Mientras disputa el WTA 1000 de Doha, Elena Rybakina (7ª de la WTA) mantiene en paralelo una situación con su entrenador Stefano Vukov que cada vez genera más dudas que certezas.
Por lo pronto, la WTA tomó la determinación de mantener la sanción sobre el coach de la kazaja por una infracción del Código de Conducta. "La WTA confirma que la investigación independiente sobre una potencial infracción del Código de Conducta por parte de Stefano Vukov ha concluido. La suspensión seguirá en pie. Para proteger la confidencialidad y la integridad de la investigación, no se brindarán mayores detalles. Seguimos comprometidos a garantizar que todos los asuntos se manejen de manera justa y objetiva de acuerdo con el Código de Conducta de la WTA", enunciaba el comunicado.
De todos modos, la campeona de Wimbledon en el 2022 no se mostró conforme con esta decisión. "Solo puedo decir que estoy decepcionada con la situación y por cómo ha ido todo este proceso", enunció.
Con respecto a la relación profesional entre Rybakina y su entrenador en el último tiempo surgieron varias situaciones que sembraron cada vez más preguntas. El anuncio de que no iban a seguir trabajando juntos en este 2025 rápidamente fue reemplazado por un escueto aviso de la propia tenista en el que informaba que volvían a unirse.
Posteriormente, el fugaz vínculo con Goran Ivanisevic echó más leña al fuego y no ayudó a despejar los interrogantes. De hecho, con el exentrenador de Novak Djokovic solo trabajó durante dos torneos a pesar de que todo indicaba que iban a tener un lazo a largo plazo.
En el WTA 1000 de Doha, por lo pronto, el encargado de acompañarla en la cancha es Davide Sanguinetti, exjugador italiano. En el torneo disputado en Medio Oriente, la kazaja se encuentra en los cuartos de final, instancia en la que se medirá ante la polaca Iga Swiatek.
El historial favorece a Elena con cuatro victorias y tres derrotas, aunque la única vez que se vieron las caras en este 2025 (United Cup) la que festejó fue la exnúmero uno.