Los Chicago Cubs se enfrentan a los Washington Nationals (ESPN, 7:00 ET) en el cierre de una serie entre dos equipos con buen talento pero que van por rutas muy distintas esta temporada.
Los Cubs están en su mejor momento después de un comienzo vacilante, mientras que los Nationals han sido una de las decepciones del primer cuarto de la temporada, pues a pesar de que perdieron a su principal figura, Bryce Harper, en la agencia libre, todavía tienen talento como para más.
Será un buen momento para ver a Javier Baez, por mucho el jugador más divertido de ver en las Mayores y a la vez, dar una mirada a los nuevos valores latinos de los Nationals, los dominicanos Juan Soto y Victor Robles.
¿Cómo levantan los Nationals? ¿Cómo se puede mejorar el bullpen de los Cubs, su principal punto débil? Nuestros expertos ofrecen sus puntos de vista.
1. Después de Javier Báez ¿quién es el segundo jugador más divertido en las Grandes Ligas?
Enrique Rojas: Mike Trout. Fácil. Es prácticamente imposible ver un partido de Trout sin que el pelotero realice una jugada que valga el costo del ticket, ya sea con el bate, corriendo las bases o defendiendo en el jardín central. No es por casualidad que Trout es el mejor pelotero de Grandes Ligas. Estamos hablando de un tipo que en su carrera se embasa en el 45% de sus viajes al plato, que promedia 37 jonrones y 28 robos por cada 162 juegos y defiende una posición "premium" como el mejor, aunque no le hayan dado el Guante de Oro. Por jugar en el oeste (y para el equipo equivocado de Los Angeles) Trout no recibe tanta exposición como debería, pero casi nunca desaprovecha las oportunidades de los grandes escenarios. Jorge Morejón: Yasiel Puig. Sin que haya conseguido jamás explotar al máximo su potencial, Puig es un tipo divertido, ya sea por sus acciones propiamente del juego y sus actitudes polémicas, que llevan a los fanáticos a los dos extremos: al Caballo Loco se le ama o se le odia, sin puntos intermedios.
José Francisco Rivera: Marcus Stroman. Da gusto ver lanzar a este pitcher de los Blue Jays. Disfruta al máximo sus logros, sin rallar en lo ofensivo y siempre manteniendo el respeto ante el rival, pero mostrando su entusiasmo y ganas de que las cosas le salgan bien. Fuera del terreno de juego cuenta con casi medio millón de seguidores en Twitter, y publica material variado resaltando aspectos llamativos y su relación con los compañeros de equipo.
2- ¿Qué deben hacer los Nationals para ser contendientes en la división?
Rojas: Washington ha probado todas las fórmulas en los últimos años y, lamentablemente, ninguna ha funcionado. A esta altura de la temporada no es recomendable tratar de inventar la fórmula del agua tibia, sino que se recomienda apegarse el plan. Una cosa que sí sabemos que podrían probar los Nacionales es cambiar al dirigente Dave Martínez, quien no es necesariamente el responsable de la debacle de una organización que ha desperdiciado una gran generación de jugadores sin poder ganar su primera serie de playoffs. Como dicen en el béisbol: "Cuando las cosas van mal, es más fácil cambiar al dirigente que a 25 peloteros". Puede sonar injusto, pero es verdad.
Morejón: Echar al manager. Dave Martínez es una versión mala de Joe Maddon (creció a su sombra como coach de banca, primero en Tampa Bay y luego en Chicago). Pero Martínez ha mostrado una ineptitud absoluta desde el año pasado, cuando le dieron un equipo que partió con la etiqueta de superfavorito y lo hizo tan mal, que en algún punto de la campaña del 2018 reconoció no saber qué hacer para enderezar el rumbo de Washington. Cuando un dirigente dice no saber qué hacer, está de más en el puesto.
Rivera: Washington no tiene una tarea fácil. Desde el inicio de la temporada he pensado que los Nationals deben cumplir una labor cuesta arriba, considerando la forma como están confeccionados los equipos de los Mets, Phillies y Bravos. Sumando este factor a la lesiones, creo que Washington tendrán que hacer un milagro para jugar en la postemporada.
3- Realidad o ficción: Chicago necesita a Craig Kimbrel para ser aspirante al título.
Rojas: Ficción. Es verdad que Craig Kimbrel puede mejorar a cualquier cuerpo de relevistas en Grandes Ligas, incluyendo el maravilloso grupo que juntaron los New York Yankees, pero seríamos exagerados si decimos que Kimbrel es la diferencia para que Chicago gane o pierda el título. El pitcheo de los Cubs va tercero en efectividad en la temporada, con promedio de 3.19, y aunque el bullpen está en 3.90 en todo el año, en 34 partidos desde el 7 de abril, los relevistas de Chicago tienen efectividad de 2.43 (30 carreras en 111.1 entradas) y han dejado a la oposición en un OPS de .617.
Morejón: Realidad. Craig Kimbrel es quien está ahora mismo disponible, pero podría ser cualquier cerrador de jerarquía. Los Cachorros necesitan un hombre a quien confiarle con los ojos cerrados el noveno inning. Hasta ahora, de 15 posibilidades de rescate, los lanzadores de Chicago han salvado ocho y desperdiciado siete. En el 2016, cuando finalmente rompieron una sequía de títulos de 108 años, fue Aroldis Chapman la clave que los llevó hasta la gloria. Por Kimbrel solamente tienen que pagar dinero (posiblemente bastante, por cierto), mientras que por cualquier otro tendrán que soltar a algún prospecto, como hicieron con Gleyber Torres cuando consiguieron a Chapman.
Rivera: Los 30 equipos de las grandes ligas quisieran contar con un cerrador como Craig Kimbrel. En el caso de Chicago, la temporada 2016 demostró que conseguir un cerrador de lujo, en aquel momento Aroldis Chapman, puede rendir los frutos esperados. Si en 2019 se hacen de los servicios de Kimbrel, pueden marcar una diferencia tan grande como la de la temporada de su título más reciente.