Monza es uno de esos clásicos que la Fórmula 1 atesora entre sus alhajas más preciadas. En cada visita del Mundial al templo de la velocidad, las tribunas se tiñen de rojo con miles y miles de tofisis que van a alentar a Ferrari. La edición 2023 del GP de Italia no fue la excepción, pero tuvo un agregado: fue el lugar elegido por los popes de la Scuderia para buscar un pleno, para tratar de no cerrar el año sin triunfos. La apuesta no rindió, porque los autos colorados quedaron detrás del 1-2 de Red Bull, encabezado por Max Verstappen, pero al menos rescataron un podio. Eso sí, en el medio, hubo una batalla casi fratricida entre Carlos Sainz y Charles Leclerc.
El primer encuentro en la pista fue en la 21ª vuelta, cuando el monegasco salió de boxes justo delante del español, quien lo superó y aguantó la presión de posterior. Pero fue apenas una batalla menor. La guerra llegaría luego, en los últimos seis giros, cuando ya Checo Pérez los había superado a ambos. Leclerc atacó por todos lados a Sainz, quien con lo poco que le quedaba de neumáticos se defendía a capa y espada. Bloqueadas, apretadas, maniobras al límite dejando al otro casi sin pista… Todo dentro de lo legal, por cierto, pero en una pelea común con un corredor de otro equipo y no con uno que lleva los mismos colores.
Desde el pitwall había silencio de radio. Hasta que, a falta de dos giros, Xavi Marcos, ingeniero de pista de Leclerc, lanzó: “No risk (que no haya riesgo)”. El monegasco hizo oídos sordos y siguió adelante con sus embates. De hecho, en el giro final debió bloquear violentamente para evitar terminar en un desastre.
Una vez terminada la carrera, Frédéric Vasseur, director de Ferrari, no dudó en contar cómo se sintió al ver a las dos SF-23 tan al límite. “Temblé un poco. En general soy partidario de dejarles batirse en duelo, les dije que podían luchar, pero no arriesgar", señaló el francés.
"Al final di todo, pero no cambia mucho, porque Carlos está en el podio. Nuestro duelo fue bueno, al límite, por supuesto. En la frenada de la primera chicana nos movíamos los dos en la frenada, de hecho, bloqueamos algunas veces, pero lo disfruté. Felicito a Carlos”, apuntó Leclerc.
Por su parte, el español dijo: “Yo creo que se nos dijeron que corriéramos, pero con cuidado y considero que es parte de las carreras, sobre todo en Monza obviamente los dos queríamos el podio. Al final ha sido una batalla dura pero bonita".
Mientras los pilotos de Ferrari explicaban las maniobras, Carlos Sainz padre, bicampeón de WRC y tres veces vencedor del Dakar, sembró algunas dudas sobre la conducta que adopta la Scuderia: “Es curioso. A veces deciden unas cosas, a veces otras. Es Carlos quien tiene que preguntar y entender las estrategias, de por qué a veces se puede atacar entre ellos y otras no. Yo me quedo con el resultado y con el tercer puesto. Ahora que ya ha pasado prefiero que sea así, sin ningún tipo de orden ni nada. Merecido. Enhorabuena". ¿Cómo seguirá el duelo entre la dupla del team italiano?