PITTSBURGH - Javier Báez dio marcha atrás y se produjo el caos, como suele suceder cada vez que el campocorto de los Chicago Cubs está en las bases.
La última brujería de la estrella de pensamiento rápido llevó a una comedia de errores por parte de los tambaleantes Pittsburgh Pirates, logrando un rally de dos carreras en una victoria por 5-3 el jueves.
``Simplemente hace que sucedan cosas locas'', dijo el manager de Chicago, David Ross. ``Corre en ciertos momentos y los muchachos se olvidan de cómo jugar béisbol a veces''.
El primera base de los Piratas Will Craig ciertamente lo hizo.
Con su compañero Willson Contreras en segunda y dos outs en la tercera entrada, Báez conectó un roletazo de rutina al tercera base Erik González. El tiro de González a Craig al principio fue un poco más arriba, sacando a Craig de la bolsa. No es problema. Todo lo que Craig tenía que hacer era tocar a Báez o tocar la almohadilla. La entrada debió haber terminado.
Pero no pasó así. Lo que siguió fueron 40 segundos de locura que probablemente seguirán a Báez y Craig sin importar a dónde los lleven sus carreras.
Báez pisó los frenos para evitar el guante de Craig y comenzó a retroceder hacia el plato. Curiosamente, Craig decidió seguir a Báez.
El movimiento le dio tiempo suficiente a Contreras para dar la vuelta a la antesala y correr hacia el plato. Craig le lanzó la pelota al receptor Michael Pérez, pero Contreras se deslizó por debajo de la marca del receptor mientras que Báez salió corriendo hacia la inicial. El tiro de Pérez a la primera base chocó con el guante del intermedista Adam Frazier que intentaba cubrir la almohadilla, lo que le permitió a Báez correr a la intermedia.
En cualquier momento, si la pelota llega a primera antes que Báez, se registra el out, la carrera no cuenta y la vida continúa. Pero no fue así, encapsulando una temporada que se está escapando rápidamente para los Piratas.
``Tenemos que asegurarnos de hacer el out forzado'', dijo el manager de los Piratas, Derek Shelton. ``Ahí es donde está. Quiero decir, si Báez corre todo el camino de regreso o se encuentra con su dugout o corre hacia el Distrito comercial, podemos caminar hacia la inicial y tocar la base''.
Báez terminó anotando momentos después con un sencillo de Ian Happ para darle a los Cachorros una ventaja de tres carreras que no cederían, agregando otro capítulo a su floreciente currículum como uno de los jugadores más emocionantes -- y ocasionalmente erráticos -- del béisbol en el juego en el proceso.
`` Me volví hacia el banquillo y todos estaban celebrando como si hubiera golpeado un doble '', dijo Báez. `` Es simplemente genial ''.