ARLINGTON, Texas -- Austin Barnes fue puesto en la alineación del viernes por la noches porque Los Ángeles Dodgers gustan de la buena comunicación que tiene con el abridor Walker Buehler en todos sentidos.
El manager de los Dodgers, Dave Roberts, explicó antes del Juego 3 que ganaron a los Tampa Bay Rays, que Barnes había ayudado mucho a Buehler en su apertura en la serie de campeonato contra los Atlanta Braves, cuando las cosas se complicaban.
Es muy probable que Roberts jamás hubiera imaginado la clase de espectacular partido que tuvo su receptor con el bate en un partido que todo pareció salirle bien también a la defensiva.
"Siempre hemos sabido que puede llevar a los lanzadores con inteligencia y calma", dijo el manager Roberts. "También sabemos que puede batear. Austin es de los receptores más versátiles que hay en el juego. Pero lo de esta noche fue increíble".
Barnes ejecutó a la perfección un toque suicida para producir carrera en los spikes de Mookie Betts en la cuarta entrada y después en la sexta, conectó cuadrangular para terminar de sentenciar la victoria de sus Dodgers.
Es apenas la segunda vez en la historia que un jugador realiza con equipos un toque de sacrificio para producir carrera y que pega cuadrangular en el mismo partido de Serie Mundial.
"Cuando te dicen que hagas algo, necesitar hacerlo", dijo Barnes en video conferencia después del partido. "No es fácil hacer contacto contra esos lanzadores. Son en realidad buenos. Pero afortunadamente, pude ejecutar cuando tuve oportunidad de hacerlo".
Para Barnes, no ha sido fácil establecerse como receptor con los Dodgers, a la organización que llegó en el 2015. Siempre ha tenido que batallar con otros peloteros por posición, lugar en el roster y partidos.
Pero sobre todo, contra su propio bateo, a pesar de que su labor principal por la que le pagan es atrás del plato manejando lanzadores.
El año pasado sólo participó en 75 partidos con los Dodgers, que incluso lo mandaron a Triple A para tratar de que con más turnos al bate pudiera mejor a la ofensiva. Pero en realidad ayudó de poco. Terminó la temporada con promedio de .203 y sólo 25 carreras producidas.
Los Dodgers ni siquiera lo llevaron en el roster de postemporada para enfrentar a los Washington Nationals, que los eliminaron en la serie divisional.
"No fue fácil tomar esa decisión porque conocemos mejor que nadie su valor a la defensiva, no sólo como cátcher, también como segunda base, donde puede desempeñarse en buen nivel", dijo Roberts. "En realidad, pienso el mundo en él. Es un competidor duro. Hace mejores a nuestros pitchers. Nos hace ver bien a nosotros los entrenadores. Por eso es que estoy tan contento de ver lo que hizo esta noche".
Muchos consideran que puede ser la última serie que esté jugando para los Dodges, que ha apostado por el joven receptor Will Smith, quien cuando no está como catcher ha sido utilizado esta temporada y en playoffs como bateador designado.
Pero es muy probable que la próxima temporada, si todo vuelve a la normalidad, de nuevo en la Liga Nacional tendrá que batear el lanzador. Y el lugar para jugar de manera consistente de Barnes sea cada vez más complicado.
"El año pasado no fui parte de la postemporada y fue muy duro", reconoció Barnes. "Este año, estoy disfrutando mucho. Es agradable estar en estos juegos, tener algo de control desde atrás del plato sobre lo que pasa en el juego, en nuestro intento de conseguir esta Serie Mundial".
"Sólo me preocupo en lo que yo mismo puedo controlar, que es tratar de hacer mi trabajo..."
Por lo pronto y a pesar de su gran noche de viernes, Austin Barnes tendrá que ver el Juego 4, al menos de principio, desde la caseta, ya que el cátcher titular será Smith.