CHICAGO -- Si existe algo parecido a un guión de béisbol de Hollywood a principios de mayo, entonces los Chicago Cubs tienen la trama: tienen un mal comienzo --invitan a los escépticos de todo el juego--, luego cambian las cosas al ritmo de una racha de siete victorias consecutivas, que culminó con una barrida de tres juegos sobre el primer lugar.
Al lograr eso, los Cubs cambiaron de lugar con los St. Louis Cardinals, y se encontraron en la cima de la División Central de la Liga Nacional a menos de un mes después de un viaje por carretera de apertura de temporada de 2-7. El cambio ha sido tan dramático como se lee.
''Realmente no anticipé esto'', dijo el manager Joe Maddon antes de que los Cubs derrotaran a los Cardinals 13-5 el domingo por la noche. ''Hablé sobre [ganar] un juego a la semana, así es como normalmente lo haces. Normalmente no tienes este rápido rebote''.
Los Cubs casi duplicaron lo que Maddon pensó que era posible, ganando seis juegos en la clasificación desde el 7 de abril. ¿Cómo lo hicieron? Aquí es donde Hollywood querría alterar el guión. No había una fórmula mágica --solo jugar una buena y sólida pelota.
''Nuestros lanzadores han sido geniales'', dijo Kris Bryant. ''Nuestros turnos al bate han sido geniales. Defensa. Todo realmente ha estado haciendo clic para nosotros. Este es el tipo de béisbol del que es súper divertido ser parte''.
Bryant proporciona un buen ejemplo de lo que significa un tramo de algunos juegos malos en el transcurso de una larga temporada, tanto para un jugador individual como para un equipo: significa poco, especialmente cuando hay un historial involucrado --como lo hay para Bryant y los Cubs. Bryant puso la cereza al pastel el domingo cuando pegó un grand slam en la octava entrada, parte de un ataque ofensivo que anotó en cinco de ocho entradas y vio a cada jugador de posición titular acumular al menos un hit.
Sería difícil encontrar un jugador más satisfecho con la forma en que van las cosas que Bryant. Comenzó la temporada lentamente --soportando demasiadas críticas tempranas--, pero últimamente la ha activado. Ya sea que los resultados se muestren o no --y está empezando a hacerlo--, Bryant ha estado chamuscando la pelota en todo el campo.
''Me he sentido muy bien en el plato'', dijo. ''Siento que he estado golpeando la pelota muy fuerte''.
Bryant le da crédito a Maddon por haber visto la película antigua de sus turnos al bate y haber notado un bateador ''más tranquilo'', especialmente durante su año de MVP en 2016.
''Mi filosofía de batear no es tener mucho movimiento'', explicó Bryant. ''Se nota en mi swing. Es algo de lo que volví. Es bueno pegarle a la pelota con fuerza por todo el campo''.
También es bueno cuando el pitcheo puede coincidir con el bateo. Ese no fue el caso la primera semana más o menos de la temporada, cuando los Cubs estaban caminando a demasiados bateadores. Todo eso cambió después de la apertura del viaje por carretera, y si algo ha marcado el cambio, es un staff que está en llamas en este momento. Desde el 8 de abril, la efectividad del equipo es de 2.48. El siguiente mejor en el béisbol durante ese tiempo --los Arizona Diamondbacks--, tiene una marca de 3.40. Hagamos eso a un lado. Desde la segunda semana de la temporada, los Cubs están cediendo una carrera menos por juego que el siguiente mejor staff de pitcheo.
''Comienza con el pitcher abridor'', dijo Maddon. ''Nos han permitido estar en este rol''.
Jose Quintana es la definición de un lanzador abridor en este rol. Los Cubs han ganado sus últimas cinco aperturas mientras compila una efectividad de 1.93, con un total de cinco bases por bolas otorgadas. Es solo uno de un grupo de lanzadores que fueron difamados al principio de la temporada, pero que han ayudado al equipo a llegar a la cima de la división.
Y así, los Cubs han recuperado su hegemonía, que viene con tener la mayor cantidad de victorias de temporada regular en el béisbol en los últimos cuatro años y ganar cuatro viajes a la postemporada en ese lapso.
''Siempre me gustaría creer que tenemos esta hegemonía interna'', dijo Maddon. ''Estamos jugando el juego con mucha energía. El pitcheo ha marcado el tono''.
Bryant negó con la cabeza cuando se le preguntó si dudaba del equipo, aunque solo un poco cuando comenzó la temporada 1-6, 2-7 y luego 3-8.
''Fue un comienzo de año bastante extraño'', dijo. ''Todos sabíamos que teníamos talento aquí''.
Y ese talento se ha manifestado a lo grande. Incluso antes de la victoria del domingo por la noche, los Cubs fueron el primer equipo en 24 temporadas en comenzar el año al menos cinco juegos por debajo de .500 y llegar a seis juegos más en su 30 del año. Un tramo de 17-5 les ha puesto siete juegos sobre .500 y en primer lugar.
''Realmente lo cambiamos desde entonces'', dijo Bryant. ''Cada vez que puedes tomar tres del equipo que está primero, por supuesto que te sentirás bien al respecto''.
En cuanto a la hegemonía a Maddon no le importa cómo se describa. Siente lo mismo que una gran multitud los domingos por la noche cuando cantan ''barrer, barrer, barrer'' en los últimos momentos de la exitosa película de mayo titulada ''Los Cubs se hacen con el primer lugar''.
''Me gusta como somos'', dijo Maddon. ''Sin embargo, si quieres escribir eso, me gusta como somos ahora''.