<
>

San Juan 2020, una Serie del Caribe con muchas primeras veces

Getty Images

SAN JUAN – La Serie del Caribe del 2020 ya es historia para los archivos.

Fue un evento con muchas primeras veces. Los Toros del Este ganaron su primer título caribeño, después de tres participaciones fallidas anteriores.

Con el triunfo de nueve carreras por tres sobre los Cardenales de Lara, otro equipo que buscaba su primera corona en Series del Caribe, los Toros cerraron una temporada invernal de 57 victorias en 83 partidos desde que comenzó la Liga Dominicana el 12 de octubre del 2019.

Para equipos quisqueyanos, fue el vigésimo cetro desde 1970, cuando el país se incorporó a la llamada Pequeña Serie Mundial Latinoamericana.

Nunca antes en la historia de estos eventos se jugaron tres partidos por jornada durante la fase clasificatoria.

Los maratones beisboleros de la fase clasificatoria se repetirán en Mazatlán 2021 y este podría quedar como formato definitivo para un torneo que tiende a crecer y parece que mantendrá al menos seis concursantes por ahora.

Jamás había estado un equipo de Colombia. Los Vaqueros de Montería fueron invitados pocos días antes del evento para ocupar el lugar de Cuba, ausente por primera vez desde el 2014.

Y aunque se fueron sin conseguir ni una victoria en cinco partidos, mostraron cosas buenas, sobre todo en el pitcheo abridor, que en 25.1 entradas permitió tres carreras limpias, para una efectividad de 1.06.

No hubo prácticamente ningún juego en el que un equipo dominara con contundencia a su rival, pues 11 de los 18 partidos a lo largo de todo el torneo se decidieron por el margen mínimo de una carrera.

Casi todos fueron reñidos, en ocasiones infartantes, como el del triunfo de los los Cangrejeros de Santurce sobre los Astronautas de Chiriquí en extrainnings o el de los Cardenales sobre boricuas, también en entradas adicionales.

Capítulo aparte merecen los dos encuentros entre los Toros y los Cangrejeros, que reavivaron la mayor rivalidad en la pelota caribeña.

Fueron los juegos números 100 y 101 entre dominicanos y puertorriqueños en Series del Caribe y en los dos los quisqueyanos se llevaron el triunfo, primero 5-4 en la ronda inicial y 4-3 en la semifinal.

Ambos encuentros convocaron como ningún otro: 19,120 fanáticos colmaron el Hiram Bithorn en el primero y 15,019 lo hicieron al día siguiente.

En total, la asistencia a todos los juegos superó los 110 mil aficionados, una muy buena cifra si se tiene en cuenta que el primer partido de cada jornada comenzaba a las diez de la mañana.

Incluso el juego final, a pesar de la ausencia del equipo local, logró meter más de 12 mil personas en las gradas del estadio Hiram Bithorn.

El pitcheo llevó la voz cantante, con cinco blanqueadas, dos a la cuenta de los lanzadores venezolanos y una para México, Panamá y República Dominicana.

De las cinco, tres las recibieron los debutantes colombianos, mientras que las restantes las sufrieron, una los panameños y otra los mexicanos.

Fue un buen torneo, competitivo, peleado de principio a fin, de buen espectáculo.

Si hubiera que señalar un punto negativo sería el relacionado con el arbitraje y las apelaciones al video.

Se trata de un problema técnico, de ubicación de las cámaras de televisión, incapaces de captar los diferentes ángulos de las jugadas, lo cual imposibilitó a los umpires revertir errores claros de decisiones por falta de evidencias gráficas.

Esperemos que los organizadores tomen nota y hagan los ajustes pertinentes en Mazatlán.