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Max Verstappen se quedó con el loco GP de Australia de Fórmula 1

Caótico. Una sola palabra resume perfectamente el GP de Australia, anotado como la tercera fecha de la 75ª temporada de Fórmula 1. Tres banderas rojas, otras tantas partidas detenidas, autos destruidos entre compañeros de equipo, sanciones y todo se terminó con auto de seguridad, tras una inútil espera de media hora. En el medio de todo ese revuelo, Max Verstappen se llevó el triunfo con su Red Bull, seguido por Lewis Hamilton y Fernando Alonso.

La mala largada del neerlandés complicó sus chances en el inicio: perdió el lugar con los dos Mercedes y George Russell tomó la punta, seguido por su compañero Lewis Hamilton. Hasta ahí, salvó el abandono de Charles Leclerc, quien no pudo completar ni un giro tras un toque con Lance Stroll (el moengasco sumó apenas seis puntos en tres fechas), todo marchaba dentro de la normalidad. Hasta que Alexander Albon se dio un golpazo y llegó la primera roja. Todos a boxes y a largar de nuevo desde el semáforo, con Hamilton adelante (Russell había parado a cambiar neumáticos bajo auto de seguridad, instantes antes de la roja).

El heptacampeón pudo defender su posición en el pique, pero el poder del Red Bull es demasiado para el Mercedes en estos tiempos de Fórmula 1 y el neerlandés lo superó sin ningún problema apenas cuatro vueltas después. A partir de ese momento, la carrera entró en un tedio largo del que salió repentinamente por el accidente de Kevin Magnussen a tres rondas de la bandera de cuadros. Roja y otra vez todos a boxes. Se venía otra largada desde el semáforo, por apenas un par de giros que restaban. Y llegó el pandemónium.

En la largada, lo único claro fue que Verstappen sostuvo la posición y Hamilton quedó segundo. De ahí para atrás, el desastre. Sainz le pegó a Alonso, los Alpine que se destruyeron entre ellos, Logan Sargeant que quedó tirado por ahí, pedazos de auto desparramados, Checo Pérez haciendo rally por la leca… Y sí, roja otra vez. ¡Quedaba una vuelta!

De ahí en adelante, se vivió una parodia. Nadie sabía bien que pasaría. Los delegados de la FIA se paseaban por la calle de boxes con libretitas en las que anotaban la posición que debería ocupar cada auto. Que se largaba, que no. A todo esto, la gente esperando, miles en el autódromo y millones ante el televisor. ¿Qué hizo la Federación Internacional del Automóvil? Además de sancionar a Sainz con cinco segundos, mandó a los autos que quedaban a la pista para dar el giro que faltaba ¡detrás del auto de seguridad! Y así cayó la bandera de cuadros. Una sátira de carrera reducida en ese giro.

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Por todo eso tuvo que pasar Verstappen para poder ganar, de una vez por todas, en Australia. Melbourne era una maldición para el bicampeón. Como la maldición de Tutankamón, o de Timur o de Ötzi, el Albert Park era la del neerlandés y de Red Bull. El equipo de las bebidas energizantes llegó a Oceanía con 94 victorias en Fórmula 1 y apenas una en Australia, de la mano de Sebastian Vettel en 2011. Para Max, el tercer lugar de 2019 había sido su única visita al podio. Parecía que tantas largadas, banderas rojas e incidentes formaban parte de un extraño conjuro entre Melbourne y Verstappen. Si hasta increíblemente sufrió un despiste mientras marchaba solo y tranquilo en la punta, a diez vueltas del final. Pero el monarca pudo romper el hechizo propio y del equipo austríaco para conseguir su 37º éxito en la categoría, el segundo del año y aumentar su ventaja al frente del Mundial.

“No ha sido fácil ganar hoy, hemos tenido una mala salida y he tenido cuidado en la primera vuelta porque tenía mucho que perder y ellos mucho que ganar. Hemos sobrevivido a todo, tenemos un buen ritmo de coche y hemos ganado, eso es lo más importante”, aseguró el vencedor.

Detrás del neerlandés, el segundo lugar fue un volver a vivir para Hamilton. Tras el flojo arranque de las Flechas de Plata en Bahrein y una leve mejoría en Arabia Saudita, Australia fue un enorme salto de competitividad. Si bien la rotura del motor de Russell opacó el trabajo, el equipo alemán mostró potencial como para discutir el segundo escalón con Aston Martin, ambos lejos de Red Bull, claro.

Alonso, en tanto, sumó su tercer podio en fila (todos terceros puestos) y mostró una vez más que está para pelear y aprovechar cualquier problema que tenga Red Bull para luchar por un triunfo. “Nos gustaría estar más arriba en el podio más adelante en la temporada”, analizó.

Por su parte, Checo Pérez cerró una gran actuación con su quinto lugar final, tras haber largado último. Se quedó, además, con el punto extra por el récord de vuelta.

La próxima cita será el GP de Azerbaiyán, que se disputará el próximo 30 y se verá por Star+.