Red Bull no estaba en su mejor día. Los problemas de freno de Checo Pérez en la tercera práctica eran la muestra de una jornada torcida para las huestes del equipo austríaco. Y si el botón de muestra no alcanzaba, llegó el despiste tempranero del mexicano en la Q1, que lo dejó con su RB19 en la leca, afuera de la clasificación y condenado a largar desde el último cajón en el GP de Australia, tercera fecha de Fórmula 1 que se ve por Star+. Pero, claro, estaba Max Verstappen, la carta fuerte de los de Milton Keynes. Sin embargo, el bicampeón tampoco se mostraba cómodo en su auto, más allá de haber dominado el entrenamiento y tanto Q1 como Q2. Pero no se lo veía firme y eso alimentaba las esperanzas de los rivales, especialmente de los renacidos Mercedes-Benz. Pero… Cuando hubo que sacar todo, el neerlandés voló y se quedó con la pole.
“La última vuelta fue muy buena. Todo el fin de semana sufrimos para poner el neumático en temperatura. Pero estoy feliz por lograr la pole position. No hay ningún problema en particular, queremos encontrar la puesta a punto fina”, dijo el bicampeón, quien consiguió su primera pole en Australia, lugar en el que apenas logró subir una vez al podio (tercero en 2019). El semipermanente de Melbourne es esquivo para Red Bull: apenas logró una victoria, de la mano de Sebastian Vettel, en 2011. ¿Se cortará la racha?
La gran pregunta es qué le queda al resto, si Red Bull, por segunda carrera consecutiva, se quedó sin uno de sus autos en Q3 (Verstappen paró en Q2 de Arabia Saudita), si el RB19 no se mostró infalible y, así y todo, logró la pole con 236 milésimas de ventaja sobre George Russell, cuando las diferencias se venían manejando de pequeñas milésimas. Pero, claro, en este momento del Mundial, para Mercedes tratar de dar caza a Red Bull será preocupación para un futuro mediato. Por ahora, la sonrisa de oreja a oreja que tenía Toto Wolff tras la clasificación es la muestra cabal de la necesidad de las Flechas de Plata de volver a creer. Y Australia puede ser el puntapié, con el segundo lugar de Russell y el tercero de Lewis Hamilton. Y hasta se pueden dar el lujo de soñar en la carrear, porque al tener los dos autos en la pelea puedan apostar por estrategias distintas para atacar al único Red Bull que, de entrada, luchará adelante.
VER LOS RESULTADOS DE LA CLASIFICACIÓN AQUÍ
Pero, indudablemente, para Mercedes, haber batido a Aston Martin (Fernando Alonso fue cuarto) fue una gran victoria. “Hay mucho trabajo en la fábrica y aquí. El auto se sintió fantástico, tenemos potencial y hay más por venir. Será difícil contra Max, pero estoy muy feliz de estar segundo”, apuntó Russell. ¿Y Ferrari? El sangrado de la Rossa no para. En las dos primeras citas el problema mayor era el ritmo de carrera, por el desgaste de los neumáticos, pero a una vuelta podían competir. Ni eso tuvieron en Australia, con Carlos Sainz como el mejor representante, desde el quinto lugar y a más de medio segundo.
Matices a un lado, Red Bull continúa con su dominio.