HOUSTON -- Justin Verlander recuerda como si fuera ayer la primera vez que abrió un partido de postemporada como pitcher en Grandes Ligas.
Fue en el otoño del 2006 contra los New York Yankees; la misma organización a la que tratará de vencer este domingo, en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
El entonces abridor de los Detroit Tigers tuvo una noche inolvidable, en la que pagó derecho de piso y se dio cuenta, como novato, que la postemporada y los Yankees son un “animal diferente”.
“Estaba lloviendo y el partido se retrasó un poco después de que calenté”, dijo Verlander. “Recuerdo haber salido al viejo Yankee Stadium un día antes de mi apertura, pararme en la loma y observar todo. Nunca había pitcheado allá. Una gran experiencia”.
“Pero al otro día, recuerdo a Johnny Damon pegarme un jonrón de tres carreras cuando me estaba quedando sin gas”, agregó. “En ese punto del año, mi año de novato, desconocía muchas cosas. Di todo lo que tenía y gané el partido, gracias a mis compañeros. Fue inolvidable haber ganado esa noche en el viejo Yankee Stadium”.
Este domingo, Verlander tendrá la oportunidad de recrear esa experiencia 13 años después, pero con la franela de los Astros y en casa, el Minute Maid Park de Houston.
“Si yo pudiera ahora hablarle al joven pitcher que era le diría que fuera más agresivo”, comentó. “Que confiara más en sus lanzamientos y en su béisbol. Y eso es lo que pienso hacer mañana, aunque tengo mucho más en el tanque que aquel día”.
La más reciente experiencia para Verlander sólo coincide con la victoria del 2006, porque a diferencia de aquella vez, en la Serie de Campeonato del 2017 los dominó como pocas veces se ha visto contra los Yankees en playoffs.
En el primero de la serie tiró juego completo con pelota de cinco hits y sólo una carrera recibida. Seis días después en la misma serie, Verlander lanzó siete innings con iguales cinco imparables, pero sin permitir carrera.
Esta temporada, en abril salió sin decisión contra los neoyorquinos después de seis entradas, siete hits y tres carreras.
“Creo que el poder del 1 al 9 es prodigioso”, dijo Verlander. “Tienen un montón de maneras de lastimarte. Tienen velocidad, muchachos que son en realidad agresivos y otros más pacientes. Es una buena mezcla”.
“Debes tener un plan de juego único para cada muchacho”, añadió. “Y tienes que se capaz de ajustar rápido porque ellos lo harán también”.
Verlander (21-6, 2.58) enfrentará el domingo, en el segundo de la serie, a James Paxton (15-6, 3.82).