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Fórmula 1: Ferrari se perdió en el desierto de Arabia Saudita

El tormento de Ferrari parece no tener fin. Pasan los Grandes Premios, las temporadas, los pilotos, los directores, los ingenieros, los jefes de estrategia, pero no hay caso: la Rossa no puede reverdecer los laureles. Tras el fiasco de Bahrein, donde Carlos Sainz rescató apenas un cuarto puesto y Charles Leclerc tuvo que abandonar por fallos en su SF-23, el objetivo era levantar cabeza en Arabia Saudita, segunda fecha del Mundial de Fórmula 1. Frédéric Vasseur, flamante director que llegó a ocupar el puesto del eyectado Mattia Binotto, reunió de urgencia a toda la Gestion Sportiva en Maranello en un intento de arengar a la tropa mientras le mostraba la puerta de salida a David Sánchez, el jefe de diseño y padre del modelo de esta temporada. Las calles de Jeddah parecían el escenario ideal: el motor Ferrari (tal vez el más potente de la parrilla) y la poca degradación que genera el asfalto saudí en los neumáticos (talón de Aquiles de la Scuderia) invitaban a soñar a los tifossi, pero… Los entrenamientos los mostraron lejos: Leclerc fue noveno, a 738 milésimas de Max Verstappen, el líder. ¿Y Sainz? Décimo, a 989.

El panorama, más allá de la ilusión que generaban las supuestas benévolas condiciones sauditas, comenzaba complicado porque el monegasco carga con una penalización de diez puestos en la parrilla por tener que utilizar la tercera batería en el motor de su Ferrari (dos es el máximo anual que permite la normativa). La única mueca de satisfacción es que, en la simulación de carrera, los autos rojos mostraron buen ritmo. Tal vez un hálito de esperanza para que el domingo no sea un nuevo Waterloo.

“Red Bull es el claro favorito, pero en ritmo y sensaciones me siento más cerca que en Bahrein. Veremos el domingo si esto será suficiente para subir al podio o luchar por lo más alto”, dijo Carlos Sainz. “Claramente, debido a los mapas del motor, las posiciones de hoy no reflejan nuestro verdadero potencial. A la larga parecíamos más competitivos, así que soy más optimista”. La clasificación, que se verá por Star+, marcará si el discurso del español es verídico o si solamente fue un deseo.

Algo hay seguro: Ferrari no puede hipotecar desde temprano sus chances de campeonar. Se trata del único equipo con presencia completa en todas las temporadas de Fórmula 1, el que más carreras ganó (242) y el más campeón de la Copa de Constructores (16). Eso sí, no logra la corona de pilotos desde 2007 y la última como equipo fue en 2008. Si se cuenta desde la temporada 2009, la categoría disputó 277 carreras y la Rossa ganó 33. En ese período, Red Bull obtuvo 93 y Mercedes, 116. En Maranello no pueden esperar más por volver a lo más alto.