El Opening Day más retrasado en la historia de Grandes Ligas pasó y fue el más triste para los peloteros nacidos en México en el mejor béisbol del mundo en los últimos 13 años, ya que al igual que en 2007 solo uno participó en los Juegos Inaugurales de sus equipos.
El lanzador coahuilense Joakim Soria fue el único de los cuatro peloteros nacidos en México que aparecieron como activos --otros cinco entraron a listas de lesionados-- en los rosters del Día Inaugural y tomó parte en el encuentro de los Oakland Athletics ante Los Ángeles Angels el viernes 24 de julio.
Soria, que participó por tercera vez en un Juego Inaugural en su carrera de 13 campañas --2008 y 2016 los anteriores--, relevó en la séptima entrada y lanzó una entrada con una carrera sucia enfrentando a cuatro bateadores y realizando 15 pitcheos sin aceptar hit, ni dar base ni sumar ponche.
En la temporada de 2007, solo el relevista Denny Reyes fue el único en participar en el Opening Day, al hacerlo con los Minnesota Twins frente a los Baltimore Orioles lanzando un tercio de entrada.
De 2008 a 2019 siempre se contó al menos con dos mexicanos como cifra mínima --2009, 2010, 2011, 2018-- en el Día Inaugural, llegando a cinco como máximo --2016.
Previo a 2007 siempre se había contado al menos con tres en cada una de las temporadas desde 1997, después de que Vinny Castilla fue el único en aparecer en el Día Inaugural en 1996.
La temporada 2019 marcó el séptimo año consecutivo en que ningún pelotero nacido en México de posición aparezca en un Juego Inaugural, después de que lo hicieran Luis Alfonso Cruz --tercera base-- y Ramiro Peña en 2013 --bateador emergente.
Desde 2007, solo Alfredo Amézaga --2008-- y el mismo Peña --2009-- son los jugadores de posición mexicanos en aparecer en Días Inaugurales.
La última temporada en que el Día Inaugural no tuvo a un mexicano en un partido fue en 1991. Desde 1951, en que Roberto “Beto” Ávila apareció en su primer Día de Apertura y antes de 1991, solo en 1960, 1967 y 1989 no se tuvo a mexicanos en Juegos Inaugurales.
En 1935, Melo Almada fue el primer mexicano en aparecer en un Juego Inaugural, dos años después de debutar en las Mayores.