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Cómo hubiera cambiado el reloj de pitcheo los mejores momentos en la historia de MLB

Kirk Gibson es recibido por sus compañeros después del icónico jonrón en la Serie Mundial de 1988. Rich Pilling/MLB Photos/Getty Images

El turno de Kirk Gibson en el Juego 1 de la Serie Mundial 1988, desde el momento que sale cojeando del dugout hasta la exclamación de "¡Se fue!" de Vin Scully mientras la pelota flota sobre las gradas del jardín derecho, dura 6 minutos y 48 segundos.

No es que nadie le pusiera un reloj hace 35 años.

Gibson, que luchaba contra una lesión en el isquiotibial izquierdo y una rodilla derecha que lo obligaba a renquear, conectó el que quizás es el jonrón más dramático de la historia de las Series Mundiales con su batazo como emergente contra Dennis Eckersley que selló la victoria, corriendo las bases con su icónica celebración.

¿Cómo éste y otros famosos momentos llenos de dramatismo de la postemporada se habrían desarrollado hoy en día, considerando que le pondremos un temporizador a cada pitcheo gracias a las nuevas reglas que implementarán las Grandes Ligas en 2023?

Las nuevas normas tienen la intención de acelerar el juego y crear un ritmo de acción más constante. Sin corredores en base, los pitchers tendrán 15 segundos para hacer un envío tras recibir la pelota del receptor. Con corredores en circulación, el reloj arrancará con 20 segundos. Asimismo, solo se les permitirá a los lanzadores dos "desvinculaciones" por aparición al plato (intentos de atrapar a un corredor o abandono de la goma de pitcheo). Dichos cambios surtieron un efecto significativo en ligas menores, reduciendo la duración de los partidos en 25 minutos, y tras haber asistido a algunos juegos de ligas menores en 2022, este ritmo más acelerado fue evidentemente perceptible y es un cambio necesario para este deporte.

Además, estos cambios requerirán que los lanzadores de Grandes Ligas hagan ajustes importantes si están acostumbrados a acechar detrás de la lomita para recuperarse tras cada pitcheo; al igual que los toleteros que salen de la caja y se ajustan los guantines después de cada batazo de foul. Pensé en el impacto tentativo del temporizador de pitcheos mientras veía el juego de Gibson este invierno y me di cuenta de la lentitud con la que llega a su instante culminante: Gibson, sobre dos piernas heridas, intentando recuperarse entre lanzamientos y de alguna forma, hacer lo imposible.

Comenzando con el épico cuadrangular de Gibson, repasaremos algunos momentos clave de la historia del béisbol para analizar cómo habrían cambiado de existir el reloj de lanzamientos.


Serie Mundial 1988: Gibson conecta jonrón contra Eckersley

La fase dramática de este momento comienza en cuanto Gibson sale del dugout para batear y Vin Scully pronuncia "Y miren quién viene" mientras los aficionados de los Dodgers se ponen de pie. Concluye con el octavo pitcheo de Eckersley cayendo en las gradas del jardín derecho y Scully exclamando "¡La pelota se fue!"

Este momento se desarrolla en medio del nerviosismo del béisbol de postemporada, sobre las esperanzas de vivir una euforia inesperada. Gibson toma sus swings en el círculo de espera para soltar los músculos, mientras Eckersley patea la goma de pitcheo y el manager de los Oakland Athletics Tony La Russa se ubica frente a la banca. Gibson cojea hasta llegar al plato, se afianza, sale de la caja para hacer otro swing y se ajusta el casco, listo finalmente. Han pasado 1 minuto y 17 segundos desde que vimos por primera vez a Gibson hasta que Eckersley se estira para hacer el primer envío, con los A's en ventaja 4-3 sobre los Dodgers con dos outs en la baja del noveno y Mike Davis en primera base.

Durante el transcurso del turno, Eckersley lanzó cuatro veces a primera base y su cátcher Ron Hassey también intenta atrapar a Davis en el cuarto envío. Gibson bateó cuatro pitcheos de foul, incluyendo un pequeño roletazo que pasó por la línea de primera base. Finalmente, con el octavo lanzamiento del turno, casi siete minutos después de la primera vez que tomó la pelota, Eckersley intentó vencer a Gibson con una slider. Gibson hace swing. Y el resto es historia.

Cronometremos el tiempo transcurrido desde el momento en el que Eckersley recibió la pelota hasta que inicia su movimiento entre cada lanzamiento para ver qué se permitiría (y qué no) con las nuevas reglas del béisbol para 2023.

Pitcheo No. 1: 1:17 desde el momento en el que Gibson sale del dugout hasta que Eckersley hizo su envío. Foul.

Cabe destacar: las reglas impusieron un reloj de 30 segundos entre bateadores; por ende, la mesura de Gibson para prepararse sería una violación de las normas; aunque habrá que ver si habrá cierta flexibilidad con los bateadores emergentes, especialmente aquellos que no estaban en el círculo de espera como fue el caso de Gibson.

Lanzamiento a primera base: 25.3 segundos.

Gibson salió de la caja después del foul. De acuerdo con las nuevas reglas, los toleteros deben permanecer dentro de la caja de bateo y estar listos para batear con al menos ocho segundos en el reloj. Se permite un receso por aparición al plato.

Pitcheo No. 2: 18.5 segundos después de que Eckersley recibió la pelota del primera base. Foul.

Gibson volvió a salir de la caja, pero este pitcheo se hizo a tiempo.

Lanzamiento a primera base: 19.5 segundos.

Gibson vuelve a abandonar la caja, Eckersley envía a la inicial.

Lanzamiento a primera base: 18.9 segundos.

Tercera desconexión. ¡Violación de la norma! Se permitirá si el envío es exitoso y saca out al corredor. De lo contrario, se considerará balk.

Pitcheo No. 3: 12.4 segundos. Foul.

El pequeño roletazo por la línea de primea base. "Correr tan lejos sería todo un esfuerzo", declara Scully mientras Gibson camina para recuperar su bate, informándonos que Gibson estaba demasiado afectado para salir al terreno para las presentaciones previas al juego.

Pitcheo No. 4: 34.4 segundos. Bola.

En la transmisión no vemos con precisión cuando Eckersley recibe una nueva pelota por parte del umpire, aunque estimo que transcurrieron entre 34-35 segundos entre lanzamientos, mientras Eckersley espera que Gibson pueda volver a la caja del bateador y se prepare. Hassey intenta enviar a primera tras este lanzamiento.

Pitcheo No. 5: 21.3 segundos. Foul.

En este caso, la mayoría de las demoras son producidas por Gibson, no Eckersley. Un recordatorio de que el reloj no sólo afecta a los pitchers.

Pitcheo No. 6: 23.2 segundos. Bola.

Davis corría con el lanzamiento anterior; por ello, se produce una ligera demora mientras regresa a primera base y Gibson sale para sacudirse la pierna izquierda "haciéndola temblar como un caballo", como dice Scully.

Lanzamiento a primera base: 17.5 segundos.

¡Otra violación! Cuarta desconexión.

Pitcheo No. 7: 17.7 segundos. Bola.

Davis se roba la segunda base. Hasey va a la lomita, lo que no cuenta como desvinculación (si un equipo ha utilizado sus cinco visitas a la lomita antes del noveno episodio, se le permitirá una sexta visita).

Pitcheo No. 8: 1:03.6 segundos. Jonrón.

Transcurrió más de un minuto entre lanzamientos gracias a la reunión entre Hassey y Eckersley. Hassey vuelve y se agacha, Gibson vuelve a salirse de la caja. Pasan 28 segundos desde el momento en el que Hassey se agacha hasta que Eckersley hace su envío.

Conclusiones con las reglas 2023: Pues, veamos este caso bajo el prisma de las reglas de 2023: Múltiples violaciones al reloj... Gibson abandona la caja demasiadas veces... Eckersley lanza demasiadas veces a primera base. Si bien es indudable que el béisbol necesita acelerarse, también habrán pedidos fundamentados para eliminar el reloj de pitcheos durante la postemporada.

De hecho, el agente Scott Boras ya hizo esa declaración este mismo invierno. "Durante la postemporada, evidentemente no debería implementarse el reloj de pitcheos", afirmó a varios periodistas. "Es el momento, el gran momento. Deben reflexionar, requieren más tiempo, es un escenario distinto al de la temporada regular y no queremos apresurar sus actuaciones".


Serie de Campeonato Liga Nacional 2022: Bryce Harper conecta jonrón contra Robert Suárez

Analicemos un momento más reciente. El cuadrangular que marcó la postemporada 2022 fue el batazo de Harper que dio ventaja a los Philadelphia Phillies en el quinto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y selló su clasificación a la Serie Mundial. Los aficionados se mantuvieron eléctricos y ruidosos durante todo el día a pesar de una ligera llovizna que cayó durante la mayor parte del encuentro, conscientes de que la victoria traería el banderín a Filadelfia y una derrota devolvería la serie a San Diego. Harper había conectado cuatro jonrones en la postemporada y todo parecía indicar que algo grande estaba a punto de pasar. Hasta John Smoltz, que comentaba el partido, lo podía sentir: "¿No crees que, cuando Bryce Harper firmó ese mega contrato, tuvo visiones de tener la posibilidad de llevar a su equipo a la Serie Mundial?"

Pitcheo No. 1: 1.17. Swing fallido.

Con corredor en circulación y los Phillies en desventaja 3-2, Harper se toma su tiempo, limpiando su bate en el círculo de espera. Se ajusta los guantines de bateo. Algunos movimientos. Sale. Mira a Suárez. Más movimientos. Suárez sale del montículo. Más movimientos. Finalmente, Harper toca el plato con su bate y está listo. Tardó más de 30 segundos.

Pitcheo No. 2: 25.9 segundos. Bola.

Pitcheo No. 3: 22.7 segundos. Foul.

Pitcheo No. 4: 23.1 segundos. Foul.

Pitcheo No. 5: 25.5 segundos. Foul.

Pitcheo No. 6: 28.9 segundos. Bola.

Pitcheo No. 7: 23.1 segundos. Jonrón.

Siete lanzamientos. Ninguno de ellos dentro de la regla de 20 segundos o siquiera cerca de un margen de 20 segundos antes de que Harper conectara su cuadrangular ganador de la Serie de Campeonato.

Conclusiones con las reglas 2023: ¿Cómo se desarrollaría esta situación en 2023, sin Harper ajustándose los guantines y Suárez inhalando profundamente entre cada pitcheo?

Ver a Harper tomándose su tiempo para limpiar su bate entre la lluvia, tocar el plato y ajustarse los guantines es un buen ejemplo del por qué el reloj de pitcheos no sólo afecta a los lanzadores. De hecho, es posible que los bateadores deban hacer los mayores ajustes. Major League Baseball informó que la velocidad promedio de las rectas en ligas menores se mantuvo igual en 2022 con respecto a 2021 (93.0 mph), así que quizás no se vea afectada la velocidad de los pitchers tal como algunos han sugerido (ya veremos qué pasa con el comando).

Los bateadores que constantemente salen de la caja para ajustarse sus guantines y pensar en el próximo envío deberán acelerar su forma de laborar al plato.

El sitio web Baseball Savant registra una estadística para cada lanzador denominada "pitch tempo", que básicamente es el tiempo transcurrido entre pitcheos. No es exactamente igual a un reloj de pitcheos, ya que este último mide el tiempo transcurrido entre envíos. Podemos restar seis segundos de dicha cifra para utilizarla como ejemplo del reloj de pitcheos.

La web también registra el "pitch tempo" de 378 bateadores. Los tres toleteros más lentos con bases limpias en 2022 fueron Christian Vázquez, J.D. Martínez y Mark Canha. Harper, Pete Alonso y Kyle Tucker están a tres estrellas del fondo. Sin embargo, sólo nueve bateadores registraron al menos 15 segundos entre lanzamientos utilizando nuestra metodología ajustada. Con corredores en circulación, vale la pena mencionar que cuatro de los ocho bateadores más lentos fueron de los Mets: Jeff McNeil, Brandon Nimmo, Alonso y Canha.


Serie Mundial 2001: Rally de los Arizona Diamondbacks contra Mariano Rivera

Rivera, el relevista más dominante de todos los tiempos, intentaba cerrar el que sería el quinto título de Serie Mundial de los New York Yankees en seis años en la baja del noveno en 2001, sosteniendo la ventaja 2-1 sobre los Diamondbacks. No analizaré cada lanzamiento de forma individual, pero es evidente que Rivera no fue la razón por la cual los Yankees de aquella era (o, en verdad, los Yankees de las últimas tres décadas) fueron notorios por sus largos encuentros.

El rally de dos carreras de los Diamonbacks tardó menos de 10 minutos, desde el primer lanzamiento de Rivera a Mark Grace hasta el momento en el que el batazo de Luis González cayó un poco más allá de la tierra del infield. Rivera lanzó 14 pitcheos y se enfrentó a seis bateadores distintos, aunque también hubo dos corredores emergentes, un bateador emergente, dos conferencias en la loma y una breve visita del preparador físico luego de que Derek Jeter se enredara en la intermedia con un lanzamiento abierto de Rivera contra un toque de sacrificio.

Rivera laboró con mucha celeridad. Cuando se enfrentó a Tony Womack con dos hombres en circulación, sus tiempos entre pitcheos fueron de 13.3 segundos, 12.4, 13.5 y 18.7. Luego que González bateara para foul con el primer pitcheo de Rivera, cavó en la caja de bateo y salió, para un total de 29.7 segundos entre pitcheos. Creo que escogió el lanzamiento correcto para pensar, y sólo nos podemos imaginar cuál habría sido el resultado de no haber sido capaz de tomar tanto tiempo para reagruparse en pleno turno ofensivo.

Conclusiones con las reglas 2023: Al ver este inning, Mariano Rivera se asemeja a Michael Phelps en comparación con la mayoría de los relevistas de hoy, que lanzan con el mismo afán de los señores mayores que nadan en la piscina comunitaria. Así que quizás los relevistas de la actualidad pueden albergar ciertas esperanzas: si el mejor cerrador de todos los tiempos puede lanzar rápido, ¿Por qué no pueden hacerlo hasta los más lentos del béisbol de hoy?


Serie Mundial 2020: los Tampa Bay Rays se imponen a Kenley Jansen en el Juego 4

Ahora que hablamos de ese tema, nos referiremos a Jansen, uno de los lanzadores más notorios de todo el béisbol por su lentitud. Según el "pitch tempo" de Baseball Savant: el tempo de Jansen con las bases limpias en 2022 fue de 25.8 segundos, que lo ubica en el puesto 397 de los 399 lanzadores clasificados por dicha estadística. Su tempo con hombres en base fue de 31.4 segundos, el más lento de todos. Restamos seis segundos a dichas estadísticas y tenemos 19.8 y 25.4 segundos, que se mantienen muy por encima de los tiempos permitidos de 15 y 20 segundos.

Examinemos el noveno inning del Juego 4 de la Serie Mundial 2020, que terminó con un sencillo de Brett Phillips para dejar el terreno al rival con dos carreras de los Rays, ayudado por algunas fallas de los Dodgers. Jansen se enfrentó a cinco bateadores y lanzó 21 pitcheos: medio inning (o dos outs, de hecho) que duró 14 minutos y 38 segundos hasta que Randy Arozarena llegó a home con la carrera del triunfo.

Los tiempos transcurridos entre lanzamientos, a partir del segundo envío a Yoshi Tsutsugo:

Pitcheo No. 2: 17.4 segundos. Bola.

Pitcheo No. 3: 21.3 segundos. Foul.

Pitcheo No. 4: 22.1 segundos. Strike abanicado.

Pitcheo No. 5: 21.5 segundos. Strike abanicado.

Tsutsugo se poncha, y Kevin Kiermaier entra a batear.

Pitcheo No. 6: 31.4 segundos. Hit.

Kiermaier estuvo en la caja durante un tiempo razonable de 21 segundos tras el ponche de Tsutsugo, sin ninguna demora para ajustarse los guantines o aplicar alquitrán de pino extra al bate. El turno de Joey Wendle comienza con Kiermaier en primera.

Tiro a primera: 30.8 segundos.

Pitcheo No. 7: 22.5 segundos. Bola.

Tiro a primera: 21.4 segundos.

Pitcheo No. 8: 18.3 segundos. Foul.

Pitcheo No. 9: 28.5 segundos. Bola.

Pitcheo No. 10: 25.0 segundos. Línea al jardín izquierdo, out.

Arozarena toma su turno y los Dodgers se reúnen en la lomita con el coach de pitcheo.

Pitcheo No. 11: 1 minuto, 19 segundos. Strike.

Jansen sale de la loma: 18.8 segundos.

Pitcheo No. 12: 15.1 segundos. Bola.

Tiro a primera: 23.6 segundos.

Pitcheo No. 13: 16.9 segundos. Foul.

Pitcheo No. 14: 33.4 segundos. Bola.

Pitcheo No. 15: 28.4 segundos. Bola.

Pitcheo No. 16: 26.0 segundos. Foul.

Pitcheo No. 17: 35.5 segundos. Cuarta bola.

Tras el boleto a Arozarena, Phillips sale a batear con corredores en primera y segunda.

Pitcheo No. 18: 55.8 segundos. Bola.

Phillips y Jansen tardaron mucho más en prepararse, comparados con Kiermaier y Wendle (parecía que Jansen se demoró más: quizás arrojó una pelota para recibir otra distinta).

Pitcheo No. 19: 19.1 segundos. Strike.

Pitcheo No. 20: 38.3 segundos. Strike.

Pitcheo No. 21: 26.9 segundos. Hit.

Conclusiones con las reglas 2023: La mayoría de las demoras fueron de Jansen. El lanzador suele caminar detrás de la goma de pitchear tras recibir el envío del cátcher y le encanta sostener la pelota antes de enviar el pitcheo. Desde entonces ha incluido ese extraño movimiento de caderas que retrasa aún más el pitcheo. Los fouls desaceleran todo (y actualmente se batea de foul más que nunca), pero el ritmo lento de Jansen es un ejemplo excelente de lo que la Oficina del Comisionado intenta corregir.


Serie Mundial 1978: Bob Welch abanica a Reggie Jackson

Muy bien, uno más: un recordatorio de que incluso, hace varias décadas cuando se lanzaba generalmente más rápido en el béisbol, había momentos en los que el tiempo se desaceleraba.

Welch, novato de 21 años de los Dodgers, se enfrentaba al "Sr. Octubre" en la baja del noveno, con dos hombres en circulación y dos outs en el Juego 2. En una batalla de nueve pitcheos que hizo historia, Welch lanzó una recta de 100 mph tras otra hasta finalmente ponchar a Jackson.

El cronómetro:

Pitcheo No. 1: 16.1 segundos. Strike abanicado. (No vemos la totalidad de la secuencia de Jackson entrando a la caja de bateo).

Pitcheo No. 2: 24.7 segundos. Bola.

Jackson cae al suelo y toma cierto tiempo para reagruparse.

Pitcheo No. 3: 37.0 segundos. Foul.

Pitcheo No. 4: 36.2 segundos. Foul.

Pitcheo No. 5: 22.5 segundos. Foul.

Pitcheo No. 6: 30.9 segundos. Bola.

Pitcheo No. 7: 32.6 segundos. Foul.

Pitcheo No. 8: 29.0 segundos. Bola.

Pitcheo No. 9: Strike abanicado.

Jackson, que se secaba la frente entre pitcheos, hizo swings tan potentes que estuvo a punto de girar para caer al suelo. Una recta tras otra, era evidente que Jackson no estaba interesado en batear un sencillo. Jackson golpeó su bate en el dugout en señal de frustración. "El chico me ganó", dijo después del juego.

Conclusiones con las reglas 2023: La mayoría de las demoras fueron producto de Jackson saliendo de la caja para prepararse y hacer otro swing digno de Hércules. A pesar de que este turno ofensivo ocurrió hace más de cuarenta años, nos ejemplifica en gran medida lo que representan los grandes momentos de la postemporada en el béisbol actual. Tienes al slugger jonronero al plato haciendo un swing contundente contra el mejor lanzallamas de 100 millas de un pitcher de poder. Y después sale del plato, se reagrupa y vuelve para hacerlo de nuevo. Dentro de poco, veremos la diferencia en esas secuencias dramáticas con un reloj dictando el ritmo.

Roger Angell escribió en una ocasión: "Como el tiempo en el béisbol es medido solo en outs, todo lo que debes hacer es tener éxito por completo: sigue bateando, mantén vivo el rally y habrás vencido al tiempo. Te mantendrás eternamente joven". Esto es cierto: es el deporte sin reloj. Excepto que, tal como lo indicó Bill James en su momento, en los principios del béisbol sí había un reloj. En la primera mitad del Siglo XX, antes de que los juegos nocturnos y las luces se convirtieran en presencia de rigor, los juegos comenzaban a última hora de la tarde para recibir la asistencia de los trabajadores y debía jugarse a un ritmo dinámico para terminar antes del anochecer. El sol era el reloj. Ahora tenemos uno oficial.

Después de volver a ver todos estos momentos clásicos, siento que es necesario implementar un reloj para los pitcheos. Por un lado: Muchos de los grandes momentos de los playoffs actualmente se producen en los tramos finales de partidos que se acercan a las cuatro horas de duración, rondando la medianoche en la Costa Este de Estados Unidos. Podemos tener el consenso de que acelerar los juegos en medio de una larga temporada regular será positivo. Hasta los mismos peloteros, aunque algunos se quejarán al principio de los ajustes que se verán obligados a hacer, entrarán en razón y apreciarán el ritmo más dinámico. A pesar de ello, cuesta negar la forma en la que se crea dramatismo durante un rally o ese turno crítico, con el pitcher intentando respirar.

Ahora, tenemos que ver cómo serán las cosas cuando Edwin Díaz se enfrente a Julio Rodríguez en la novena entrada del séptimo juego de la Serie Mundial 2023, con la afición gritando tan fuerte en el Citi Field, al punto de que Díaz no podrá escuchar el dispositivo PitchCom mientras el reloj cuenta los segundos y se vea obligado a hacer señas a su receptor, haciendo que Rodríguez salga por segunda vez del plato cuando el temporizador llegue a cero.