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S'mores, pantalones rotos y el hombre más astuto en MLB: 10 historias de la década

¿Cuál lanzador ahorró su dinero de almuerzo cuando era chico para comprar zapatos y ahora posee 500 pares? ¿Cuya cabeza es tan grande que en su casco se pueden colocar seis latas de cerveza -- con hielo? ¿Y cuyo primer lanzamiento ceremonial hizo que se le desgarraran los pantalones a su receptor?

A medida que cierra la década de los años 2010, Tim Kurkjian comparte algunos eventos trasbastidores sobre personajes y momentos que ayudaron, en su momento, a definir la década en el béisbol.

'¿Es esa la tesis que me robaste?'

Ross Ohlendorf: El jugador más astuto de la década

Un jugador de la Liga Nacional participó en un juego en 17 estadios en el 2010, notó los números retirados en cada uno de ellos, y eventualmente le preguntó a un compañero, "¿Para cuántos equipos jugó Jackie Robinson?" Esa fue el jugador más tonto, o al menos el jugador más confundido de la década.

El jugador más astuto de la década fue el lanzador Ross Ohlendorf. Jugó para varios equipos de Grandes Ligas. Estudió en Princeton, igual que su compañero lanzador Chris Young, quien además es brillante más allá de las palabras. "Oh", dijo Young cuando se le preguntó, "él es mucho más astuto que yo. Él está en un nivel diferente".

Ohlendorf no sacó 800 en matemática en su prueba de SAT. "Fallé en una", dijo, pero tomó una prueba similar, y dijo, sin ser pretencioso, "Creo que las hice todas bien".

El coach de béisbol de Princeton Scott Bradley dijo, "Hay un juego famoso en Princeton cuando Ross estaba jugando a las cartas por primera vez con sus compañeros. Aumentó la apuesta en medio de una jugada. Uno de sus compañeros dijo, '¿por qué haces esto ahora?' Ross dijo, 'Es que hace tres jugadas, Steve tenía un as y un rey...' Él podia recordar jugadas de tres manos anteriores. En ese punto, los chicos tiraron sus cartas y dijeron, 'Hagamos otra cosa'".

En Princeton, Ohlendorf escribió su tesis de senior sobre el draft de MLB, examinando, entre otras cosas, la inversión y la recompensa de los mejores jugadores en el draft. "É les so astuto", dijo uno de los compañeros de Ohlendorf, el entonces torpedero de los Pirates Jack Wilson. "Nos pasamos molestándolo sobre lo astuto que es, y entonces nos devuelve el golpe. Le decimos, 'Ross, ¿cuál es el porcentaje de que ocurra esto, o lo otro?' Y entonces nos dice, 'El porcentaje de que ganes este juego de Pluck [un juego de cartas] es de 65.678%, no 65.667%."

Los compañeros lo adoraban por su inteligencia. Mientras Ohlendorf le explicaba su tesis a un escritor, el cerrador de los Pirates Matt Capps pasó por ahí y dijo, "Oh, ¿es esa la tesis que me robaste?"


El Mágico Mike

Michael Cuddyer: El mejor compañero de la década

Cuando Delmon Young se unió a los Twins en 2008, el manager Ron Gardenhire apuntó a su compañero Michael Cuddyer y le dijo a Young, "Síguelo. Haz lo que hace él. Tienes que ser como él".

Sé como Mike. Michael Cuddyer fue la selección No. 1 de los Twins en 1997. El día que fue seleccionado, estaba tomando una prueba de cálculo. El principal de la escuela secundaria interrumpió la clase y llamó a Cuddyer al pasillo para decirle que había sido seleccionado por los Twins en la primera ronda. Cuddyer volvió al salon y terminó la prueba. Años después, le pregunté si todo eso era cierto. De forma tímida, dijo, "Bueno, gran parte de ello. Era una clase de precálculo, no cálculo".

Nunca ha habido un mejor compañero en la década pasada que Cuddyer. En su primer entrenamiento primaveral, intentó conocer mejor a sus compañeros al caminar hacia ellos, incluyendo a la superestrella Kirby Puckett, quien estaba jugando a las cartas. "¿Quieren ver un truco de magia?" Los asombró con un increíble truco de cartas. Y ahí se convirtió en uno más de ellos para siempre.

En 2006, los Twins adquirieron al intermedista Luis Castillo, cuyo casillero estaba colocado junsto al lado del de Cuddyer. Cuddyer le enseño a Castillo un truco de magia. Fue algo asombroso. "Él nació bien cerca de la frontera entre República Dominicana y Haití; y él conocía algo de... no sé, magia negra o algo así", dijo Cuddyer. "Él me vio hacienda ese truco y dijo, 'Whooooo'. Al otro día, movió su casillero al otro lado del cuarto. No quería estar más al lado mío".

Cuddyer se retire tras la temporada 2015 porque no sentía que podia jugar lo suficientemente bien como para merecer los casi $10 millones que los Mets le debían. Entregó el dinero de vuelta. De hecho, algo mágico.


'A duras penas la atrapé... se me rompieron los calzones'

Nolan Ryan: El mejor lanzamiento ceremonial de la década

Nolan Ryan es el mejor lanzador de poder de todos los tiempos, el lanzador más difícil para conectarle; podía lanzar una pelota tan duro como cualquier otro ser viviente por casi 25 años. Los lanzadores de poder siempre serán lanzadores de poder, sin importar lo viejos que se pongan. En 2012, a los 65 años, a Ryan se le pidió que hiciera el lanzamiento de honor en un juego de los Rangers. Seguramente fue el mejor lanzamiento ceremonial de la década.

Ryan, siendo Ryan, no iba a lucir mal frente a la concurrencia local e hizo el lanzamiento desde el frente del montículo. Calentó en la jaula de bateo en el interior del estadio, salió al terreno e hizo el lanzamiento ceremonial a - este es un dato confirmado -- 80 mph.

Su receptor fue Jim Sundberg, un ganador de seis Guantes de Oro. Le recibió a Ryan muchas veces, pero él no estaba listo para las 80 mph.

"A duras penas la atrapé", dijo Sundberg. "Tuve que doblarme rápidamente para atraparla. Se me rompieron los calzones. Tuve que tener cuidado al salir del terreno".


'¿Has considerado alguna vez batear a la derecha?'

Adam Dunn: El peor jugador, en una sola temporada, de la década

En los entrenamientos primaverales del 2012, el entonces manager de los White Sox Ozzie Guillén me dijo, "Adam Dunn es mi jugador favorito de todos los tiempos. El año pasado, fue el peor jugador que jamás haya visto. Pero luego de cada juego, se paraba en su casillero y aceptaba su culpa. Y al día siguiente, se presentaba listo para jugar".

Dunn fue el peor jugador, en una temporada, de la década. El toletero zurdo había promediado 35 jonrones en los 10 años anteriores y bateó al menos 40 en cinco temporadas seguidas. Pero en 2011, bateó apenas .159 y se ponchó 177 veces. Él, Mark Reynolds, Chris Davis y Joey Gallo son los únicos jugadores en la historia en tener los turnos para calificar al cetro de bateo y tener un total de ponches mayor que su promedio de bateo.

Al año siguiente, Dunn se recuperó de su horrenda temporada y tuvo un buen año. Le pregunté por el extraño consejo que había recibido la temporada anterior. Dunn se echó a reir y dijo, "Mi esposa, que no es una gran fanática del béisbol, me preguntó, '¿has considerado alguna vez batear a la derecha?'"


'¿Quieres venir? Saldremos al patio a cocinar algunos s'mores'

Terry Francona: El mejor analista de béisbol en TV de la década

El mejor analista de béisbol en TV de la década lo fue Tito Francona, y solo lo hizo por una temporada. Su primera asignación en ESPN fue en los entrenamientos primaverales de 2012, y mi jefe me lo asignó a mí con la esperanza de que quizás le pudiera ayudar en su nuevo empleo, y entre otras cosas, ayudarle con su mal sentido de dirección. Esto fue una sorpresa para mí dado el hecho de que yo no tengo ningún sentido de dirección, pero comparado con Tito Francona, yo era Vasco de Gama.

Nuestra primera asignación en el Tour del Autobús fue en Orlando, Florida, donde ESPN nos hizo quedarnos en el Fort Wilderness, una propiedad de Disney que queda literalmente en medio de un bosque. Las habitaciones eran cabañas individuales con camas literas, como si fuéramos Niños Escuchas. "Tan pronto como entré", dijo Tito, "yo pensé que era una broma. Pensaba que todo el mundo iba a salir de atrás de las cortinas a gritanos, '¡Ja!' Cuando eso no ocurrió, yo pensé, 'Quizás me debí haber ido a Fox'".

Tito había ganado dos Series Mundiales con los Red Sox, estaba en camino al Salón de la Fama como manager, y se estaba alojando en un campamento. Tito llamó a la recepción de la propiedad para pedir servicio a la habitación. La amable señora que le atendió le dijo, "Caballero, el servicio a la habitación aquí es la máquina de Coca Cola que vio en el vestíbulo al entrar". Luego de 10 minutos de incredulidad, Tito llamó a mi habitación y me dijo, "¿Quieres venir? Saldremos al patio a cocinar algunos s'mores".

La primavera más graciosa de mi vida continuó dos días después en el campo de entrenamiento de los Yankees con Tito como miembro de la prensa. "Yo estaba vestido con un traje de $89 dólares de Today's Man, con rayas", dijo Tito. "Fue la primera vez en mi vida que le dije 'Buena suerte este año' a Joe Girardi [manager de los Yankees] y se lo dije en serio. Fue algo extraño. Eché ese traje a la basura esa noche".

Me estuve riendo toda la primavera. Le pregunté a Tito cuán malos eran los Phillies cuando él los dirigió. "Éramos tan malos, y éramos tan jóvenes", dijo. "Yo estaba tratando de enseñarles cómo ganar, y cómo ser profesionales. Mi cerrador era Wayne Gomes. Un gran chico pero demasiado joven con muchas cosas por aprender. Así que lo traía desde el bullpen en la novena entrada, y él llegaba al montículo y tenía mostaza en su uniforme. Yo le gritaba, 'Gomesy, ¿qué es lo que haces? ¡No puedes entrar a un juego con mostaza en tu uniforme!' Él me decía, 'Tito, no fui yo. Algunas personas me lanzaron perros calientes a mí cuando estaba saliendo del bullpen'".

Entonces Tito se echaba a reir.

"Y nosotros estábamos en casa", dijo riéndose.


'Él nunca se equivocaba. Nunca'

Torey Lovullo: El mejor robador de señas (legal) de la década

Por 150 años, el robo de señas ha sido una parte integral (y recientemente, extremadamente controversial) del juego. Ha habido muchos jugadores buenos en ello: Gene Mauch, Sandy Alomar Sr., sus hijos Roberto y Sandy Jr., Eduardo Pérez, Buck Showalter, Rich Dauer, Davey Lopes, Ted Simmons, Paul Molitor, Joe Nossek, Tom Foley. Pero en esta década nadie fue mejor en eso que Torey Lovullo.

"Torey es el mejor robador de señas del planeta", dijo el ex jugador del cuadro Kelly Johnson, un ex compañero. "Cuando él era el coach de primera base con Toronto [en 2011 y 2012], solía hacer un pequeño ruido de siseo con su boca cuando el lanzador iba a tirar a la primera base. 'Él nunca se equivocaba. Nunca".

"Era un gran decodificador", dijo el coach de tercera base de los Cubs Brian Butterfield, quien se robó señales de Lovullo cuando Lovullo dirigió por 48 juegos a los Red Sox en 2015. "Veíamos a los mismos tipos, él detectaba cosas que nadie más veía. Yo le preguntaba, '¿Qué fue lo que viste? Yo no puedo ver eso'".

Lovullo es perversamente inteligente y observador, es un ex jugador, ex coach y en la actualidad manager de los Diamondbacks. Él dice que el robo de señales está "vivito y coleando hoy. En cada lanzamiento de cada juego, se da una señal. Es el lado del inframundo del juego, y eso lo entienden todos en el juego. Hay muchas partes en movimiento cada noche". (Los Astros están actualmente involucrados en una controversia por robo de señales, pero a diferencia de Lovullo, supuestamente ellos utilizaron asistencia electrónica, mientras que Lovullo solo utiliza sus ojos).

A él no le importa mirar a otro hombre por cuatro horas seguidas, porque, según dice, "estamos intentando ganar un lanzamiento, ganar una entrada, ganar un momento. Eso puede hacer la diferencia en una contienda divisional. Se trata de ayudar a tu equipo a obtener una ventaja competitiva. Lo que sucede dentro del juego es la grasa que maneja el motor del juego".

Robar señales puede ser difícil. "Los Twins [del 2017], yo no pude decodificar lo que ellos hacían", dijo Lovullo. "Los equipos que son hipersensibles a esas cosas son los equipos que lo están haciendo ellos mismos. Ellos son muy buenos para ocultar las señales porque son muy buenos para robar señales. Estoy tratando de entrar en el dormitorio del presidente, y ellos no me dejarán entrar".


'Yo conectaré un cuadrangular hacia un bote de basura'

Mike Trout: El mejor jugador de la década

El mejor jugador de la década, Mike Trout, es el mejor jugador de casi cualquier década. Y eso es gracias a su competitividad insaciable, no solo en el béisbol sino también en casi todo.

"Así que en una primavera, me inventé este juego en las prácticas de bateo", dijo Raúl Ibañez, un ex compañero de Trout con los Angels. "El terreno está lleno de cortinas en las prácticas de bateo. Si golpeas esa cortina, obtienes X número de puntos. Si golpeas esa, son X cantidad de puntos; esa cortina, X número, etc. El primer día que jugamos, yo gané 9-3. Pero él estaba bien molesto por haber perdido. Entonces vino al día siguiente y me dijo, '¡Vamos a jugar eso de nuevo!' Yo le dije que no quería. Pero él me contestó, '¡Sí, lo vamos a hacer!' Lo jugamos, y me dio una paliza 40-4".

Ibañez lo expresó en esa misma primavera. Trout se lo susurró a los miembros de su grupo de práctica de bateo. "'¿Ven ese bote de basura que está más allá de la barda entre left y center field? Voy a batear un jonrón que caerá en ella". No era un basurero. Se trataba de un bote de basura verde, similar al que se puede ver en un parque. Y quizás 15 pitcheos después, conectó un jonrón que cayó en el bote de basura. Lo repitió unas cuantas ocasiones en esa misma primavera".

Varios años después, busqué la confirmación de Trout. Se sentía avergonzado. No lo confirmaría.

Le insistí.

"Muy bien", dijo Trout. "Conecté un jonrón que cayó dentro de un bote de basura".

Así es Trout. "Él lo hace todo en su vida a una velocidad de 100 millas por hora", expresó el pitcher Garrett Richards, excompañero de Trout y quien es uno de sus mejores amigos. "Él asistió a una comida en una primavera pasada. Disfrutamos de un asado. Yo estaba cocinando. Pusé la carne en el asador y casi un minuto después, él dijo: 'Vamos. Ya está lista, comamos'. Le dije: 'No está lista aún. Hay un proceso en todo esto. Deja que el proceso termine'. Pero en lo que a él concierne. Él tiene que ganar siempre... y debe ganar, o hacer lo que sea, de inmediato".


'De niño, ahorré mis mesadas para comprar zapatillas'

Los Tampa Bay Rays de 2019: El equipo favorito de los periodistas para cubrir de la década recién concluida

Mi equipo favorito entre los que cubrí durante la década fue los Rays de 2019. Eran eléctricos, sumamente eclécticos.

La madre del lanzador Tyler Glasnow fue gimnasta. Él tiene 6 pies y 8 pulgadas de estatura y es capaz de hacer un salto atrás. Le dije que él tenía que ser el hombre más alto en lograrlo. "No", me respondió. "Estoy seguro de que existen hombres más altos capaces de hacerlo".

El as del pitcheo Blake Snell es dueño de 500 pares de zapatillas. "Voy a constuir otra habitación en mi casa, solo para las zapatillas", expresó. "Siempre me han encantado. De niño, ahorraba mis mesadas para comprar zapatillas".

El pitcher Charlie Morton es un experto a la hora de cocinar barbacoas. La falda se encuentra entre sus múltiples especialidades. Cuenta con un gancho instalado en su auto para poder colocar su asador dondequiera que vaya. Frecuentemente comienza a cocinar a las 3 a.m. Le pregunté si alguna vez cocinó para sus compañeros de equipo. "No hay forma de que yo conduzca hasta llegar al Tropicana Field a las 3 a.m.", dijo. "De todos modos, ¿quién iría?"

Durnate el campamento de formación de novatos, el infielder Brandon Lowe, ganó el torneo de "piedra, papel y tijera". "Solía jugarlo a diario en (la Universidad de) Maryland con nuestro campocorto", indicó. Para ganar energía, Lowe ingiere salsa de manzana a diario, la cual guarda en un termo flexible. "Usaré cualquier cosa que funcione", indicó.

El infielder Matt Duffy, incursionó en el mundo de la pintura para pasar el tiempo mientras se encontraba en la lista de lesionados. Hizo los cursos del fallecido instructor Bob Ross en video. "Me fue bastante bien", expresó, "pero tenía que retrocederlo 1.000 veces hasta dominarlo bien".

El outfielder Tommy Pham tiene problemas con sus lentes de contacto. Pham carga un compacto femenino en el bolsillo trasero de los pantalones de sus traseros y durante los partidos, los saca para mirar os lentes de contacto con el espejo.

El primera base Ji-Man Choi, de origen coreano, es "el hombre más gracioso del mundo", de acuerdo con su compañero Kevin Kiermaier. "Él habla tres idiomas. En mayor medida, hablo con él en español. Soltó un jonrón para dejar en el terreno al rival este año (en septiembre pasado) y cuando cruzaba la tercera base, parecía que estuviera pateando un gol de campo".

Duffy dijo: "Se asemejaba más a una patada en un partido de kickball. No hay forma de saber lo que Ji-Man es capaz de hacer. Pero todo lo que hace nos causa mucha risa."


"Sólo dentro del casco de Bochy puedes colocar seis latas de cervezacon hielo"

Bruce Bochy: mejor manager de la década

El mejor manager de la década fue Bruce Bochy, quien ganó tres Series Mundiales en un lapso de cinco años. Nadie gestionó un bullpen mejor que él. Y nadie fue mejor que él a la hora de burlarse de sí mismo, especialmente en lo que respecta al tamaño de su cabeza, la cual es considerada como la más grande de todo el béisbol.

Durante el invierno de 2011, Bochy intentó esquiar por primera vez. "Pensé que podía hacerlo; sigo teniendo alguna condición atlética", indicó. "Tal como se evidenció, no fui capaz de hacerlo. Me bajé del carro y me resbalé, y el carrito me golpeó por detrás de la cabeza. Mis guantes y gorra salieron por los aires. Parecía un remate callejero. Ni siquiera lo intenté después de eso. Me fui al refugio y pedí una cerveza".

Bochy cambió de equipo en dos ocasiones durante sus años de pelotero activo. "Yo me llevaba mi propio casco. Mi nuevo equipo lo pintaba con sus colores porque no contaban con un casco de mi talla".

Con los Padres, en una ocasión Bochy le bateó a Nolan Ryan un cuadrangular para dejar en el terreno a su rival, el primer jonrón de Bochy para dejar en el terreno al oponente y el único permitido por Ryan en toda su ilustre carrera. "Pusimos una alfombra roja que iba desde la puerta del clubhouse hasta el vestidor de Bochy", dijo Terry Kennedy, quien era su compañero en ese entonces. "En su vestidor, colocamos seis latas de cerveza, con hielo, dentro del casco de Bochy. Uno puede colocar seis latas de cerveza dentro de los cascos de muchos hombres, pero solo dentro del casco de Bochy se pueden insertar seis latas de cerveza con hielo."


'Rudy con talento'

Craig Counsell: ¿Mejor cortador de césped de la década?

En una ocasión, Mark Grace describió a su delgado compañero con el swing particular como "Rudy con talento". De hecho, Craig Counsell asistió a la Universidad de Notre Dame, pero su talento no fue nada especial: padeció de un slump en el cual bateó de 45-0 en su carrera y otro en el cual se fue de 20-0 en la Serie Mundial de 2001. A pesar de ello, jugó por 16 años en las Grandes Ligas, anotó la carrera del triunfo para los Marlins en el Juego 7 de la Serie Mundial de 1997 y se embasó a la hora de anotarse la carrera de la victoria en el Juego 7 para los Diamondbacks en el Clásico de Otoño de 2001.

"Cuando llegué por primera vez a las Grandes Ligas (en 1997), ni siquiera se me permitió la entrada al clubhouse porque el guardia de seguridad creía que yo era el recogebates", dijo Counsell. "En mi último año como pelotero activo (2011), se me pidió mostrar credenciales en la puerta de seguridad. Llegué al estadio junto (al periodista especializado en béisbol) Toim Haudricourt y el chico de seguridad pensó que yo trabajaba con los medios de comunicación. Llegué siendo recogebates. Me fui siendo periodista"

No obstante, Counsell es considerado uno de los mejores managers del béisbol actual, siendo estratega de los Milwaukee Brewers. Es el único manager que haya visto, durante las prácticas de bateo y las rutinas, con un guante de fildeador en la mano. He visto managers con guantes de receptor o un bate, pero jamás con un guante de fildeador.

"Así es como logré mantenerme en las Mayores," he said. "Me gusta tenerlo en la mano".

Counsell tiene tanta calidad como manager y logró durar tanto tiempo en Grandes Ligas a pesar de su talento como pelotero, porque no se toma demasiado en serio. Y tampoco se vende demasiado bien a sí mismo porque no es de los que cree que el mundo gira en torno a él. Hasta hoy, Counsell no es capaz de mostrarme la foto en la cual se le puede ver conduciendo una podadora, vistiendo su uniforme de los Brewers, con un casco dispensador de cerveza en la cabeza. Counsell posó para la imagen y luego se la envió a su excompañero Trevor Hoffman después de que este le obsequiara una podadora que adquirió en una subasta con fines benéficos.

Counsell, quien es manager en las Grandes Ligas, sigue podando su césped al día de hoy.

"Me gusta podar césped", dijo. "Es algo relajante".