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Andy Ruíz Jr. evoca histórica hazaña de 'Buster' Douglas

El destino realmente parece haber querido que el mexicano Andy “Destroyer” Ruíz escribiera su nombre en uno de los capítulos más sorprendentes en la historia del boxeo.

Al noquear a Anthony Joshua en siete asaltos, Ruiz Jr. protagonizó la sorpresa más grande en el mundo del boxeo desde que Mike Tyson perdió el invicto el 11 de febrero de 1990 ante James “Buster” Douglas.

Abajo en las apuestas hasta por 33 a 1, Ruíz ni siquiera estaba en el radar de Joshua hasta unas semanas, luego de que el rival original del británico, Jarrell Miller, falló en tres exámenes antidopaje.

Con un mensaje en Instagram, Ruíz levantó la mano para ser el retador a las tres coronas disponibles.

Joshua tenía pensado enfrentar a Deontay Wilder y Tyson Fury, los de mayor renombre en la división, y lo único que debía hacer era vencer a Ruíz para mantener la puerta abierta a esas peleas, sin embargo, el drama comenzó cuando, tras caer en el tercero, el mexicano se levató de la lona para derribar cuatro veces al ahora ex campeón y así, hacerse de los cetros de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), Federación Internacional de Boxeo (FIB) y Organización Mundial de Boxeo.

La victoria de Ruíz ha hecho recordar el triunfo de “Buster” Douglas con el que le quitó invicto a Mike Tyson en Japón, cuando estaban en juego los cetros de la AMB, la FIB y el Consejo Mundial de Boxeo.

En ese entonces, Douglas estaba abajo en las apuestas por 42 a 1 y aunque cayó en el octavo asalto ante los impactos de Tyson, al final, se impuso de forma inesperada por nocaut en 10 episodios en el Tokio Dome para consagrarse como nuevo campeón de peso Pesado en aquél momento.

En esta ocasión, Ruíz se fue a la lona en el tercer asalto, pero de manera imponente mandó dos veces a Joshua al piso en el mismo episodio y aunque Joshua controlaba la batalla con su jab, al final, las combinaciones y su atrevimiento le permitieron al mexicano salir con la mano en alto luego de dos caídas más en el séptimo y último episodio.

De esta forma, el 11 de febrero de 1990 quedó marcado en la historia del boxeo y 10,702 días después, el 1 de junio de 2019, también será enmarcado, especialmente por los mexicanos, como una fecha histórica en el deporte de los puños.