la siguiente manera: siete en canchas duras, cuatro en polvo de ladrillo y tres en hierba, consagraciones que la hicieron merecedora de más de 30 millones de dólares en concepto de premios.
Una jugadora repleta de recursos y con facilidad para adaptarse a todas las superficies. Solo le quedó pendiente el trofeo de Roland Garros, donde alcanzó como mejor marca los cuartos de final, y fue medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde siendo la 2ª del planeta perdió sorpresivamente en la definición con la puertorriqueña Mónica Puig.
Pero todo comienzo tiene un final y esta vez llegó el turno de Kerber, la célebre zurda de revés a dos manos que realizó su mejor temporada en 2016 y que después de 21 años de profesionalismo se une al reciente anuncio de retirada del escocés Andy Murray. La inoxidable germana, que acaba su romance con el tenis con un registro de 680 triunfos y 377 derrotas, y enfrentará a Naomi Osaka en el debut de París 2024, escribió una emotiva carta de despedida.
"La línea final. Antes de que comiencen los Juegos Olímpicos, ya puedo decir que nunca olvidaré París 2024, porque será mi último torneo profesional como tenista. Y aunque esta podría ser la decisión correcta, nunca lo parecerá. Simplemente porque amo el deporte con todo mi corazón y estoy agradecido por los recuerdos y oportunidades que me ha brindado. Los Juegos Olímpicos en los que he participado hasta ahora han sido más que simples competiciones, ya que representan diferentes capítulos de mi vida como tenista: el ascenso, la cima... y ahora, la meta.
Los Juegos Olímpicos de Londres 2012 llegaron en un momento en el que tuve mi gran temporada en el circuito. Estaba subiendo en la clasificación de manera constante y cada victoria me ayudó a superar mis dudas y fortaleció mi confianza en mí mismo. Todo me pareció un nuevo comienzo y la emoción me llevó a nuevas alturas. El año anterior, en 2011, casi le di la espalda al tenis y abandoné mis sueños de infancia. Cuando llegué a los Juegos Olímpicos de Río 2016, acababa de ganar mi primer título de Grand Slam en Australia a principios de año. Mi carrera por la medalla de plata estuvo inmersa en una avalancha de emociones que me llevaron a mi segundo título de Grand Slam en Nueva York y a lo más alto del ranking.
El descenso del año siguiente fue doloroso, pero aprendí la lección y Wimbledon 2018 fue mi mayor recompensa. Y ahora: París 2024 marcará la meta del viaje más increíble que jamás hubiera soñado mientras crecía con una raqueta en la mano. Hay muchas más cosas que quiero decir y gente a quien agradecer, lo cual haré una vez que haya completado mi último partido... pero por ahora, me tomaré el tiempo y absorberé cada segundo de este episodio final en la cancha. Gracias a todos por vuestro apoyo, significa muchísimo para mí", concluyó.