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Cómo se reconstruyó el Lynx para luchar por el título de la WNBA

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Liberty, Lynx y todo lo que está en juego en el tercer partido (1:58)

Pilar Pérez y su análisis previo al juego 3 de las Finales de WNBA. La serie está empatada a una victoria. (1:58)

Sylvia Fowles se despidió con estilo. En su último partido de la WNBA hace dos años, la pívot del Minnesota Lynx capturó su rebote número 4,000 y consiguió el doble-doble número 193 de su carrera. Incluso los aficionados del equipo contrario en Connecticut se pusieron de pie para ovacionarla.

Pero cuando Fowles se despidió de la liga, el Lynx marcó el comienzo de una nueva era.

La entrenadora Cheryl Reeve luchó contra sus emociones mientras asimilaba todo. Fowles fue la última de las estrellas principales de los años de la dinastía de Minnesota, cuando el Lynx ganó cuatro títulos en seis apariciones en las Finales de la WNBA entre 2011 y 2017.

Reeve esperaba despedir a Fowles con una última aparición en la postemporada. Pero esa noche de agosto de 2022, el Lynx selló una temporada regular con marca de 14-22. Minnesota, con la joven destacada Napheesa Collier fuera de juego durante la mayor parte del año por licencia de maternidad, se perdió los playoffs y tuvo un récord perdedor por primera vez desde 2010, la primera temporada de Reeve con el equipo.

Las preguntas rodeaban al Lynx. ¿Cómo se recargaría? ¿Qué le depararía el futuro? ¿Cuánto tiempo le tomaría a la franquicia volver a la cima?

En 2024, una temporada en la que gran parte de la atención se centró en la rapidez con la que la clase de novatos tendría un impacto y en si Las Vegas Aces podrían repetir el éxito, Minnesota emergió lentamente como contendiente al título. El mejor equipo desde que se reanudó la liga después de los Juegos Olímpicos de París, el Lynx solo quedó detrás del New York Liberty en la clasificación final y entró a los playoffs como segundo sembrado.

De cara al Juego 3 de las Finales de la WNBA que se jugará el miércoles (8 p m. ET, ESPN Deportes), Minnesota está empatada 1-1 con New York y será anfitriona de los próximos dos partidos de la serie al mejor de cinco en el Target Center. Con un récord de 30-10, el Lynx superó la mayoría de las proyecciones de pretemporada y podría estar a las puertas del quinto título de la franquicia, que sería el mayor número de títulos para una franquicia de la WNBA.

"Sentimos que después de la temporada pasada teníamos una base", dijo Reeve sobre el récord de 19-21 en 2023 y el regreso a los playoffs. "Dicho esto, solo trajimos de vuelta a cinco jugadoras. Estábamos seguros de lo que debíamos cambiar. No éramos lo suficientemente buenas".

Reeve, quien también es presidenta de operaciones de baloncesto de Minnesota y fue Entrenadora del Año y Ejecutiva del Año de la WNBA en 2024, cree que la construcción del equipo es parte de lo que hace que el Lynx sea tan difícil de vencer. No se construyó a partir de múltiples temporadas de fracaso que llevaron a selecciones de lotería acumuladas. Sus adquisiciones de agentes libres no fueron noticia. Sin embargo, está a dos victorias de otro campeonato.

"Hay más de una manera de hacer esto", dijo Reeve sobre la formación del plantel de Minnesota. "No somos un superequipo, pero somos un equipo de baloncesto súper bueno".

La plantilla de Minnesota esta temporada contrasta tanto con la de New York como con la de los legendarios equipos Lynx del pasado.

El Liberty tiene dos selecciones No. 1 (Breanna Stewart, Sabrina Ionescu) y dos MVP (Stewart y Jonquel Jones). También tiene una selección No. 3, Courtney Vandersloot. Todas, excepto Ionescu, a quien el Liberty seleccionó en 2020, llegaron al equipo a través de la agencia libre o un canje. La construcción del Liberty le valió el apodo de superequipo junto con las Aces la temporada pasada, cuando esos equipos se enfrentaron en las Finales.

El núcleo de la dinastía del Lynx entre 2011 y 2017 estuvo formada por dos selecciones No. 1 del draft (Seimone Augustus y Maya Moore) y traspasos por otras jugadoras que habían sido elegidas en la lotería (Lindsay Whalen, No. 4, y Fowles, No. 2). Además, el Lynx adquirió a Rebekkah Brunson del draft de dispersión de las Sacramento Monarchs: fue elegida décima, pero jugó como una selección de lotería y terminó su carrera en la WNBA con cinco campeonatos.

El equipo de Minnesota de este año actualmente tiene una superestrella: Collier fue finalista por el MVP y Jugadora Defensiva del Año de la liga esta temporada, con un promedio de 20.4 puntos y 9.7 rebotes. Pero está rodeada de jugadoras que encajan como piezas de un mosaico, incluidas la escolta Courtney Williams y la alera Alanna Smith, que llegaron como agentes libres del Chicago Sky.

Diamond Miller, quien fue seleccionada en el puesto No. 2 del draft de 2023, es la selección más alta del draft en la plantilla actual del Lynx, pero es una reserva que ha sido utilizada con moderación en los playoffs. Las dos mejores jugadoras de Minnesota que han salido de la banca en esta postemporada (Natisha Hiedeman y Myisha Hines-Allen) fueron selecciones de segunda ronda que el Lynx obtuvo a través de canjes este año.

Kayla McBride, la selección No. 3 del draft de 2014, es la elección más alta entre las titulares del Lynx, que incluyen a Bridget Carleton (selección No. 21 en 2019), Williams y Smith (ambas selecciones No. 8, en 2016 y 2019), y Collier, cuya selección demasiado baja en el No. 6 en 2019 ha hecho que ese draft sea el más fácil de cuestionar en la historia de la WNBA.

Reeve ha sido la constante en prácticamente todos los éxitos de Minnesota. El Lynx había ganado solo un partido de playoffs, en 2003, cuando ella asumió el cargo en 2010 después de ganar títulos de la WNBA como asistente en Detroit en 2006 y 2008. Está en su 15ta. temporada con Minnesota, la permanencia más larga con un equipo de cualquier entrenador de la WNBA en la historia. Solo cuatro entrenadores activos en otras ligas deportivas profesionales importantes de EE. UU. (dos en la NBA y dos en la NFL) han estado con sus equipos actuales por más tiempo que Reeve.

Reeve dijo que la consistencia requiere hacer todo lo posible para no comprometer la "personalidad adecuada" de las jugadoras, incluso si aportan habilidades en la cancha.

"Necesitábamos corregir los errores que cometimos en algunas decisiones pasadas", dijo Reeve. "Porque de vez en cuando, uno se desvía de lo que sabe que debería estar haciendo. Dices: 'Esta jugadora puede hacer esto' y 'Tenemos otras personas buenas, así que estaremos bien'".

"Tuvimos un par de temporadas difíciles. [En 2022], no llegamos a los playoffs. En 2023, tuvimos un buen año y teníamos un grupo de jugadoras, aunque no todas, que sentían química entre ellas. Sin duda, en esta temporada baja estábamos comprometidos con la forma en que estábamos haciendo las cosas".

Eso significó inundar a Williams con llamadas y mensajes de texto para hacerle saber que era uno de los principales objetivos de Minnesota como agente libre.

"Cheryl me dijo directamente: 'Queremos que seas nuestra base armadora. Quiero que manejes al equipo'", dijo Williams. "Yo le dije: 'Vaya, ¿por qué yo? Ni siquiera soy base armadora'. Pero ella siguió dándome esas palabras de afirmación. Y me convenció de que soy un poco base armadora".

Collier también hizo su parte en la agencia libre. Pensó que Smith sería una buena opción para Minnesota en el poste en base a sus impresiones de jugar contra la ex estrella de Stanford. Mientras ambas competían en Turquía durante la temporada baja de la WNBA, Collier y Smith tuvieron una cena de tres horas de pasta y vino en Estambul. Descubrieron muchos puntos en común y Smith dijo que estaba impresionada de que Collier fuera "muy centrada, súper humilde y simplemente defendiera las cosas correctas".

Con su paso juntas en el Sky en 2023, Williams y Smith ya tenían un vínculo. No les llevó mucho tiempo encajar con las demás en Minnesota. El talento de las jugadoreas que Reeve y la gerente general de Minnesota, Clare Duwelius, reunieron también se ha destacado.

Carleton logró marcas personales al promediar 9.6 puntos y 3.8 rebotes en la temporada regular. Smith también estableció un récord personal con promedio de 10.1 puntos, mientras que McBride promedió 2.7 triples por partido, el mejor promedio de su carrera.

Cuando se habla con el Lynx sobre sus éxitos individuales, ellas destacan lo que todo el grupo ha hecho que les ha permitido a cada una sobresalir.

"Creo que cuando los equipos nos observan, siempre hablan de la química del Lynx", dijo Reeve. "No lo hicimos bien todos los años. Sin duda, hemos tenido nuestros desafíos, pero este año marcamos un golazo".

Alexa Philippou de ESPN contribuyó a esta historia.